ANDALUCÍA

Lo que gana el presidente y una visita inesperada

Griñán convierte su declaración de la renta en el golpe de efecto de la jornada

SEVILLA. Actualizado: Guardar
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Lo que más curiosidad despertó ayer en el Parlamento fue conocer lo que Griñán ha declarado como ingresos en su declaración de la renta de este año en víspera de que acabe el plazo de Hacienda para entregar el borrador del ejercicio pasado. El gesto de Griñán entregando su declaración de la renta de los tres últimos años a la presidenta del Parlamento, Fuensanta Coves, para que lo hiciera público fue un golpe de efecto de su discurso del mediodía e iba cargado de provocación. Griñán lo puso como ejemplo de la transparencia democrática sobre la que giraron varias de sus propuestas y como invitación para que los demás políticos hicieran lo mismo.

Griñán hace la declaración conjunta con su mujer, María Teresa Caravaca, y el pasado ejercicio los ingresos de la pareja fueron de 80.327 euros, 7.000 menos que en 2009 y 5.000 menos que en 2008, fruto del recorte a los sueldos de los políticos con motivo de la crisis.

El gesto era en realidad un pequeño dardo envenenado a Javier Arenas, como se encargaron de transmitir en los pasillos algunos socialistas que rápidamente exigieron al presidente del PP que hiciera lo mismo. El dirigente popular cogió el guante y durante el almuerzo preparó la réplica. Arenas recordó a Griñán que es obligatorio para los diputados entregar una copia de la declaración a la Cámara (aunque esta no puede hacerla pública), y explicó que él y su mujer, Macarena Olivencia, la presentan por separado, ya que ella trabaja como abogada en un despacho. «Ella está aquí, y me ha dicho que está esperando a que se la pida», le espetó con ironía Arenas.

Una cabezadita

La esposa de Arenas suele acudir a algunos de los debates del líder popular. Ayer compartió asiento en la tribuna de invitados a la que acudieron numerosos cargos socialistas, entre ellos el delegado del Gobierno en Andalucía, Luis García Garrido, al que se le vio echar alguna cabezadita durante la intervención de Griñán.

El presidente no se olvidó de la ironía de Arenas en la réplica y le pidió que no se pusiera a la defensiva porque él no había aludido a su mujer ni a nadie sobre la declaración de la renta. «No quiero que se sienta agredido», le dijo a Arenas. Con anterioridad el líder popular había propuesto «un paso más» en la transparencia democrática para que los familiares directos de los cargos públicos no hagan contratos con la Junta y estos tampoco puedan hacerlo hasta cinco años después de dejar el cargo, en referencia a las reiteradas denuncias que el PP viene haciendo de los dirigentes socialistas de la Junta.

Mientras Arenas y Griñán rivalizaban en propuestas de transparencia democrática y por el empleo, en la tribuna de invitados escuchaban atentos los líderes sindicales de UGT y CC OO, Manuel Pastrana y Francisco Carbonero, respectivamente, y el presidente de la CEA, Santiago Herrero.

La presencia de Santiago Herrero fue también otra sorpresa, ya que había anunciado que no iría al debate, lo que se interpretó como un desaire al presidente Griñán, con cuyo gobierno mantiene un distanciamiento en los últimos meses. Una reunión del presidente de la patronal con miembros de la Junta el día antes limó asperezas y se tradujo en la presencia de Santiago Herrero en el Parlamento.Incluso el presidente de la patronal saludó las inversiones propuestas por Griñán para las empresas y para obra pública.