TELONERO. Hermosilla tocará junto al maestro Bob Dylan./ L. V.
PEDRO JAVIER HERMOSILLA CANTAUTOR

«Bob Dylan ha reinventado la canción de autor»

Ha sido elegido para abrir los conciertos del mítico músico en su gira por España Actualmente graba su nuevo disco

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Para un joven cantautor que lleva casi una década luchando por ha-cerse un hueco en el inestable, imprevisible y -a veces- hostil mercado musical, ser elegido para telonear a Bob Dylan en su gira española puede suponer un antes y un después, además de un honor impagable. Pedro Javier Hermosilla reconoce, desde el estudio donde graba su último álbum, estar entusiasmado con la idea de abrir las actuaciones de su gran referente, un genio vivo del que beben la mayoría de los trovadores actuales. Amigo y compañero de Antonio Orozco, a quien acompaña desde hace dos años en sus giras, Hermosilla tiene tres discos en la calle, el último: Tres y..., que incluye perlas como el dueto con Orozco, Camino de Madrid.

Pese a que sus inicios artísticos estuvieron más ligados con el cine y el teatro -de adolescente participó en Los años bárbaros de Fernando Colomo-, confiesa que su verdadera vocación no es otra que la música.

-Va a abrir nueve conciertos de Bob Dylan en nuestro país, ¿ya ha pensado qué va a decirle cuando le conozca?

-(Ríe). No sé si llegaré a hacerlo, espero que sí. Lo primero será Nice to meet you, después alguien intentará traducirle un párrafo más extenso. De todas formas, es difícil, uno no sabe que decirle a alguien que ha influido tanto en la música contemporánea, que ha reinventado la canción de autor.

-¿Cúal es su tema favorito de Dylan?

-Tiene muchísimos, es complicado decir uno. Su discografía es tan extensa que hay muchos títulos que me inspiran. Time out of mind es uno de sus mejores discos.

-Las primeras letras de Dylan se convirtieron en himnos antibélicos, hablaban de cuestiones sociales, filosóficas, apelaban a la contracultura... ¿cree que hoy en día las letras que salen a la luz y tienen éxito son más bien pobres como el 'Chiki chiki'?

-(Ríe) Hombre, no es comparable. En ese caso, estamos hablando de otra cosa que no tiene que ver con la música. Siempre ha habido chikis chikis en la historia y siempre los habrá, se trata de ocio con bases pregrabadas. Pero es verdad que hay muchos grupos y artistas que, dentro de un sector serio de la música, hacen cosas que distan mucho de la idea que se tenía antes de hacer canciones. Dylan se tiraría de los pelos si leyera traducidas muchas canciones pop que triunfan hoy carentes de sentido, vacías... Además, pretenden decir al oyente que ese mensaje es auténtico e ingenioso.

-Lo que sí comparte con Dylan es que ambos empezaron a tocar en todo tipo de bares y tugurios. ¿alguna vez entró a un sitio y pensó dónde me he metido?

-Los que te provocan esa sensación son lugares que no están destinados a hacer música ni el público está acostumbrado a escucharla allí. Entonces, te das cuenta que es inútil. Pero mi escuela ha sido esa, bares donde la gente no te escucha, habla y está tomando copas sin importar quién está tocando. Sin embargo, es la mejor escuela.

-Quizá una de las labores del artista es ganarse a ese público que en un principio no está predispuesto a disfrutar de un concierto.

-Eso es lo que he aprendido. No hay que enfadarse con el público, porque no tiene la culpa, sobre todo si se trata de lugares que no suelen acoger conciertos. Además, no tienes por qué gustarle a todo el mundo. Captar la atención de la gente es mi trabajo. Creo que los artistas deberían empezar por ahí, y no directamente ponerse a tocar ante 15.000 personas. En cuanto a lo de Dylan, me han pasado varias coincidencias. La primera vez que fui de gira a EE UU con un cantautor americano llegamos a un bar de Boston y había colgada una foto de Dylan en una de sus primeras actuaciones allí, así que fue brutal tocar en un sitio donde había tocado él antes. Además, me acabo de enterar que a los dueños de la casa donde estoy grabando mi nuevo disco lo admiraban y todo estaba lleno de posters suyos.

-¿Cree entonces en el destino?

-Nunca había creído, pero a veces estas casualidades te mosquean y te hacen pensar que puede haber algo que cierre estos ciclos de vida.

-Todo el mundo piensa que los cantautores ligan mucho, ¿alguna vez le han hecho ojitos desde la primera fila?

-(Ríe). Siempre intento desterrar el tópico de que uno se hace músico para tener éxito con las mujeres. Está claro que el que está encima de un escenario parece que tiene un aura y despierta ciertas sensaciones, pero no es algo que me preocupe. No obstante, siempre es bonito que alguien te haga ojitos. Aun así, de las cosas que más me han gustado que me han dicho es: al verte me han entrado ganas de ir a casa y poneme a tocar.

-¿Qué es lo que nunca haría?

-Cada vez, más cosas. Nunca haría nada que fuera en detrimento de todas las horas que he dejado en casa, en el estudio, en los hoteles...

-Ha acompañado a Antonio Orozco en su gira, además son amigos. Tendrán muchas anécdotas...

-Sí. Una vez llegamos a un pueblo y a pesar de que yo abría sus conciertos, no me dejaban tocar y él me cogió, me sacó al escenario y me presentó. Fue un gran detalle. Nos conocemos desde antes de sacar discos y la relación no ha cambiado.

alenador@lavozdigital.es