HOMÍNIDOS. Un panel tecnológico enseña al visitante las diferentes características de la evolución humana. / ROMÁN RÍOS
Sociedad

Once miradas hacia la Prehistoria

El Centro de Interpretación Cádiz Prehistórico, que se encuentra en Benalup, se inauguró ayer con la intención de convertirse en la referencia de la arqueología gaditana

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Un viaje a la Prehistoria. Eso es precisamente lo que propone al visitante el Centro de Interpretación Cádiz Prehistórico a través de un recorrido en el que se recogen las primeras huellas de la especie humana en la provincia a través de los diferentes hallazgos que se han encontrado en sus municipios.

Once áreas temáticas repartidas en tres plantas componen un recinto pensado para ser el referente de la evolución de los primeros gaditanos. No en vano su inversión ha superado los 2.230.000 euros y ha conseguido crear un discurso museográfico que consigue combinar el criterio científico con la función didáctica. Para ello, se apoya además en las nuevas tecnologías, sobre todo, con un gran peso audiovisual.

Ayer se inauguraba este centro ubicado en Benalup-Casas Viejas, localidad que permite adentrarse en el contexto prehistórico, ya que fue allí donde a principios del siglo XX se descubrieron las pinturas rupestres de la Cueva del Tajo de las Figuras, próximas a la Laguna de la Janda. Y es desde ese momento cuando la provincia gaditana adquiere un gran protagonismo científico, llegando a tener relevancia tanto a nivel nacional como internacional.

Proyecciones interactivas

El Centro de Interpretación Cádiz Prehistórico pretende alejarse del tipo de museo convencional e intenta integrar a los propios visitantes dentro de los contenidos a través de diferentes proyecciones interactivas, recreaciones ambientales, réplicas y efectos especiales que consiguen crear una atmósfera cercana con la que poder analizar la vida en los distintos periodos de este marco geográfico. Nada más entrar el primer espacio con el que se encuentra el visitante es el de La Ciencia Prehistórica, en la que se intenta mostrar la importancia que tiene la arqueología y otras disciplinas en el conocimiento de este período cultural. Aquí se puede observar distintas reproducciones del trabajo que se ha ido realizando en la provincia bajo la presencia de los calcos realizados por Juan Cabré de las pinturas rupestres del Tajo de las Figuras y una maqueta de gran formato del Pozo del Jadramil (Arcos de la Frontera) que en realidad tiene una profundidad de nueve metros, donde se destaca la importancia del agua.

A continuación se baja al sótano para realizar Un Paseo por la Prehistoria a través de una sala con forma elíptica en la que se pretende escenificar los diferentes periodos culturales que conforman la prehistoria gaditana. Diferentes dibujos en las paredes, así como proyecciones en paneles de cristal muestran un resumen de lo que se puede encontrar en los siguientes espacios del centro.

Utensilios y pobladores

Además se observan réplicas de los diferentes utensilios desarrollados por los homínidos desde el Neolítico a la Metalurgia. Sin embargo lo que destaca de la sala es la gran estructura con tres estratigrafías que corona el centro, correspondientes a yacimientos originales de la provincia en la que se puede observar diferentes niveles de ocupación de población que se han ido superponiendo con el paso del tiempo.

En Nuestros Antepasados se muestra el posible árbol genealógico de los homínidos, contando con dispositivos retroiluminados y audiovisuales para conocer cómo se poblaron las tierras gaditanas y cuáles fueron los primeros residentes de Cádiz.

La cuarta de las salas está dedicada a la alimentación, y se presta especial atención al fuego y a la forma en la que pudo ser descubierta por los primeros pobladores de la provincia. Aquí se apunta a las tormentas como el detonante para el descubrimiento de uno de los recursos más importantes para el hombre. A continuación diferentes paneles exponen información sobre la evolución que se experimentó en el ámbito de la alimentación, desde las técnicas de conservación del pescado a las instrumentos destinadas a los cultivos. Este espacio sirve además para realizar una reflexión, a modo comparativo, sobre la dieta actual y la que se tenía en otras épocas.

En el área de útiles y herramientas se muestran en vitrinas los diferentes utensilios de arcilla, madera, piedra, hueso y metal, que se han utilizado en las diferentes etapas del hombre, además de tener reproducciones y recreaciones que permiten descubrir las técnicas de fabricación y decoración empleados por los diversos asentamientos.

Efectos

En la sala denominada Del Campamento al Poblado, destaca la ilusión técnica denominada Pepper Ghost en la que se intercalan la representación de maquetas con imágenes visuales para mostrar la importancia de la familia como forma de supervivencia para la especie humana. En estas reproducciones se ha puesto especial énfasis en los rostros con el fin de mostrar la expresividad de los primeros gaditanos.

No se podía dejar de lado los Ritos y Costumbres Funerarias. Una sala que tiene una gran iluminación pues se quiere integrar a la muerte dentro de la vida cotidiana. Para conocer los ritos vinculados con el mundo de la muerte en la Prehistoria de Cádiz se han realizado una serie de maquetas de diferentes emplazamientos gaditanos, donde de puede observar la evolución de las estructuras y ritos funerarios.

Tiempo para el ocio

Un panel interactivo da la oportunidad de vestir a los homínidos en la sala dedicada al Vestido y los Adornos. En esta zona se descubrirán los diferentes complementos usados durante la Prehistoria, además de conocer las materias primas que se utilizaban para ello.

La siguiente sala está dedicada al arte rupestre, observando diversas fotos de las pinturas realizadas en cuevas como la propia del Tajo de las Figuras, la de la Cueva del Obispo en Los Barrios o las de la Cueva del sol en Tarifa, siempre con ambientación de fondo.

La penúltima sala, muy curiosa y algo distinta a lo que se suele ver en este tipo de museos temáticos, está dedicada a la música con la representación de diferentes instrumentos de la época como la bramadera o zumbador, percusión u ocarina. Y, para que el visitante conozca cómo funcionaban, cada representación cuenta con un sensor que se activa con el movimiento para descubrir el sonido que producían los mismos.

En el último área lo que se pretende es que el visitante tenga una percepción de la Arqueología como una disciplina abierta en la que se tienen que descubrir aún muchas cosas, por lo que recoge juegos con mensajes ocultos.