El director del CNI, Alberto Saiz , tras su comparecencia a puerta cerrada ante la Comisión de Secretos Oficiales del Congreso
relevo en el cni

«La dimisión de Saiz era una necesidad nacional»

Rajoy asegura que el servicio de inteligencia "no puede estar sometido a vaivenes y polémicas"

MADRID Actualizado: Guardar
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La dimisión del director del Centro Nacional de Inteligencia (CNI), Alberto Saiz, se ha producido tan sólo dos meses después de haber sido renovado en el cargo por decisión del Gobierno. La dimisión ha venido precedida de dos comparecencias parlamentarias tras la publicación, durante casi tres meses, de numerosas acusaciones, provenientes de agentes del CNI, en las que denunciaban que el director se había aprovechado de los fondos públicos del Centro en beneficio propio.

Mariano Rajoy, presidente del Partido Popular: ha asegurado que la dimisión de Saiz era "una necesidad nacional". Ha subrayado que el servicio de inteligencia español "no puede estar sometido a vaivenes y polémicas" como las que vivió durante los últimos días, en los que Saiz ha recibido acusaciones de emplear fondos públicos para fines privados. "Su dimisión acaba con un espectáculo lamentable que demuestra la imprevisión del Gobierno" y el "enorme error" que cometió al ser designado hace un mes.

José Antonio Alonso, portavoz parlamentario del PSOE: Ha destacado el "sentido de la responsabilidad" de Alberto Saiz, que ha dimitido pese a que "jamás" utilizó fondos públicos para finalidades privadas, mientras los implicados del PP en tramas de corrupción no asumen ninguna. Ha dejado claro el agradecimiento del grupo socialista a la tarea desempeñada al frente de los servicios secretos y para remarcar que como director del CNI siempre se comportó con un "respeto escrupuloso a la legalidad". En opinión de José Antonio Alonso, al ex director del CNI hay que agradecerle que en su gestión aumentó la "eficacia" del centro en la lucha contra el terrorismo y en sus otras misiones encomendadas.

Joan Ridao, portavoz de Esquerra Republicana en el Congreso: ha subrayado que la dimisión de Saiz "no debería obstruir las oportunas investigaciones" para aclarar si usó fondos públicos para actividades privadas, como se viene publicando desde hace semanas. Ridao ha señalado que, el hecho de que el nombre del sucesor de Saiz se haya dado a conocer junto a su dimisión, demuestra que su salida del CNI era "la crónica de una muerta anunciada". "Parece que finalmente las presiones han surgido efecto y ante las distintas noticias aparecidas se ha optado por su salida", ha comentado.

Gaspar Llamazares, diputado de Izquierda Unida en el Congreso: ha calificado de "error" el nombramiento, en una comparecencia en el Congreso, y ha dicho que el Gobierno se equivoca "si cree" que va a solucionar los problemas internos del servicio de inteligencia con un responsable militar, cuya labor es "eminentemente civil". Además, ha indicado que la sustitución de Saiz deja al descubierto la "debilidad" y la "división" del Ejecutivo, porque ha sucumbido "a la cacería" que se ha llevado a cabo contra el ex director a causa de la presión mediática y división porque ha sido un relevo "apresurado" y "sin consenso".

Rosa Díez, líder de Unión, Progreso y Democracia (UPyD): considera que la decisión de Alberto Saiz de dimitir era "una necesidad" a tenor de "la incapacidad y la ineficacia" demostrada en los últimos tiempos para dirigir y controlar dicho organismo. Díez no ha querido entrar a valorar si la dimisión de Saiz responde a las acusaciones vertidas en su contra, si bien ha apuntado que, al margen de que las mismas sean o no verdad, el ex jefe de los servicios de inteligencia españoles "ha demostrado que no ha controlado el centro que dirigía, lo que corría el riesgo de dañar operaciones muy importantes".