Científicos británicos desvelan las claves para cumplir los propósitos de 2008

El cambio de almanaque hace inevitable pensar en todas aquellas pequeñas (y grandes) cosas que queremos cambiar en nuestra vida. Dejar de fumar, perder peso, mejorar la forma física, ser más ordenados... la lista de buenos propósitos para el año nuevo puede llegar a ser interminable. Y las estadísticas demuestran que, aunque son muchos los que empiezan el año con buen pie, apuntándose al gimnasio o reduciendo el número de cigarrillos, esta tendencia se suele revertir transcurridas unas pocas semanas. Pero no desespere. Existe un método para lograr cumplir sus promesas.

Un grupo de científicos británicos de la Universidad de Hertfordshire ha descubierto las claves para ayudarle a alcanzar sus mejores objetivos. Y éstas se basan en tres reglas de oro: la primera, marcarse metas concretas y prometerse un premio si se consigue el propósito deseado; la segunda, formular en voz alta aquellos aspectos que quiera cambiar; y la tercera, manifestar sus planes a familiares y amigos para sentirse más presionado a la hora de cumplir sus objetivos.

La investigación, dirigida por el psicólogo Richard Wiseman, ha analizado el comportamiento de 3.000 personas, quienes hace un año se habían propuesto los clásicos objetivos de estas fechas. Sólo el 12% de los voluntarios habían cumplido sus propósitos en diciembre, aunque más de la mitad confiaba en lograrlos al inicio del estudio. El éxito o fracaso de estos conejillos de indias ha permitido al profesor extraer valiosos consejos.

Cuándo, cómo y cuánto

«Piense exactamente qué va a hacer, cuándo lo va a hacer y a qué hora», nos recomienda Richard Wiseman. «Por ejemplo, en vez de decidir salir a correr dos veces a la semana, planee exactamente qué día y a qué hora puede dedicarle tiempo a esta actividad. O si se plantea perder peso, propóngase, por ejemplo, reducir medio kilo a la semana». Esta táctica aumentará sustancialmente sus probabilidades de éxito, señala el científico, sobre todo si es varón.

Una curiosa conclusión es que mujeres y hombres deben incidir en métodos diferentes para lograr sus propósitos. La investigación reveló que los hombres tenían el 22% más de posibilidades de cumplir sus deseos cuando se marcaban metas específicas. «El exceso de orgullo propio del carácter masculino conduce a los hombres a abrazar expectativas poco realistas. Por eso una simplificación de los objetivos les ayuda a maximizar sus opciones de éxito», apunta Wiseman. En cambio, a las mujeres les es más útil comunicar sus deseos a familiares y amigos, y recibir el apoyo de éstos cuando recaen en los viejos hábitos.

La investigación también revela que el objetivo más peliagudo es dejar de fumar. Tres cuartas partes de los participantes en el estudio volvieron a encender sus cigarrillos nada más empezar el año nuevo. Le sigue en dificultad perder peso -sólo el 28% de personas lo consiguieron- y mejorar la forma física, con un porcentaje de éxito del 29%.