Expulsan durante diez años a un senegalés de España por vender discos pirateados
Fue sorprendido por la policía en una acera de Motril con 147 CD y 35 DVD
Actualizado: GuardarEl 'top manta' le hizo perder los papeles. El Juzgado de lo Penal número Uno de Motril ha expulsado del territorio nacional por un periodo de diez años a un senegalés al que el Cuerpo Nacional de Policía detuvo cuando estaba vendiendo películas y discos de música falsificados.
La sentencia, a la que ha tenido acceso Efe, indica que el pasado día 6 de julio, en las inmediaciones del mercadillo de la Rambla de los Álamos, agentes de la Policía Nacional observaron cómo M.N. había colocado dos mantas sobre la acera con una serie de discos compactos con intención de venderlos.
Concretamente, se trataba de 147 copias de disco de música y 35 DVD de películas, todas ellas falsificadas que a simple vista se apreciaba que no eran originales y que estaban reproducidos sin la autorización de los legítimos titulares de los derechos derivados de la propiedad intelectual.
La sentencia determina su expulsión del territorio español por un periodo de 10 años, en sustitución de la pena de un año de prisión al tratarse de un inmigrante sin permiso de residencia, y le impone, asimismo, el pago de una multa de 3.240 euros por un delito contra la propiedad intelectual.
Antecedentes
Claro que la condena puede ser recurrida y quizá, como en otra sentencia parecida dictada por la Audiencia Provincial de Valencia el pasado año, el ahora expulsado pueda finalmente quedarse.
La historia es bastante parecida. Danga A., un inmigrante sin permiso de residencia, fue condenado por un juzgado de lo Penal en Valencia por transportar 156 cedés piratas en el momento de su detención a un año de prisión, que podía ser sustituido por la expulsión del país. El inmigrante recurrió la condena y la Audiencia valenciana absolvió luego a Danga A. al argumentar que el daño causado a la industria discográfica es «de una cuantía inapreciable».
La Asociación Fonográfica y Videográfica Española (Afyve) había reclamado 454 euros por los daños causados a las discográficas, mientras la Sociedad General de Autores y Editores (Sgae) valoró sus pérdidas en 77 euros.
