«Se ha tomado conciencia del problema del agua»

Presente en la organización de la Expo de Zaragoza desde su elección como sede allá por diciembre de 2004, Emilio Fernández Castaño considera que el legado más importante de la muestra es el hecho de que el acuciante problema del agua ha calado entre la ciudadanía. «Era algo que ya sabían los expertos-afirma-, pero ahora también la gente de a pie ha tomado conciencia de ello».

-¿Qué balance hace de estos tres intensos meses?

-Aunque todavía es pronto para hacer valoraciones, estamos bastante satisfechos por el resultado y por el trabajo realizado. Zaragoza ha sido durante estas semanas la capital mundial del agua.

-¿Cuáles han sido los aspectos más positivos?

-A nivel organizativo, destacaría que se ha logrado crear un recinto de gran calidad en un tiempo récord. La participación de más de 100 países o el gran legado de trabajo que deja la Tribuna del Agua también nos ha dejado especialmente satisfechos. Y los espectáculos han gustado mucho a los visitantes.

-¿Y en lado negativo?

-Somos conscientes de que no todo se ha hecho perfecto, pero sin querer pecar de inmodestia hemos ido mejorando con el paso de los días. Lamentamos sobre todo las muertes del operario y del niño de cinco años que se ahogó en la playa fluvial.

-Ha habido quejas por las colas, por la excesiva seguridad...

-Es cierto, pero poco se puede hacer si todos los visitantes acuden a los mismos pabellones. En cuanto a la seguridad, es un precio que se ha de pagar para evitar desgracias.

-¿Qué legado deja la Expo 2008 para el futuro?

-Lo más importante es que la gente ha tomado conciencia del problema del agua. También es de destacar la excelente imagen que España ha transmitido al exterior y el hecho de que las instalaciones servirán para impulsar la ciudad de Zaragoza.