Barack Obama pasará a la historia de EEUU. /AP
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Barack Obama se convierte en el primer candidato negro a la presidencia de Estados Unidos

"Abierta" a la posibilidad de convertirse en vicepresidenta del partido, Hillary Clinton aún no reconoce su derrota

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Día de infarto en la campaña, cuya lucha ha llegado a su fin. Después de cinco meses y 54 elecciones sudando cada delegado, ayer los indecisos del partido se precipitaron en una lluvia de compromisos públicos que hizo cambiar el marcador de la campaña a más velocidad que el de un partido de baloncesto. Poco antes de que cerraran las urnas de Montana y Dakota del Sur, Barack Obama entró en la historia de EEUU como el primer candidato de color en representar a uno de los dos grandes partidos que se reparten invariablemente la presidencia, sin que por ello Hillary Clinton haya reconocido aún su derrota.

“Hoy terminamos un viaje histórico y empezamos otro que traerá un nuevo día a EEUU”, dijo el hombre que disputará la sucesión de George W. Bush al republicano John McCain. Su agradecimiento iba dirigido “a los que habéis elegido no escuchar vuestras dudas y vuestros miedos sino vuestras más grandes esperanzas y más altas aspiraciones”. Porque miedos y teorías conspirativas no faltan.

¿Un negro en la Casa Blanca? La idea levanta ampollas en las capas más racistas y reaccionarias de EEUU. La posibilidad de que uno de los desequilibrados que le creen el “Manchurian Candidate” (traducida en España como El Candidato del miedo) decida “librar” a su país de esa amenaza es cada vez más temida. John F. Kennedy, Martin Luther King y Bobby Kennedy laten en la memoria colectiva de los grandes sueños ahogados en tragedia. Por eso ayer la seguridad y los servicios secretos que desde hace meses responden a las muchas amenazas que recibe afinaron el teleobjetivo de sus rifles desde los tejados vecinos.

Alabanzas mutuas

La multitud que acudió a esta coronación histórica en el pabellón deportivo de St. Paul, donde los republicanos celebrarán su convención, formó una cola kilométrica que serpenteaba alrededor de una veintena de manzanas. Había jóvenes que empezaron la cola a las 7.30 de la mañana con el entusiasmo de quien acude a un concierto de los Rolling Stones. Dentro, pocos se percataron de que la noche no se estaba cerrando con tanto éxito como se preveía. Obama ganó Montana por 58% a 40%, pero Hillary Clinton le venció por sorpresa en Dakota del Sur por 55% a 45%.

Obama se deshizo en halagos para la formidable rival a la que ha batido y que le ha hecho “un mejor candidato” poniéndole las cosas difíciles. “Ella ha hecho historia no sólo por haber logrado lo que ninguna otra mujer había hecho antes, sino por haber inspirado a millones de estadounidenses con su fortaleza, su valor y su compromiso con las causas que nos traen aquí esta noche”, la felicitó.

La ex primera dama le devolvió desde Nueva York un cumplido casi de compromiso, sin reconocerle siquiera su victoria en Montana, mucho menos el haber cerrado al fin la nominación del Partido Demócrata que ella aún persigue incomprensiblemente. “La pregunta ahora es ¿qué hacemos a partir de aquí? Y dado lo lejos que hemos llegado y a dónde necesitamos llegar como partido, es una pregunta que no me tomo a la ligera. Ésta ha sido una campaña larga y no voy a tomar decisiones esta noche”.

Los analistas coincidían anoche en que su falta de humildad a la hora de reconocer la histórica victoria de Obama al frente de las primarias debilita sus posibilidades de ser aceptada como vicepresidenta en el equipo del nominado y, desde luego, daña su reputación. Con todo, David Axelrod, principal estratega del ya virtual candidato demócrata, hablaba anoche en plural de ambos como si su emparejamiento político para las elecciones de noviembre fuera ya un hecho.

McCain, muy parecido a Bush

Por último, el senador de Illinois ha querido dejar claro que sus diferencias con el candidato republicano, John McCain, no eran personales sino profesionales y ha recalcado que el candidato republicano apenas es diferente al impopular presidente George W. Bush. "No hay cambio cuando McCain dice que quiere continuar apoyando la política de Bush, no hay cambio cuando no se ayuda a las familias norteamericanas a hacer frente a las deudas. El cambio implica una política exterior diferente".

Obama ha criticado con firmeza la promesa de McCain de mantener la estrategia de Bush en Irak. "No es una buena opción continuar manteniendo las tropas del país en Irak. Debemos ser cuidadosos en salir de Bagdad como lo fuimos al entrar. Pero debemos comenzar a salir. Es tiempo de que los iraquíes tomen la responsabilidad de su futuro", ha agregado.

Más amable se ha mostrado John McCain, que ha calificado de "adversario formidable" a Barack Obama y ha alabado a Hillary Clinton, de la que ha destacado su "tenacidad y valor". El candidato republicano, que se ha distanciado de Bush en un discurso pronunciado en Nueva Orleans, ha declarado el comienzo de las elecciones generales.

Pero no todo han sido palabras agradables hacia el primer candidato negro a la presidencia de EEUU, ya que McCain ha afirmado que "los estadounidenses deberían de estar preocupados sobre las creencias de un candidato que dice que está preparado para hablar, en persona y sin condiciones, con los tiranos desde La Habana hasta Pyongyang, pero que no ha viajado hasta Irak para reunirse con el general David Petraeus, y ver sobre el terreno el progreso que amenaza con revertir".