La plantilla del Real Madrid, convencida de romper la maldición del Heliodoro Rodríguez. :: LA VOZ
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El Real Madrid regresa a su 'isla maldita'

Pellegrini se aleja del pasado y exige máxima concentración para vencer al endeble Tenerife y alcanzar el liderato provisional Los blancos vuelven al Heliodoro con la necesidad de ganar para dar caza al Barcelona

MADRID. Actualizado: Guardar
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Han pasado casi dos décadas, un sinfín de entrenadores, jugadores, polémicas, rumores sobre primas e incluso presuntos sobornos, pero los recuerdos son imborrables cuando el Real Madrid visita Tenerife, su 'isla maldita'. Un lugar donde Jorge Valdano, entonces técnico 'chicharrero', prometió que algún día devolvería a los blancos todo lo que les había quitado. Historias transmitidas de padres a hijos acerca de maletines, del árbitro Gracia Redondo, de la mano de Toni que se fue al limbo, de las caídas en el área de Zamorano, de Buyo, de Agustín, de dos Ligas regaladas 'in extremis' al 'dream team' de Johan Cruyff en los primeros años de los noventa.

Un viejo 'vía crucis' para el madridismo sobre el que todavía se le pregunta a Pellegrini. Tiene un recuerdo vago, distante, frío. «Me acuerdo de aquellas Ligas de Tenerife, aunque las viví desde Chile», resumió en un intento de focalizar en el presente, en la necesidad de lograr la sexta victoria en Liga, un triunfo que dejaría al Madrid líder provisional y presionaría al Barça en su duelo ante el Málaga. Y un éxito que eliminaría viejos fantasmas y acentuaría el optimismo generado tras el 6-2 y la exhibición de Cristiano Ronaldo ante el Villarreal. Un astro luso al que, según su técnico, no se necesita dosificar. Corriente de energía positiva que contrasta con la negatividad provocada por la derrota en Lyon, todavía pendiente de revancha.

El chileno dice haber preparado a conciencia esta visita a un recién ascendido que sufre en zona de descenso, que ofrece un fútbol atractivo con el valenciano José Luis Oltra en el banquillo pero que es víctima de su osadía, de su defensa adelantada, de una ingenuidad impropia de un equipo de Primera. Si no cierra líneas, se junta y presiona con más fuerza, podría sucumbir ante Cristiano y compañía. Aunque no estarán Guti ni el francés Benzema, autor de dos de los tres goles en la primera vuelta. Ambos son víctimas de la pubalgia, dolencia de moda en los futbolistas. Tampoco Arbeloa, sancionado. Lo más lógico, que entre Garay de central y Ramos pase al lateral. También ha probado allí con Lass. Por si la ocasión lo merece, ha convocado a los canteranos Mosquera y Marcos Alonso, nieto del férreo Marquitos e hijo del móvil extremo de Barça y Atlético.

Pellegrini desconfía de los insulares, pese a que han encajado 44 goles en 23 partidos, sólo superados en el aspecto negativo por los 47 del Zaragoza. «Es un rival que complicó mucho al Barcelona, Valencia y Sevilla, y que juega bien al fútbol . Cometeríamos un gran error al pensar que vamos a golear y que tenemos tres puntos asegurados». Lo dice un chileno. Cuidado con relajarse, intentar ganar sólo con el escudo y administrar esfuerzos.

Pragmático y peleado con los grandes titulares mediáticos, el técnico blanco evitó entrar en el debate sobre si Navas sería un refuerzo mejor que Ribery y puso cara de extrañeza cuando se le preguntó por el rifirrafe dialéctico entre Xabi Alonso y Cristiano a raíz del último penalti que terminó de hundir al endeble 'submarino'.