fuego en la calle brasil

Un espectacular incendio acaba sin heridos graves pero con cientos de desalojados

Una chispa en las obras de un local, posible origen del fuego, que se extendió por el aislamiento acústico

Cádiz Actualizado: Guardar
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La columna de humo negro que expelía ayer el Edificio Brasil, en el número 12 de la calle del mismo nombre, era perceptible desde varios puntos de la Bahía de Cádiz. Más de cien vecinos fueron desalojados del inmueble y al menos 66 personas recibieron atención sanitaria por haber inhalado el humo, entre ellas, algunos policías y al menos un bombero. El fuego se originó alrededor de las 9.30 horas, y en pocos minutos la nube tóxica y llamas de varios metros tomaron el local que ocupa todo el bajo y el entresuelo del edificio. El local, vacío desde hace años, estaba siendo reformado para acoger un restaurante el próximo mes de agosto. Al parecer, la chispa de una radial en las obras pudo ser el origen del fuego, al prender –según los trabajadores– algún tipo de disolvente o pegamento. Las llamas se extendieron «en apenas décimas de segundo» por las paredes y el techo, recubiertos con el poliespán del aislamiento acústico, altamente inflamable. Miguel Abreu, secretario de empleo de UGT, explicaba ayer que podría tratarse de un fallo de seguridad laboral denunciable, ya que no es procedente que se realicen cortes metálicos cerca de materiales inflamables. Sin embargo, «habrá que investigar lo ocurrido», a la espera de que la Inspección de Trabajo intervenga.

La lenta combustión del poliespán inundó el local con la espesa nube, que parecía no consumirse y que impedía la entrada de los bomberos. Además, las llamas se colaron por el entretecho y el hormigón de la estructura alcanzó temperaturas de más de 100º C, por lo que el agua de las mangueras se evaporaba al instante. Debido a esto, las labores de extinción se prolongaron durante horas y de vez en cuando aparecía algunas llamaradas de los techos. Por la tarde, controlado ya el incendio, los efectivos del Consorcio aún seguían refrescando el edificio, mientras técnicos de urbanismo inspeccionaban la estructura: al parecer, dos pilares podrían estar afectados.

«Hemos dejado todo y hemos salido corriendo», relataban los obreros (eran unos 40),mientras contemplaban desde la playa cómo las llamas flameaban y el humo salía a borbotones por las dos fachadas del edificio de once plantas. El intenso calor reventó las ventanas de los dos primeras pisos, aunque el humo afectó a toda la fachada y se coló por las escaleras y algunas de las viviendas.

En el edificio hay más de 120 casas, pero muchas son vacacionales y no estaban ocupadas, de ahí que será difícil saber el número total de afectados. Cuando se originó el fuego, algunos inquilinos estaban trabajando y otros habían bajado a la playa, pero muchos aún dormían tranquilamente cuando el olor a quemado los alertó. Los vecinos de las dos primeras plantas lograron escapar por la puerta principal con ayuda de policías. Los que estaban en los pisos superiores, en cambio, se abrieron paso entre la humareda hasta la décima planta, donde pudieron pasar por medio de una escalera metálica a la azotea del contiguo hotel Tryp Caleta. Algunas personas incluso permanecieron en el interior de sus casas durante la mañana, ya que eran un lugar seguro. Pero la mayoría de los inquilinos –unas 40 personas, la mayoría ancianos, pero también parejas jóvenes y cinco niños– fueron conducidos por los bomberos hacia la azotea del Edificio Brasil, donde esperaron acompañados de policías y efectivos de Protección Civil durante tres horas, hasta que las llamas fueron sofocadas y las escaleras quedaron libres de la humareda. En torno a las 13.00 horas fueron evacuadas del inmueble, que quedó totalmente vacío. Policías locales vigilaron durante la noche que no entraran ladrones en él.

El dispositivo de emergencias fue tan espectacular como el propio incendio. La calle fue tomada durante toda la mañana por una veintena de bomberos, además de numerosos agentes de policías nacionales, locales y de la unidad autonómica, que participaron en el desalojo y en establecer un cordón de seguridad, que alcanzó el paseo marítimo y toda la calle Brasil. El tráfico en toda la ciudad, sobre todo por la Avenida, se vio irremediablemente colapsado. En el patio del número 8 de la calle Brasil se montó, por su parte, un hospital de campaña ya que se temía que hubiera heridos graves, pero finalmente solo asistieron a los que inhalaron algo de humo. De hecho, algunos afectados fueron al cercano Hospital Puerta del Mar. Se podría decir, incluso, que ha habido suerte, pues (a la espera de cuantificar los daños materiales) no hay que lamentar heridos graves, a pesar de que se trata sin duda de uno de los incendios más importantes de los últimos años.