El Papa Benedicto XVI permanece junto al presidente estadounidense George W. Bush durante el acto de bienvenida realizado en la Casa Blanca. /EFE
recepción en la casa blanca

Benedicto XVI insta a Bush a solucionar los conflictos con «el apoyo de la diplomacia internacional»

En un guiño al país anfitrión, el Papa ha hecho alusión en su discurso a George Washington al afirmar que la religión y la moralidad "son soportes indispensables" para la prosperidad política

WASHINGTON Actualizado: Guardar
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En su primera visita oficial al país, el papa Benedicto XV ha sido recibido en la Casa Blanca con himnos nacionales y una salva de 21 cañonazos. Entre vítores y al son del 'Feliz cumpleaños' el Pontífice ha instado a Estados Unidos a seguir ocupándose de solucionar conflictos, con "el apoyo paciente de la diplomacia internacional", en un discurso antes de reunirse en privado con el presidente George W. Bush.

Si bien el Pontífice llegó ayer, en un viaje sin precedentes, a la capital estadounidense, donde fue recibido a pie de pista por el presidente Bush y su familia, no ha sido hasta hoy cuando el gobierno estadounidense ha querido hacer oficial la bienvenida y ha congregado a cerca de de 9.000 personas entre invitados y feligreses en los jardínes de la Casa Blanca, entre los que se encontraban la familia Bush al completo, el vicepresidente, Dick Cheney o la secretaria de Estado, Condoleezza Rice.

Tras la bienvenida, Benedicto XVI se ha dirigido a los presentes en un discurso basado en la defensa de la libertad en general y de la libertad religiosa en particular. Ratzinger ha valorado que Estados Unidos se haya "mostrado siempre generoso en salir al encuentro de las necesidades humanas inmediatas, promoviendo el desarrollo y ofreciendo alivio a las víctimas de las catástrofes naturales". En este sentido, ha comunicado su "esperanza de que esta preocupación por la gran familia humana seguirá manifestándose con el apoyo paciente de la diplomacia internacional orientados a solucionar conflictos y a promover el progreso".

El concepto de libertad

El Pontífice ha comenzado su discurso, centrado en la libertad, explicando que llega a EEUU "como amigo y anunciador del Evangelio, como uno que tiene gran respeto por esta vasta sociedad pluralista". Asimismo, ha explicado que "los católicos de América han ofrecido y siguen ofreciendo una excelente contribución a la vida de su país", y desea que su visita , que durará hasta el domingo 20 de abril, "pueda ser fuente de renovación y esperanza para Estados Unidos".

Desde los albores del nacimiento de EEUU, "la búsqueda de la libertad de América ha sido guiada por la convicción de que los principios que gobiernan la vida política y social están íntimamente relacionados con un orden moral, basado en la señoría de Dios Creador".

El Papa, que durante su estancia mantendrá encuentros con representantes de otras religiones, ha destacado cómo "las creencias religiosas" han sido una "contante inspiración" y una fuerza de orientación en EEUU, claro ejemplo de ellas han sido la lucha contra la esclavitud y el movimiento de los derechos civiles.

La defensa de la libertad

Para el Pontífice, la defensa de la libertad "es una llamada a cultivar la virtud, la autodisciplina, el sacrificio del bien común y un sentido de responsabilidad ante los menos afortunados" y que exige "el valor de empeñarse en la vida civil, llevando las propias creencias religiosas y los valores más profundos a un debate público razonable".

El Papa, que ha citado a su predecesor, Juan Pablo II, que decía que "en un mundo sin valores la libertad pierde su fundamento" y que una "democracia sin valores pierde su propia alma", así como al presidente George Washington que, en su discurso de despedida, afirmó que la religión y la moralidad "son soportes indispensables" para la prosperidad política.

Dirigiéndose a los estadounidenses, Ratzinger ha señalado que "la democracia sólo puede florecer cuando los líderes políticos, y quienes ellos representan, son guiados por la verdad y aplican sabiduría, que nace de firmes principios morales, a las decisiones que conciernen la vida y el futuro".

El Papa ha terminado su discurso expresando su gratitud por este encuentro, y deseando "justicia, prosperidad y paz" al país, y ha concluido con una de las frases símbolo en EEUU: "Que Dios bendiga a Estados Unidos".