PELIGROSOS. Las armas requisadas a los atracadores. /F. J.
Ciudadanos

Una de las escopetas tenía los cañones recortados

Las tres escopetas que emplearon los atracadores contra los guardias civiles que trataban de darles caza en la autovía Jerez-Los Barrios fueron exhibidas ayer en la Comandancia de Cádiz, junto a las joyas y las herramientas que suelen utilizarse en los robos y que fueron halladas en la vivienda del cabecilla, en la barriada jerezana de El Chicle.

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De las tres escopetas, una de ellas fue manipulada para convertirla en un arma aún más letal. Se trata de una escopeta superpuesta, del calibre 12 y a la que habían recortado los cañones como se puede ver en la imagen superior. Este tipo de modificaciones eran muy comunes en el armamento que empleaban los delincuentes de los años ochenta. Al acortar el largo de la escopeta, el atracador puede esconderla entre las ropas sin que quede a la vista de todos. Pero también tiene un objetivo más terrorífico. Esa arma, a corta distancia, es letal para la víctima porque los impactos abren grandes orificios en el cuerpo.

Las otras dos escopetas intervenidas son una repetidora que almacena cinco cartuchos y un sexto en la recámara, y una paralela, muy utilizada por cazadores profesionales y aficionados al tiro. La Guardia Civil está indagando cuáles son los legítimos dueños porque ninguna pertenece a los detenidos.