Luciano Menéndez, en el juicio. /REUTERS
por crímenes durante la dictadura

Argentina condena a un ex general represor de 81 años a pasar el resto de su vida en la cárcel

En una decisión considerada histórica, Luciano Menéndez deberá cumplir la pena en prisión y no en su casa, como hacía hasta ahora por ser mayor de 70 años

BUENOS AIRES Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

A pesar de sus 81 años, el ex general argentino Luciano Menéndez irá a la cárcel, en una sentencia calificada por los abogados de sus víctimas como "histórica". El ex mando del Ejército durante la dictadura militar (1976-83) del país sudamericano ha sido condenado a cadena perpetua por los crímenes cometidos contra cuatro jóvenes cometidos en La Perla, uno de los tres mayores campos clandestinos de detención de esa oscura época. Hasta ahora Menéndez cumplía condena en su domicilio, por ser mayor de 70 años.

La condena de Menéndez, alias La Hiena de La Perla o Cachorro, ha sido saludada con vítores y lágrimas por centenares de manifestantes que aguardaban en las puertas del tribunal, portando los retratos de detenidos desaparecidos en el centro de detención ilegal.

El ex general no ha sido el único: otros siete acusados han sido encontrados asimismo culpables, en distinto grado, por el secuestro, torturas y desaparición de los militantes de izquierda de Humberto Brandalisis, Carlos Lajas, Raúl Cardozo e Ilda Flora Palacios.

El tribunal ha dispuesto que los suboficiales Carlos Díaz, Luis Manzanelli, Oreste Padován y el agente civil de inteligencia Ricardo Lardone también deberán estar tras las rejas de por vida. Entre tanto, el coronel Hermes Rodríguez, el capitán Jorge Acosta y el suboficial Carlos Vega han sido condenados a entre 18 y 22 años de cárcel.

Durante el juicio se han escuchado duros testimonios de los crímenes cometidos en el campo de concentración por donde pasaron unos 2.500 prisioneros. Un ex gendarme que operaba en La Perla ha contado, por ejemplo, cómo una joven prisionera embarazada tuvo que cavar su fosa antes de ser fusilada.

Por fin, justicia

"Hoy se hizo verdadera justicia. No se puede medir el dolor y la alegría que siento. Todavía me hace falta mi padre, que hoy sería abuelo", ha balbuceado una mujer ahogada por el llanto ante las cámaras de televisión.

Las palabras del condenado más importante (véase ficha) desataron la indignación de los supervivientes, hijos de desaparecidos, madres de Plaza de Mayo, militantes de izquierda y de organizaciones de derechos humanos, que colmaron la sala de audiencias o esperaban fuera del tribunal. Algunos de ellos fueron expulsados del recinto donde se juzgaba al criminal.

Foto de la brutalidad

Menéndez fue entre 1975 y 1979 jefe del Tercer Cuerpo de ejército, con jurisdicción en decenas de provincias del centro y noroeste del país, donde recrudeció el terrorismo de Estado.

La ferocidad de Menéndez quedó inmortalizada en 1984, ya en democracia, por un reportero gráfico que lo retrató en posición de combate, con ropa de calle y empuñando un cuchillo de paracaidista, a punto de agredir a manifestantes en las puertas de un canal de televisión.

Menéndez había sido encausado en 1988 por 47 casos de homicidio, 76 de torturas, cuatro de ellos seguidos de muerte y cuatro sustracciones de menores, pero fue beneficiado en 1990 por un indulto del ex presidente Carlos Menem (1989-99). Además, fue imputado en 1994 por la Justicia de Roma por la desaparición de ciudadanos italianos en Argentina, y acusado de genocidio por la Justicia española.