El autor procura dibujar todos los días, aunque sea un poco. :: CEDIDA
Sociedad

«El dibujo sólo me ha dado felicidad»

El artista jerezano acaba de publicar una obra en la que repasa toda su trayectoria Gonzalo Martínez Catedrático de Bellas Artes de la Universidad de Sevilla

JEREZ. Actualizado: Guardar
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-La práctica totalidad de los dibujos ahora publicados eran inéditos. Si después de haber realizado tantas exposiciones en los últimos años, tenía todo ese material sin publicar, tiene que guardar muchísimo más.

-Son muchos años de trabajo, y lógicamente, la producción es muy numerosa, siempre he conservado parte de mi obra conmigo, porque me gusta mucho ver la evolución a través del tiempo. También influye en esto el cariño que se le tiene a algunos trabajos en particular, por lo que representan para mí en un momento determinado de mi vida. Todo esto hace que mantenga en mis archivos una buena cantidad de dibujos, muchos de ellos inéditos y que nunca han sido expuestos. Cuando realizo una obra pictórica la estudio a través de numerosos apuntes y bocetos, lo que hace que el número de dibujos vaya creciendo considerablemente, da ahí esa amplia producción.

-Apuesta por motivos populares para sus dibujos, ¿qué influencia tiene Jerez en su obra?

-Es curioso que lo que se ha vivido desde pequeño queda grabado en la mente de una forma muy especial. Recuerdo que cuando jugaba en la calle con los demás niños de mi edad veía pasar a los hombres y mujeres que volvían por la tarde de las faenas del campo, muchos camino del barrio de Santiago. Vestían ropas de trabajo, camisa, pantalón y chaleco, otros con chaqueta, algunos con una gran faja negra a la cintura, con sombrero o gorra, con una azada al hombro y con su canasto o hatillo donde llevaban su comida, las mujeres siempre vestían con trajes de muchos colores, otras iban con camisa y falda, pero debajo de éstas siempre llevaban un pantalón, el resto era muy parecido a los hombres, aunque el sombrero para protegerse del sol lo ataban bajo la barbilla con un pañuelo de colores. Esas imágenes me han acompañado durante toda mi vida. Yo vivía en la calle Pozo del Olivar en el número 12, y por allí pasaban regresando del campo, porque al final de la calle existía una entrada o salida, según se vea, las huertas y campos de labranzas estaban muy próximos a Jerez. Quizás todo esto haya influido en mí notablemente, y de ahí mi dedicación a esos personajes tan ligados a nuestra tierra y a las raíces. Somos un producto de nuestras costumbres y de nuestra historia.

-En 2010 se cumplen cien años de la Escuela de Arte de Jerez, institución en la que estudió. ¿Qué recuerdos tiene de esta etapa?

-Esos años fueron para mí de los más felices de mi vida. Tengo tantos y tan buenos recuerdos que sería imposible explicarlos pero no quiero dejar de mencionar los años que estuve dibujando con los profesores Manuel Romero y Francisco Pinto, me ayudaron muchísimo, y de alguna manera me influyeron despertando en mí ese amor por el dibujo. Después de tanto años dibujando fui premiado con el Premio extraordinario Gallego Burín, fue un galardón que se dio por una sola vez, a aquellos alumnos que por su valiosa trayectoria en el centro habían sido merecedores de esa distinción.

-Los dibujos de este libro están acompañados por un poema. ¿Qué diferencias siente al enfrentarse al dibujo o a un poema como forma de expresión?

-El dibujo y la poesía son dos manifestaciones muy arraigadas en nuestra cultura. Uno se hace mediante la belleza de la línea y la otra a través de la palabra, pero los dos siguen un mismo objetivo: expresar lo que se siente, recordando un momento vivido o soñado. En este libro los dos medios se fusionan para dar un mayor grado de emoción a lo que se quiere decir, el dibujo se entiende mejor con la palabra escrita, y la poesía llega más al lector puesto que el dibujo la potencia en un mayor grado sobre aquello que el autor quiere transmitir. No he sentido gran diferencia en estas dos manifestaciones artísticas, creo que me han ayudado, cada una en su lugar, a poder expresar mejor las motivaciones que me impulsaron a realizar la obra.

