. Los autores presentaron ayer la muestra en Diputación./ ÓSCAR CHAMORRO
Sociedad

González-Santiago y Vera Borja regalan a Cádiz los 'Interiores robados' del XIX

La muestra de 80 imágenes, que abrirá al público mañana jueves, recrea la atmósfera de la ciudad en 1812

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Hubo un tiempo, no tan lejano, en el que Dumas glosó la luz y el cosmopolitismo de Cádiz, en el que el Barón de Férussac la consideró «el París de España», y en el que Lord Byron la definió como la morada de Venus. Recrearse en esa época, celebrarla, «no debería servir para engordar nuestro chovinismo gadita», sino para «reivindicar un futuro que se parezca, aunque sea un poco, a eso que un día fuimos».

Con el paso de los años, los escenarios y personajes que ejercieron de testigos de aquella edad de oro (siglos XVII y XVIII) han ido desapareciendo bajo el peso de la historia. «Ha llegado el momento de rescatarlos de ese olvido, de devolvérselos a los ciudadanos». Manuel Vera Borja resume así el espíritu de Interiores robados, la muestra fotográfica que se presentó ayer oficialmente en el Palacio Provincial de Diputación y que evoca, mediante 80 fotografías de diversos formatos, «un momento de esplendor que no ha vuelto a repetirse».

Los objetivos de Juan Carlos González-Santiago y del propio Vera Borja acercan al público «casas, iglesias y palacetes donde vivieron, trabajaron y se divirtieron los protagonistas de la época más floreciente de la ciudad».

La Oficina del Bicentenario 1812 de Diputación, que tiene ya en marcha otros programas de difusión de Cádiz en el tiempo de Las Cortes, «está muy satisfecha por haber acogido esta propuesta que nos traslada a los usos y costumbres de las personas que construyeron el siglo de oro de Cádiz, sobre los que hay mucha literatura y pocas imágenes. Estoy seguro de que va a ser la joya del verano», afirmó Federico Pérez Peralta, vicepresidente de la Diputación y responsable de la Oficina creada para conmemorar el Bicentenario.

La diputada de Cultura Ana Mosquera destacó el buen resultado del esfuerzo entre distintas entidades dependientes de Diputación, como son la mencionada Oficina y la Fundación Provincial de Cultura, con la colaboración de Cajasol, para culminar esta exposición, y se ha referido a la trayectoria de los artistas «que han realizado distintos trabajos juntos, como Guada. Memoria del agua, que ya nos sorprendió por su originalidad» y ha recordado que la relación de la institución es ya larga «tanto con Manuel Vera como con Juan Carlos, que realizara uno de los primeros carteles del certamen Aduana y es autor de varias obras que integran los fondos de arte de Diputación». Juan Carlos González-Santiago se mostró «feliz, como un niño» por «haber tenido el privilegio de contar con más de un centenar de colaboradores -como Inmaculada Vilches-, para realizar un trabajo inmenso, y diría que inacabable, pero que nos ha permitido entrar no sólo en edificios maravillosos, sino contagiarnos también de ambientes que, a pesar de que están muy cerca de nosotros, sin embargo, nos resultan prácticamente desconocidos». Por su parte José Manuel Vera Borja, explicó el complejo proceso de gestación de la muestra y se refirió a la impresión que causó Cádiz en Lord Byron y en otros visitantes ilustres: «Una ciudad en la que un diez por ciento de su censo estaba constituido por extranjeros, en la que había una élite envidiada por su formación y sus ideas abiertas. Hemos tenido la suerte de poder recrear ambientes de esos tiempos y sentimos que hemos contribuido también a recuperar la memoria histórica de una ciudad culta en la que los burgueses lucharon para construir el Cádiz ilustrado y abierto que hizo posible su esplendor».

«En estas imágenes se pretende evocar una atmósfera, pero sin llegar a un montaje artificial, con sutileza y sin aspavientos, que nos acerca a esta ciudad constitucional en la que se respiraba un ambiente de libertad y de cambio». dperez@lavozdigital.es