El sector crítico del PSOE pide la dimisión de toda la cúpula local

«El que avisa no es traidor, y lo hemos avisado hasta la saciedad». En opinión del todavía concejal del Ayuntamiento de Jerez y uno de los miembros del sector crítico del PSOE local, Francisco Benavent, la derrota de las siglas socialistas en las elecciones municipales «se veía venir». Eso sí, tan mayúsculo descalabro no entraba ni en las peores quinielas, ya que tal como recalcó ayer Benavent «lo que podíamos esperar era un descenso a los ocho o nueve ediles, pero no lo que ha ocurrido, que es un hundimiento total».

Esta caída en picado de los 15 a los cinco concejales y la pérdida de feudos emblemáticos como La Granja o las pedanías, «donde destruido lo que se había construido durante años», es «un trago difícil de digerir» para la familia socialista y la razón de peso para que el que fuera secretario general del PSOE de Jerez y uno de los emblemas del sector crítico reclamara ayer a los actuales dirigentes que «asuman su responsabilidad, dimitan y dejan paso para la renovación».

Benavent, que ayer recalcó que se expresaba a título personal -aunque este medio recabó también la conformidad con estas declaraciones de buena parte de los ediles considerados díscolos-, dejó claro que la excusa de la crisis y la tendencia general a la baja del PSOE en las urnas no sirve para explicar lo ocurrido en Jerez, sobre todo porque «aquí el descontento ha ido más allá, se han cometido muchas equivocaciones que nosotros quisimos hacer ver en su momento, y de eso hay unos responsables claros con nombres y apellidos».

De esta forma, el edil en funciones de Juventud señaló directamente a «los que han dirigido la estrategia del partido y el gobierno local en los últimos años», empezando por la secretaria general, Pilar Sánchez, pero sin olvidar a algunos que «tampoco han estado a la altura de las circunstancias» como los tenientes de alcalde Francisco Lebrero y Casto Sánchez.

«No valen las excusas de que no les han dejado trabajar, hay que asumir errores y entender que la gente nos ha castigado con su voto porque, entre otras cosas, cuando se promete más allá de lo que se puede y no se cumple la gente se te vuelve en contra», recalcó Benavent, que insistió en que «aquí las cosas se han hecho de forma muy deficiente y se ha perdido toda la credibilidad».

En este punto, y para poder salir adelante y que el PSOE se recupere de este resultado que «es el peor de la historia del partido, porque hasta en el año 1995 había más colchón de votos que ahora, cuando hemos roto el suelo», Benavent tiene claro que el proceso no lo pueden liderar «los mismos que nos han metido en el agujero».

Por eso, el que fuera secretario general insta a toda la cúpula local del PSOE (y menciona directamente además de a Pilar Sánchez a la secretaria de Organización, Charo Cano, y al secretario de Comunicación, Salvador León) a que «dimita de una vez, y no pongan sus cargos a disposición del partido porque eso siempre es así sean como sean los resultados». «Deben marcharse y permitir que otros lleguen para hacer una reflexión profunda y conformar una unidad que ahora no existe», añadió.

Y en este punto lanzó un aviso a navegantes y dejó claro que «este proceso debe hacerse con la experiencia de los militantes de siempre, por encima de la juventud». «Las 'bibianitas' y las 'susanitas' (en referencia a nuevos valores del socialismo como la secretaria de Igualdad, Bibiana Aído, o la secretaria de Organización del PSOE-A, Susana Díaz) por sí solas no van a llegar a nada, como el vino de Jerez que se hace con vino nuevo y vino viejo aquí hay que hacer lo mismo», recalcó este edil en funciones que el día 1 de junio se reincorpora a su puesto de trabajo en el Centro Andaluz de Flamenco (CAF), pero que recalca que «estoy a disposición de mi partido para lo que quiera».

«Airear las crisis internas»

El encargado ayer de salir al paso de las afirmaciones de Benavent fue el vicesecretario general y número dos de la candidatura, Francisco Lebrero, que ayer hizo autocrítica y recalcó que el resultado electoral es fruto de «una desconexión entre las prioridades de la ciudad y las que ha defendido este gobierno, porque sin duda ha faltado comunicación con la calle y algo hemos hecho mal».

Pero Lebrero dio también un tirón de orejas a los suyos y expuso que «se ha dedicado demasiado tiempo a airear discrepancias internas», al tiempo que replicó a Benavent que «es paradójico que quién no ha ganado nada en 25 años en el PSOE, ni dentro ni fuera, se manifieste ahora con esa contundencia a la hora de pedir dimisiones». «Sin duda falta coherencia, y aunque respeto su opinión estrictamente personal, creo que él no es una voz autorizada y que ha quedado claro que la cúpula regional de este partido ha dicho que ahora no toca ese debate que tampoco se puede circunscribir solo a lo local», dijo antes de añadir que «Pilar Sánchez ya ha puesto su cargo a disposición del partido para la nueva etapa».

En este punto, Lebrero pidió mesura y análisis, y tiempo para «detectar bien los errores y ponerse a trabajar». «Ahora es el tiempo de la reflexión, no el de la confrontación», apostilló.