-¿Cree que el dibujo es un arte que no se reconoce como se merece?

-El dibujo es un arte de una enorme valía, y para nada se puede considerar como un arte menor, dado que esta expresión artística ha estado siempre presente. Lo que ocurre que para un público no iniciado en estos conocimientos le puede parecer como algo que no tiene el atractivo de una pintura, por ejemplo. Para mí ese tipo de opinión no tiene ningún valor que la sustente, puesto que el arte no es mejor por el mayor o menor gusto por lo bonito o agradable, el arte lo es por el contenido que tenga, por los valores que contenga, por su valor creativo, entre otras muchas cosas, y al conocimiento de éstos conceptos no se llega fácilmente. Siempre he dicho que un dibujo puede tener tanto o más valor que una obra de mayor complejidad, ya sea pictórica o escultórica, por ejemplo, porque la autenticidad que va implícita en el dibujo, por su impronta, es algo que le da una sublime carga emocional, por eso a veces vemos bocetos que superan a la propia obra.

-¿Dibuja todos los días?

-De la importancia que tiene el dibujo decía Apeles, pintor griego del siglo IV A. de C. «que no se pase día sin línea; esto es, sin dibujar alguna cosa, por muy ocupado que esté». Siguiendo este sabio consejo procuro dibujar todos los días, aunque hay ocasiones que no lo consigo, pero normalmente sí que dibujo.

-¿Cómo ve el panorama artístico entre los jóvenes? ¿Qué le falta o qué le sobra a los jóvenes artistas o a su educación?

-El panorama artístico entre los jóvenes se manifiesta como un reflejo del mundo que les ha tocado vivir, todo está como muy disperso, existe una infinidad de frentes al cual poderse dirigirse, pero a ciencia cierta no se sabe adónde, esto es muy frecuente porque el joven generalmente necesita tener una luz que le encauce el camino. Una de las soluciones que yo veo es que el joven debe mirar hacia adentro y conocerse mejor, ahí va a encontrar siempre un camino por donde avanzar, pero también resulta muy difícil conocerse a sí mismo. En cuanto a su educación el joven debe exigirse más, ser más disciplinado y, sobre todo, no tener nunca prisa. Si está lo suficiente formado el éxito siempre llega.

-Una satisfacción y un desengaño que le haya provocado el dibujo.

-Satisfacciones todas, el dibujo sólo me ha proporcionado felicidad, me ha ayudado a realizarme como hombre y como artista. Desengaño ninguno, tan sólo puedo decir que en un momento de mi vida, por necesidad económica, tuve que dedicarme a realizar un trabajo de dibujo relacionado con las artes gráficas, aquí en Jerez, y que dejé hace muchos años, quizás me decepcionaron algunas personas, que sólo veían en este trabajo un fin comercial si apreciar el valor artístico. Pero todo esto ha quedado ya muy lejano en el tiempo.

-Es catedrático de Dibujo. ¿Cómo ha ido cambiando la enseñanza de esta disciplina a lo largo de los años?

-Creo que el amor por la enseñanza del dibujo se ha ido perdiendo con el tiempo, salvo algunos centros como son la Facultad de Bellas Artes o la Escuelas de Artes Aplicadas. El dibujo se realiza muy poco, y esto es un grave error porque esta disciplina educa la mente en el concepto formativo y artístico. Muchos jóvenes de hoy piensan que a través del ordenador pueden diseñar si tener que dibujar. Estoy plenamente convencido de que si ha estudiado dibujo, aquello que diseñe con los métodos y técnicas de ahora, logrará realizarlo con mayor éxito.