Un agente revisa un cargamento de 'coca', que fue interceptado en el puerto de Algeciras. :: LA VOZ
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El tráfico internacional de cocaína le gana terreno al negocio del hachís

Las Fuerzas de Seguridad detectan las primeras bandas, asentadas en la provincia, que importan la droga directamente de los países productores

CÁDIZ. Actualizado: Guardar
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Los primeros síntomas de que el negocio de la droga estaba cambiando en la provincia comenzaron a diagnosticarse a partir de 2006, cuando los primeros cargamentos de cocaína eran incautados en suelo gaditano y se empezaba a vislumbrar que Cádiz no era sólo lugar de papelinas y distribución a pequeña escala. Esa tendencia se ha convertido en una realidad: el tráfico internacional de polvo blanco le está ganando terreno al hachís. En 2009, crecieron las incautaciones de coca (1.119 kilos) frente a un descenso de las partidas de cannabis retiradas del mercado negro (178.653 kilos). Si bien, esa última cifra es la segunda más alta registrada en la presente década y sólo superada por los más de 230.000 kilos requisados en 2008. «Lo que indica que nuestro territorio continúa a la cabeza de la entrada de hachís» en el país.

Esta valoración aparece en la memoria de la Fiscalía de Cádiz, en su apartado sobre la lucha contra el narcotráfico, donde pone de relieve, como principal novedad con respecto al análisis de otros años, el asentamiento de bandas, de carácter internacional, que importan la cocaína directamente desde los países productores, sin recurrir a los representantes de los cárteles que están afincados en Madrid. De esta forma, la provincia no es sólo lugar de paso de cargamentos introducidos por la costa y con destino final a Europa; sino que está recibiendo cocaína para su distribución por las localidades gaditanas. «Un salto cualitativo», como subraya la Fiscalía, que se produce por el auge en la demanda de esta sustancia entre los consumidores. Los narcos ven así en esta zona un mercado propio por explorar.

'Operación Santa Cruz'

Una de las investigaciones desarrolladas en 2009 y que le mostró a los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado esta evolución del narcotráfico que se padece en el ámbito local, fue el 'caso Santa Cruz'. El grupo de estupefacientes de la Policía Nacional de Jerez desmanteló una organización que enviaba a 'correos' desde Cádiz a Bolivia para hacerse con partidas de cocaína que directamente introducían en Jerez -principal centro de distribución de esta sustancia en la provincia-. En julio de ese año se dio por concluida unas pesquisas que permitieron bloquear la salida de cuatro 'muleros' gaditanos que pretendían llegar a España con kilos de cocaína que presumiblemente iban a ser vendidos en la provincia. Dos de ellos fueron arrestados en días distintos en el aeropuerto de Guarulhos (Sao Paulo, Brasil), otro en Amsterdam y un cuarto en el aeródromo de Corumba-Mato Grosso del Sur (Brasil).

Hasta la fecha, tanto la Policía como la Guardia Civil sólo habían detectado bandas locales, muchas de ellas clanes familiares, que se abastecían en Madrid. Sin embargo, las organizaciones con contactos directos con los cárteles que controlan la cocaína en Sudamérica revela una posición mucho más estratégica e importante en el tráfico internacional de una sustancia que está en pleno auge entre los consumidores.

Más de un 21% de adictos

Los datos sobre adictos a esta droga revela un avance fuerte y es una de las variables que maneja el Ministerio Público para confirmar que el polvo blanco está también desplazando al hachís como estupefaciente de moda. Según los datos de la Red Pública de Atención a las Drogodependencias de Cádiz, el año pasado acabó con 6.749 personas en tratamiento, de las cuales un 21,96% estaba enganchado sólo a la coca o ésta era su sustancia principal. Es decir, uno de cada cinco toxicómanos bajo tratamiento es por culpa de la cocaína.

Por otro lado, la Fiscalía, por segundo año consecutivo, vuelve a alertar del recrudecimiento a la hora de actuar de las organizaciones de narcotraficantes de la provincia, que recurren a secuestros, agresiones y otro tipo de ajustes de cuentas para saldar sus deudas. Un nivel de peligrosidad que va en aumento y que tiene a la figura del sicario como ejemplo de esta nueva problemática que comienza a sufrir, por ahora de forma indirecta, la provincia.

Pero entre tanto aviso y análisis preocupante también hay datos positivos como el descenso en las incautaciones que se vienen realizando en la desembocadura del Guadalquivir. Para el Ministerio Público el refuerzo de la vigilancia en esa zona sensible ha obligado a los narcos a probar en otros puntos del litoral.