ESPAÑA

Rubios, guapos y famosos

Arenas se presenta por Almería, provincia en la que nació David Bisbal, al que los chavales quieren de presidente

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N i propuestas, ni ideas, ni proyectos. Los adolescentes los quieren rubios, guapos y famosos. Si puede ser, además, con profesiones vinculadas a la farándula.

Mientras los políticos se estrujan el cerebro en estos últimos días de la campaña electoral para tratar de captar más votos y convencer a los indecisos, una encuesta realizada por una comunidad virtual desvela que los adolescentes no tienen en la cabeza ni el cambiar a mejor es posible de Javier Arenas, ni el Andalucía suma y sigue de Manuel Chaves, ni a Zapatero, ni a Rajoy. Si los chavales de entre 12 y 19 años tuvieran que elegir a un famoso como presidente, un 19 por ciento escogería a Raúl González, jugador del Real Madrid; seguido por la presentadora Patricia Conde, con un 17 por ciento; y el cantante David Bisbal, con un 16 por ciento.

Javier Arenas comentaba precisamente ayer que los ciudadanos deben de estar ya «hartos» de campaña electoral. Los más jóvenes parecen seguir este patrón, a juzgar por sus preferencias.

Esta nueva encuesta pone a Almería en el centro del tablero, ya que tanto el candidato del PP como el cantante más laureado de Operación Triunfo están vinculados a tierras almerienses. En el caso de Javier Arenas ha recorrido Almería en estos cuatro últimos años con especial interés en los problemas de los ciudadanos.

Ha llegado a conocer tanto las interioridades de esta provincia, que tomó la decisión de presentarse por Almería, lo que lo ha convertido en el primer candidato que concurre a la Presidencia de la Junta por la parte más oriental de Andalucía. Bisbal, que se deja ver menos por la provincia almeriense, nació allí y la nombra siempre que puede.

Los datos de esta encuesta interactiva se pueden leer de dos maneras. Algunos pueden pensar cómo están los chavales, que convierten cualquier asunto en una frivolidad. La realidad es que llevamos 12 días de campaña electoral, a los que hay que sumar meses y meses de compromisos y propuestas y, en estas casi dos semanas de mítines y actos públicos, los jóvenes aún no se han adueñado del debate.