
El último tren de Aragonés
Tras un año esperanzador, Luis confía en que España se saque en la Eurocopa la espina del Mundial La crisis del Valencia dificulta los planes del seleccionador
Actualizado: GuardarAunque todavía falta más de medio año para que España se estrene en la Eurocopa ante Rusia (10 de junio en Innsbruck) y el fútbol tiene más altibajos que una montaña rusa, Luis Aragonés es optimista pero anda inquieto por la grave crisis que atraviesa el Valencia, el principal vivero de la selección al ser el único de los considerados grandes repleto de nacionales. Seis, siete y hasta nueve jugadores del equipo blanquinegro han sido convocados por el seleccionador, que ahora se lo pensaría mucho a la hora de ofrecer una lista.
Para empezar, ya ha dejado claro a Albelda, su sostén en el centro del campo, que tendrá muy difícil estar en el Europeo si no juega con continuidad. Tres cuartos de lo mismo le ocurre a Angulo, otro de los defenestrados por Koeman. Y los Raúl Albiol, Carlos Marchena, Joaquín, David Silva y David Villa, por no hablar de otros clásicos como Vicente, Morientes y hasta Baraja, que estando bien son seleccionables, es evidente que no atraviesan por su mejor momento.
La depresión ché se suma al problema mediático y social que sufre Luis desde que decidió prescindir de Raúl a raíz de la debacle ante Irlanda del Norte, en septiembre de 2006. Un día sí y otro también al técnico se le recuerda que el 7 ha hecho méritos sobrados para volver. Y hasta el futbolista se lo dice a la cara cuando se le encuentra en alguna gala. Le llame o no, Luis Aragonés tiene una espina con el capitán madridista.
Recuerdo tormentoso
En cualquier caso, Luis confía en que su último tren llegue a destino. Y la ambiciosa meta no es otra que superar los registros firmados en las últimas ediciones por Clemente, Camacho y Sáez, y alcanzar, como mínimo, las semifinales. Con el técnico barakaldés, la selección completó un buen campeonato en Inglaterra'96, pero cayó por penaltis ante los anfitriones en el cruce de cuartos. Cuatro años después, en Bélgica y Holanda, los de Camacho también se quedaron en puertas de luchar por los puestos de honor. Hincaron la rodilla ante la gran Francia de Zidane (2-1), en aquel maldito duelo de Brujas donde Raúl falló un penalti en el decisivo último minuto. Con el bueno de Iñaki, fracaso rotundo en Portugal y de vuelta a casa tras la primera fase.
Aquel tormentoso grupo era muy similar al que correspondió en suerte para Austria y Suiza. Repiten rusos y griegos, vigentes campeones de Europa en una de las mayores sorpresas de la historia, y los suecos sustituyen a los portugueses. «Hay que respetar a todos los rivales, pero España debe de pasar», reconoció abiertamente Luis tras el sorteo del 2 de diciembre en Lucerna. «España es favorita en el grupo y también en el torneo», apostilló Guus Hiddink, el técnico de la selección rusa que dejó en el camino a la rimbombante Inglaterra. Sobre el papel, el problema para España vendrá en los cruces, donde corresponderá un coco del grupo de la muerte que sería Francia, Italia u Holanda.
Con los pies en el suelo
Tras la mala pero al fin y al cabo experiencia del último Mundial y un exitoso 2007 en el que España superó una situación agónica, recibió el alta y mostró mejores constantes vitales que nadie con 10 victorias y 2 empates, las expectativas son buenas. «Puede ser el momento de España. Confío en esta gente y espero que todo lo que hemos sufrido sea bueno para el futuro. Cumplimos con nuestro deber al clasificarnos y este es un equipo fiable. Los jugadores rinden y todos tienen un comportamiento profesional excepcional», arguye Aragonés.
Los jugadores tienen los pies en el suelo. Tras cerrar un curso notable con los triunfos consecutivos ante Suecia e Irlanda del Norte, insistieron en que no se puede pasar del blanco al negro, de dar a la selección por eliminada a convertirla en favorita para reinar en Europa, de tener un entrenador superado por la edad a ser destacado como uno de los mejores. Cautela y calma como mejores aliados para evitar presiones innecesarias.