DEBATE. Las diputadas de IU, Carma García (c) y Montserrat Muñoz conversan con el portavoz del PSOE, Diego López Garrido. / EFE
ESPAÑA

Zapatero descarta llevar la ampliación del aborto en su programa electoral

Los socialistas admiten que es necesaria una «reflexión» sobre la reforma de la actual ley, pero ayer votó en contra de la propuesta de IU en este sentido

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El PSOE no se comprometerá a ampliar la actual ley del aborto en su programa electoral para los comicios de marzo. Pedirá, eso sí, una «reflexión» a fondo sobre la cuestión, pero sin promesas concretas negro sobre blanco. Lo dijo ayer José Luís Rodríguez Zapatero después de unos días de indefinición en el partido y de voces confusas sobre si ha llegado o no el momento de retocar la ley de 1985 y evolucionar hacia un sistema de plazos, o añadir un cuarto supuesto que ataje el 'coladero' en que se ha convertido el tercer supuesto de 'grave peligro' para la salud física o psíquica de la madre.

Si el lunes la Ejecutiva socialista -de la mano de la secretaria de Igualdad, Maribel Montaño- abrió la puerta a una posible reforma de la ley del aborto, su secretario general, presidente del Gobierno y candidato a la reelección se encargó de entrecerrarla. No dijo que no se vaya a hacer, pero, en todo caso, no figurará como compromiso electoral expreso. El PSOE concurrió a las elecciones de 2004 con un apoyo expreso a la reforma de la ley del aborto. Para 2008, su programa electoral propondrá sólo «abrir una reflexión» con las fuerzas políticas y los colectivos sociales, explicó Rodríguez Zapatero en la tradicional copa de Navidad en el Palacio de la Moncloa. Los socialistas consideran que una ley tan 'sensible' como la que regula la interrupción voluntaria del embarazo sólo debe modificarse si cuenta con un amplio consenso social y político, que es, justo, lo más improbable en vísperas electorales. En este contexto, el PSOE ha optado por una ambigüedad calculada para no desairar a sus votantes progresistas, ni soliviantar a los de 'centro' a los que aspira a ganarse. Reflexión sí, promesa electoral, no.

Este ejercicio de funambulismo político se materializó horas después en el pleno del Congreso. El PSOE sumó sus votos a los del PP y CiU para derrotar - 277 votos en contra, 21 a favor y 10 abstenciones- una moción de IU que pedía «un diálogo» entre las fuerzas políticas en busca de una futura ley de plazos. La coalición descafeinó todo lo que pudo su propuesta para intentar sumar al PSOE, pero ni por esas.

La portavoz, Carme García, lamentó la «falta total de compromiso» del PSOE para diseñar una nueva ley de interrupción del embarazo acorde con los tiempos. Se trata -dijo- de consagrar el derecho de las mujeres a decidir sobre su propia maternidad y de impedir a la vez «el negocio del aborto», en alusión a las clínicas abortistas cerradas judicialmente en Barcelona y Madrid.

Doble moral

IU contó sólo con el apoyo de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) y de varios representantes del Grupo Mixto. Unos y otros reclamaron un aborto libre y gratuito, practicado en todos los centros de la sanidad pública. Georgina Oliva, de ERC, cargó contra «la actitud hipócrita» del Gobierno y el PSOE, que durante esta legislatura ha votado siempre en contra de cuantas reformas se han propuesto de ley de 1985. Para Olalla Fernández, del Bloque Nacionalista Galego (BNG), persiste una «doble moral». El llamado tercer supuesto, el riesgo para la salud física y mental de la madre -que no establece límites temporales para interrumpir la gestación- permite la trampa siempre que haya un médico o psicólogo dispuesto a acreditarlo. Una ley de plazos -aborto libre, sin condiciones durante el plazo temporal que se determine- impediría esas trampas, subrayó la portavoz del BNG, y es la opción -dijo- que apoyó en su día el grupo socialista del Parlamento gallego.

En el Congreso, sin embargo, la portavoz del PSOE, Pilar Fernández, declaró compartir «en esencia el fondo de la moción» de IU, pero no sin que medie antes un «profundo debate social». Con todo, la posible ampliación del aborto debe ser «uno de los asuntos prioritarios en la próxima legislatura», aseguró antes de votar 'no' a la propuesta de IU que decía más o menos lo mismo.

En nombre del PNV, Margarita Uría, se decantó a favor de un sistema de plazos - «es limpio, es claro»-, pero necesita un debate sobre su encaje constitucional y los meses previos a unas elecciones «no son el mejor momento». A juicio de Mercé Pigem, portavoz de CiU, la propuesta de IU es doblemente inoportuna porque al contexto preelectoral se le suma la polémica por las irregularidades descubiertas en media docena de clínicas abortistas. «No se puede legislar en caliente, a golpe de impacto mediático», reprochó.

Opinión de Rajoy

La posición del PP la dejó clara su líder, Mariano Rajoy, en un desayuno de prensa. La actual ley del aborto cuenta con un amplio consenso social y «no hay nada que cambiar».

Rajoy considera disparatado cambiar la ley. «Mi posición es la que he mantenido a lo largo de estos últimos años», afirmó el portavoz del PP, que adelantó que en el programa electoral de su partido no se incluirá ninguna modificación sobre la ley.

Con respecto a los últimos acontecimientos relativos a los cierres de clínicas abortivas en Madrid y Barcelona, Rajoy apuntó que el gobierno lo que tiene que hacer es aplicar la ley, «esa es la obligación del Gobierno».

Asimismo, el presidente del principal partido de la oposición consideró «absolutamente disparatado» modificar una ley para que lo que ahora supone una violación de dicha ley o un delito deje de serlo, y afirmó que «denota entre otras cosas una evidente falta de convicciones». Rajoy reclamó al Gobierno que si tiene un criterio al respecto, «lo lógico es manifestarlo». «Aquel gobernante que gobierna en base a acontecimientos que se produzcan en un momento determinado me parece que es un mal gobernante», dijo.