Sociedad

«La felicidad sólo se alcanza con la mente»

El camino hacia la iluminación empezó para Gueshe Janchup Choeden a los 14 años. Para un niño del norte de La India, el destino está irremediablemente unido a los deseos de sus padres, pero a Gueshe le bastaron unos meses en la Universidad Monástica de Gaden Shartse para asumir que su misión en el mundo es aprehender y transmitir las enseñanzas de Buda. Hoy, el lama Gueshe Janchup Choeden es el guía espiritual de miles de fieles en todo el mundo. Su presencia en Cádiz estos días -ha venido para impartir sus lecciones en el Centro Gaden Choeling en San Fernando- no ha pasado desapercibida. Y no sólo por su cabello rasurado, los rasgos asiáticos o la túnica azafran con la que se cubre. De él, sobresale un aura pulcro, transmisor de paz, pleno de armonía. Un lama, más que compilador de sabiduría, es un practicante de eso que todos buscan y pocos hallan: «la felicidad».

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-¿Cómo llega un niño a convertirse en un Lama tibetano?

-La primera condición es haber nacido como un humano. La segunda es tener el apoyo de sus padres. Pero, sobre todo, se han de tener los sentidos intactos, sin defectos y mucho interés de espiritualidad.

-Como en cualquier religión el budismo tiene muchas ramas. ¿Cuál es el rasgo que las aúna?

-Sí, hay muchos budismos, el tibetano, el theravada, budismo chino o budismo zen. Aunque tengan sus características distintas, todas las ramas budistas tienen un acuerdo general: la filosofía y la conducta. La filosofía del budismo es la interdependencia y la conducta que hay que seguir es la de la no violencia.

-Y el que se acerca por primera vez a esta corriente, ¿qué debe hacer?

-Todo el mundo tiene acceso a muchos libros, pero la persona que se acerca por primera vez al budismo tiene la obligación de buscar los mejores. Saber y conocer es la primera condición para entrenarse, pero después hay que aplicarlas para mejorar tu vida y, sobre todo, aprender a ayudar a los demás.

-Muchos piensan que el budismo es una secta, pocos que es una religión, y la mayoría lo entiende como un estilo de vida. ¿Qué hay de cada faceta?

-El budismo es una religión muy compleja. También es una filosofía de vida, que consiste en vivir una vida perfecta. Para nada es una secta, porque las enseñanzas del budismo van en contra de las connotaciones negativas de ese término. El budismo propone liberar de todas aquellas cosas que pueden dañar al ser humano. ¿Tiene esa visión las características de una secta?

-La pregunta es obligada, ¿cómo se llega a ser feliz?

-La felicidad se alcanza cuando somos capaces de solucionar todas las causas que nos producen los sufrimientos. Muchas personas piensan que la felcidad se consigue con riqueza, pero cuando empleas las instrucciones de Buda, te das cuenta de que lo material da una felicidad muy limitada. La felicidad infinita se consigue trabajando con la mente, es la fuente de donde proviene la felicidad, Consiste en desarrollar las emociones positivas y disminuir las negativas. Buscar en las cosas externas no ayudan, cuando terminan vuelven los sufrimientos y las tristezas.

-El budismo es una religión abierta y que propaga un mensaje alentador del presente, pero también hay reglas ¿no?

-Sí, por supuesto que hay preceptos. La más importante es la de no dañar a otros y a partir de ahí ayudar a todos los seres vivos. Todo el mundo busca milagros, no pone esfuerzos para conseguir mejorar. Pero el desarrollo milagroso no existe, no te puedes comprar una lotería para ser millonario en una noche.

-Occidente precisamente está acostumbrado a comprar loterías para solucionar los problemas de la noche a la mañana. ¿Tiene posibilidades el budismo de implantarse en esta sociedad tan apática y carente del sentido del esfuerzo?

-Ese pensamiento es común en el mundo humano, no sólo en occidente. En cualquier caso el budismo tiene muchas posibilidades de extenderse en occidente porque aquí hay mayor posibilidades de educación. Cada vez hay más centros y practicantes.

-Su filosofía está cada vez más extendida en Cádiz, ¿cree que hay lugares o sociedades con más energía?

-No. La energía se puede producir en cualquier medio ambiente, no tiene que ser especial, son los habitantes los que tienen que tener un pensamiento positivo, son ellos los que generan esa energía.

-Ha pasado unos días entre la comunidad budista de Cádiz, ¿qué le diría?

-Los gaditanos no tienen que tener duda de que el budismo ofrece la posibilidad de eliminar las tristezas del ser humano. Puede ayudarles mucho, pero al final es una elección. El budismo aporta paz en la mente, y felicidad, uno está más satisfecho en su vida, y eso también dará paz y armonía al resto de la ciudad.

-¿Cómo vive un lama tibetano el conflicto político con China?

-Es un asunto mundano hablar de buenos y malos. Los monjes tibetanos sienten mucho el acoso del Gobierno de china, porque éstos piensan que los monjes tienen conexión con el movimiento de liberación del Tibet. La solución consiste en el diálogo.