LA BOLSA

Pero si no es ninguna sorpresa...

El Ibex hizo de todo: cayó hasta los 11.540 puntos poco después de la apertura, subió hasta acercarse a los 11.800 puntos justo antes del inicio de la sesión en Wall Street y cerró prácticamente en tablas, cerca de los 11.700 puntos. Si el selectivo doméstico se desinfló en el último tramo de la sesión fue por las malas noticias procedentes del sector financiero estadounidense. ¿Por qué sigue sorprendiendo que a los bancos les vaya mal? Ya hace más de un año que el mercado sabe que está inmerso en una crisis financiera. En esta ocasión, lo que motivó las pérdidas fue la posibilidad de que el Tesoro de EE.UU. deba acudir al rescate de las dos mayores agencias de garantía hipotecaria del país, Fannie Mae y Freddie Mac, ya que seguramente no vayan a conseguir recapitalizarse en el mercado.

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Además de las malas noticias procedentes de las hipotecarias americanas, los inversores no contaban con muchas referencias más para tomar decisiones. Por eso, el volumen de contratación fue uno de los más bajos del año.

Telefónica fue uno de los principales responsables de que el selectivo doméstico no cerrara en rojo. Entre la operadora y Repsol se compensaron, en parte, los números rojos del Santander, BBVA e Iberdrola.

Entre los valores que cerraron al alza, destacó Ferrovial. Su filial aeroportuaria, BAA, ha completado con éxito la refinanciación de su deuda actual. Además, es muy posible que tenga que vender activos en Reino Unido, lo que le dotará de fondos con los que reducir su endeudamiento.