Pasar del ayer al futuro es lo que se ha pretendido conseguir con la transformación de la céntrica vía. :: C. C.
Ciudadanos

Las promesas incumplidas del tranvía

Los comerciantes se han quedado sin las ayudas anunciadas, no hubo tramos de 150 metros ni tampoco reordenación del tráfico La complejidad de la actuación no permitió que se siguiera con el planteamiento inicial de trabajo

SAN FERNANDO. Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Toda obra sin excepción conlleva una serie de molestias inevitables que dependen de la magnitud del proyecto. Ruidos, suciedad, incremento del presupuesto, contratiempos que alargan los plazos... Si todo ello se lleva a un eje principal de una ciudad para transformarlo de principio a fin, es evidente que el incordio y las incomodidades se vuelven incalculables. El problema es que, en este caso, las consecuencias de los trabajos también lo son, y cuando las máquinas entraron en la calle Real era imposible conocer el verdadero alcance para los negocios, los residentes y los ciudadanos en general. Con el fin de minimizar este impacto las administraciones competentes hicieron una serie de promesas que, con el paso del tiempo y debido a las necesidades de la actuación, cayeron en saco roto.

Uno de los primeros mensajes que se realizaron era que la obra se iba a realizar por tramos y que su longitud no superaría los 150 metros. Es más, hasta que no hubieran finalizado los trabajos de uno de los tramos no se abriría otro. Algo que no se pudo sostener durante mucho tiempo. El mal estado de las canalizaciones de la vía, así como las inclemencias climatológicas obligó a ampliar las zonas de actuación, hasta tal punto que llegó a perturbar a casi la totalidad de los dos kilómetros de extensión que tiene la Calle Real. Ante los contratiempos encontrados los plazos de la obra se han tenido que alargar. En un principio, se anunció el fin para 18 meses después de su comienzo, es decir si las máquinas entraron el 1 de septiembre de 2008 tendrían que haberse ido en marzo de este año. Ahora se espera que los trabajos estén concluidos para la próxima primavera (en torno a mayo de 2011) es decir una ejecución de 32 meses.

Durante los cortes al tráfico se iba a procurar dejar libre las calles trasversales con una reordenación del tráfico de la ciudad. Un plan que aún no ha sido presentado, mientras que las transformaciones de las calles se han ido acometiendo según las necesidades. Los grandes cambios para adaptar el tráfico se han reducido al cambio del parque Almirante Laulhé como rotonda hace varios meses (en vez de acoger a los carriles en ambos sentidos) y el cambio que ha experimentado Reyes Católicos. En muchas ocasiones los conductores han tenido que perderse por calles del casco histórico ante la imposibilidad de pasar desde Pery Junquera hasta la Ronda Norte (o viceversa) cruzando el centro. Otra de las actuaciones complementarias pendientes es la reurbanización del primer tramo de todas las calles transversales a Real, un trabajo que no se iniciará hasta que se termine la obra principal, aunque en un principio se habló de la posibilidad de que se realizará a la par de la finalización de los tramos de 150 metros. El PP lleva semanas pidiendo que se acometa este arreglo.

¿Qué ayudas?

Aunque sin duda la promesa que más daño ha hecho, la que más duele son la de las ayudas a los comerciantes que se vieran afectados por las obras. Sí es cierto, la crisis ha hecho mella porque ha disminuido los clientes, pero tampoco ayuda que en pleno mes de diciembre el comercio esté lleno de vallas o que para entrar en él se tenga que pasar por un barrizal. Hasta medio centenar de establecimientos se han perdido a lo largo de la vía. Pero, no ha habido ningún tipo de ayuda, «que seguiremos reclamando», afirmó la presidenta de la asociación de comerciantes (Acosafe), Cristina Arjona.

Ni siquiera una fluida comunicación en algunos casos, ya que hay comerciantes que han denunciado que al llegar a su tienda no podían abrir por tener una valla al frente. Un día de venta perdido y en época de crisis.