pandemia de gripe A

Los riesgos del virus

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Esperábamos que ocurriera un día u otro. Pese a que el nuevo virus de la gripe se considera hasta ahora poco agresivo, una estimación simple de probabilidades hacía previsible que se produjera algún fallecimiento tras más de 700 casos confirmados de gripe A (H1N1) en España. Sin embargo, ello no ha mitigado la sensación de desconsuelo ante la primera víctima mortal de esta nueva cepa viral en nuestro país. Tenía sólo 20 años y estaba embarazada, con un hijo en la 28º semana de gestación. Antes de fallecer se le practicó una cesárea para salvar la vida del bebé, que por el momento se encuentra bien atendido y estable dentro de la gravedad.

Intentando contextualizar este triste acontecimiento, la mujer afectada se encontraba en una situación de vulnerabilidad por padecer asma y haber desarrollado una neumonía en el transcurso de su embarazo. Y es que el problema de la gripe es que puede causar complicaciones muy importantes en grupos de riesgo: los ancianos, los niños, las mujeres encintas y las personas que, por alguna razón, sufran enfermedades o procesos que influyan en su capacidad de defensa inmunológica y aumenten el riesgo de complicaciones.

En España estamos viviendo estos acontecimientos en un momento en que el buen clima y el sol nos favorecen, lo que nos permite prepararnos mejor para aprovisionarnos de vacunas y antivirales; y para estar listos de cara a la previsible oleada de la enfermedad a partir de octubre, cuando el frío del otoño e invierno nos acompañe. En estas fechas no deja de preocuparnos la circulación de la gripe en los países más pobres del hemisferio sur, donde ahora comienza el invierno y donde más puede proliferar el nuevo virus gripal. Y sabemos que la virulencia de la gripe está condicionada por las características de la cepa del virus circulante, que a su vez tiene gran capacidad de intercambio genético o mutación.

De cualquier forma, lo prudente será asegurar el seguimiento riguroso de los casos, la transparencia informativa y la mejor respuesta de los expertos y profesionales sanitarios, siguiendo los consejos que se dicten por la OMS, el Ministerio de Sanidad y los servicios de salud de las comunidades autónomas. Estamos mejor preparados que nunca para hacer frente a una enfermedad que sigue presentando enigmas sobre su evolución.