Lujo y famosos en la boda de la hija de El Turronero

Imagine una feria con todos sus ingredientes: casetas, atracciones, puestos y hasta vendedores ambulantes. Trasládela a una finca, conviértala en la celebración de una boda y disponga unos invitados de postín. Y complétela con regalos inimaginables, un menú de lujo y detalles inéditos en celebraciones de este tipo. Ahora deje de imaginar; es momento de convencerse de que días atrás se celebró muy cerca una cita así. Nunca antes se había celebrado algo parecido en esta provincia, al menos que se tenga constancia.

Fue el sábado. Todavía suenan los ecos del enlace matrimonial entre María del Carmen López y Juan Alfonso Cano. Los nombres difícilmente resultarán reconocibles para quienes no sean de Ubrique o de Jerez. Algo más si se apunta que ella es la hija del empresario José Luis López, popularmente conocido como El Turronero, recientemente presente en los medios de comunicación por su presunta implicación en el ‘caso Karlos’, que tiene como imputada también a María José Campanario, esposa del torero Jesulín de Ubrique.

Sin embargo, en la ciudad del vino, los caballos y el flamenco, al igual que en buena parte del resto de la provincia, la popularidad de El Turronero no es ni mucho menos reciente. Se trata de un empresario muy conocido, pese a su escasa exposición mediática. Se le considera un personaje influyente en más de un municipio, actor principal en numerosos negocios y en múltiples operaciones urbanísticas de calado. Y muy bien relacionado, tanto dentro como fuera de las fronteras gaditanas. Incluso más allá de los Pirineos.

No debe extrañar, por tanto, que a la boda de su hija asistiesen invitados de postín. En la lista aparecían, por ejemplo, Mario Conde; los exalcaldes jerezanos Pedro Pacheco y Pilar Sánchez; el empresario y expresidente del Xerez y del Betis Luis Oliver; el entrenador Esteban Vigo; los artistas David DeMaría, Ernesto Neyra, Chiquetete, Macanita, Pepe el Marismeño, El Mani o Laura Gallego; Carlos Carretero, otro de los principales imputados en la operación Karlos; el televisivo Pedro Rollán; y Carmen Bazán y su hija Carmen Janeiro, madre y hermana de Jesulín de Ubrique, respectivamente. Y empresarios importantes llegados de diferentes puntos de la geografía española. Fueron, en total, algo más de mil.

Pero los ecos de la celebración no se deben únicamente a los nombres o la cantidad de invitados, sino a todo lo que incluyó el evento. Lujo y ostentación en su máxima expresión de principio a fin. Desde la ceremonia celebrada en la iglesia de Ubrique a las once de la mañana hasta que concluyó la fiesta posterior, pasadas las seis de la madrugada, en la finca Puente Rey, propiedad de Fermín Bohórquez y situada en la carretera Jerez-Los Barrios.

En esta última se había dispuesto todo para reproducir fielmente una feria. No faltó ni un detalle. Había atracciones, puestos de turrones, buñuelos y golosinas, farolillos, casetas y un escenario espectacular, «de ésos que más de un artista quisiera para sus conciertos», según un invitado. Hasta vendedores ambulantes –africanos auténticos, nada de actores– que ofrecían relojes y gafas de sol «a buen precio», pero que acababan siendo regaladas al invitado que mostraba un mínimo interés. «No eran baratijas, se veían que eran de calidad», apunta otro presente en Puente Rey el sábado.

Llamó especialmente la atención uno de los regalos de El Turronero a su hija: un CD grabado por reconocidos artistas como David De María, Chiquetete, Laura Gallego, Macanita, Plaza Nueva, El Mani y Pepe el Marismeño, entre otros. Once temas compuestos expresamente para la ocasión y que también fueron interpretados por cada uno de sus autores en el majestuoso escenario que presidía la fiesta.

El resto ya se puede imaginar.