FÚTBOL | copa del rey

Callejón no entiende de trámites

Mourinho alineó por vez primera a seis canteranos pero tuvo que recurrir a Di María y Benzema para doblegar al Alcoyano

MADRID Actualizado: Guardar
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Frío en Madrid y sopor en el Bernabéu, salvo para el millar de animosos hinchas llegados desde Alcoy que festejaron una jornada histórica y una derrota muy digna. Los blancos cumplieron el trámite en el primer partido en el que Mourinho salía con seis canteranos. Chavales que no dieron un golpetazo en la mesa para abrirse paso. Atesoran clase y buena escuela pero el carácter esforzado suele forjarse desde la necesidad, no en la academia. Y dicen los clásicos futboleros que a esta generación le falta arrojo, hambre. Tuvo que recurrir el técnico portugués a Di María y Benzema para abrir la lata alicantina pese a las buenas maneras de tipos como José Rodríguez.

Gafe para los capitanes en el Bernabéu, ambos con el maldito dorsal con el 18 a su espalda. ¡Qué mala suerte la de Albiol! El internacional apenas cuenta para Mourinho, trata de cumplir cuando sale de medio o de lateral, posiciones forzadas para sus características, y encima se rompe en el primer minuto del trámite ante el Alcoyano. Se le engancha la pierna y se retuerce de dolor. Intentó seguir pero enseguida se fue a la ducha con un esguince de tobillo. Y media hora después, el que quedó tendido fue Dani, el 'jefe' de los alicantinos. Se tocó el aductor y no pudo ver cumplido el sueño de terminar la noche en uno de los grandes escaparates universales.

Al margen de las temibles lesiones, poco, pero muy poco, dio de sí un primer tiempo tedioso, sin ritmo, sin chispa, sin fútbol. Mourinho alineó a cuatro chavales, quizá con la intención de que salieran a comerse el campo para reivindicarse, pero les falta hambre para triunfar en este negocio-espectáculo. El que puso más ímpetu fue Cheryshev, el primer jugador ruso en la historia del club blanco, y se llevó las mayores ovaciones de un Bernabéu. José Rodríguez, autor de un golazo en El Collado, dejó buenas sensaciones. Se coloca bien, hace de maravilla las ayudas y distribuye con tino. Al medio de etnia gitana le sobra calidad pero se echa de menos algo de valor para pedirla más. Tener por delante a Modric y a Özil tiene que imponer a un niño de 17 años. Sin mucho brillo y sin gran continuidad, el croata aportó más que un alemán desorientado, confundido quizá por los castigos de Mourinho y hasta faltón con los rivales. Y Kaká no estaba ni convocado, dicen unos que por un pisotón y otra versión que por decisión técnica.

Los porteros apenas tuvieron que intervenir en ese primer acto. Adán no fue nunca acosado por los jugadores de Asier Garitano, agarrotados quizá por ese miedo escénico, y el debutante Adrián Murcia vivió más tranquilo de lo que imaginaba. Meritorias, para desviar sendos disparos de Modric y de Callejón, pero solo dos paradas.

Mourinho no asomó del banquillo hasta que saló para saludar a Cheryshev tras sustituirle por Di María. Había transcurrido una hora y, salvo las lesiones, Chamartín seguía huérfano de noticias. Menos efusivo se mostró con Morata, que pasó sin pena ni gloria. Nada que ver con su estelar actuación en el Ciutat de Valencia, donde salió y marcó el gol de la victoria. Entró Benzema y en su primera aparición asistió a Di María, que marcó de tiro ajustado a la base del palo. Selvas fue expulsado por protestar de forma airada un presunto fuera de juego. Con más espacios, José Rodríguez ofreció el mejor pase largo de la noche, a lo Xabi Alonso. Pero Callejón controló mal. Cerró el duelo Callejón con dos buenos goles, el primero tras un pase magistral de Özil, y la noche se fue como vino. Solo la recordarán los visitantes. La Copa a doble partido es un torneo mustio.