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Rituales sacados de película de serie B

CÁDIZ Actualizado: Guardar
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La parafernalia que los líderes de la secta habían montado para fingir ser seguidores de Satán puede resultar ridícula, al analizarla desde fuera. A veces casi cómica, como sacada de una película de Jesús Franco, llena de símbolos de vampiros y artículos fetichistas. No en vano, el propio Carlos Javier Rojas se vestía con una capa negra. Y su pareja, de 24 años, utilizaba ajustados corpiños y trajes de cuero. En el interior de la casa, los agentes de la Guardia Civil hallaron todo tipo de objetos de santería y vudú, muchos de ellos de procedencia brasileña y haitiana, como pócimas y polvos mágicos con multitud de funciones: «espanta enemigos», «atrae dinero» o el «polvo de garrapata». Productos que vendían y aplicaban a sus víctimas. El negro y el rojo lo inundaban todo: no sólo la casa tenía estos colores, sino que también contaban con bañeras pintadas para inmersiones santeras y multitud de velas. La efigie del demonio dominaba cuadros y altares, en una abigarrada decoración. Pero sobre todo, se representaba en una figurita que llegaban a adoraban. El líder, de hecho, aseguraba que era esta estatua, y no él, la que exigía el dinero. Lo fundamental del engaño era causar pánico en sus víctimas: con velas que explotaban y animales que eran sacrificados con dolor, a cuchilladas.