«Un disco es un 'striptease' donde desnudas parte de ti»

En pleno mercado comprando tomates junto a Wyoming, de esta guisa Pablo Carbonell responde a las preguntas de LA VOZ sobre su próximo trabajo discográfico. Después de esta experiencia, la idea de un cantautor encerrado en una habitación con sus musas queda reducida a las cenizas de una cursi imagen metafórica. Quién dijo que los artistas viven por encima del bien y del mal sin pisar la tierra. Seguramente, ese iluminado no se encontró de frente a Pablo Carbonell, el actor, cantante, músico, director... preguntando por el precio de la fruta de temporada. Lleva casi un año inmerso en la grabación de su disco Yo también soy Pablo Carbonell en el estudio de su primo Eloy Sánchez Gijón en La Muela. El miércoles llegará al Hotel Utopía en Benalup acompañado por algunos amigos para ofrecer un adelanto de sus nuevos temas y hacer memoria con letras del pasado.

-En su último trabajo recuperó la figura del cantautor plasta. ¿Cuál será la próxima?

-Este es el más romántico de los que he presentado. El último era psicodélico. Uno intenta con cada trabajo acercase más a su propia personalidad. Un disco es como una especie de striptease donde desnudas una parte de ti mismo. Intento buscar mi personalidad que es un poco más romántica que antes.

-¿La idea de actuar en una banda ha pasado a mejor vida?

-Prefiero la banda, aunque llega un momento en el que el grupo acaba pasando de mí y se dedica a ligar con las chicas de la primera fila. Esto el solista no lo debe permitir (ríe). De todas manera no descarto hacer una gira bastante potente tipo Raimundo Amador... Es más, me gustaría mucho hacer una gira con Raimundo Amador. Pero es muchísimo más bonito salir solo con la guitarra, el artista al desnudo.

-El título Yo también soy Pablo Carbonell, ¿es por si alguien tenía dudas de quién era?

-Es porque me parece que es el mejor disco de los que he hecho. Es una forma de decir: «Hey, hey, yo también soy Pablo Carbonell, también soy una persona que puede sacar buenos discos, hacer buenos arreglos, contar con buenos músicos...». Es algo reivindicativo.

-En este proyecto es la voz, la música, la producción... ¿hay algún trabajo que haya delegado en alguien?

-En este trabajo, no. Sólo permito algún comentario... Estoy solo con la guitarra y el técnico de sonido, que tiene que hacer bien su trabajo, hacer que la voz y la guitarra suenen en el mismo sitio. Hay algunos que consiguen que la guitarra suene como en una catedral y las voces como en una tómbola. Aunque no creo que eso ocurra el miércoles en Utopía, tiene buen sonido.

-Dice que sus apariciones televisivas van destinadas a sufragar los gastos del disco, ¿le alcanza?

-Pues todavía no lo he terminado, lo estoy grabando en el estudio de Eloy Sánchez-Gijón que es el técnico de sonido-coproductor. Aunque hace poco me dijo que tenía que hablar conmigo algún tema que debía ser oído con unas copas, porque la cantidad es astronáutica.

-Pero, como es familia puede que lo deje pasar...

-Efectivamente. Además, le pago con actuaciones en La Gata. En el chiringuito no le cobro y así me deja pasar cuatro o cinco días en el estudio en La Muela.

-Hace poco le vieron rotular la fecha de su actuación en La Gata, ¿tan mal va la industria?

-Tuve que hacerlo todo yo (bromea). El rotulado de carteles y todo. Pero esta vez, cuando toque en La Gata lo haré solo. La última vez estuve acompañado por dos grandes tocadores barbateños, Kiko Alcedo y Nono García, pero a mi lo que me gusta es tocar solo. Porque así mido perfectamente el tempo de la canción, cómo quiero cantar...

-¿Qué se encontrarán los que compren su disco?

-Un disco alucinado, imposible, fuera de los parámetros normales, canciones muy hermosas, sentidas... Algunas incluso sufridas, que son las que no he hecho nunca, psicodelias, algo de flamenquito, sevillanas. Es un disco ecléctico, el gaditanismo recalcitrante.

-¿Cuánto tiempo lleva grabando?

-En septiembre hago un año y ahora en el verano Eloy no puede ir al estudio, así que yo tampoco voy.

-En cuanto a otros proyectos, ¿para cuándo una nueva película?

-Tengo que ir pensando en otro proyecto porque cuando paseo por Barbate siempre hay alguien que me pregunta cuándo voy a hacer otra película.

-En una ocasión marcó el 15 de septiembre de 2008 como fecha límite para llenar la plaza de toros de Las Ventas, ¿cómo va el reto?

-Sí, pero debe de ser de otro año (ríe). Quedan muchos septiembres, cada año tiene uno.

imruiz@lavozdigital.es