'DESPRESTIGIO'. Moreno Tello dice que se han «olvidado» las razones por las que luchó Salvochea.
Cultura

Un tango para Salvochea

Santiago Moreno Tello, miembro de la Asociación 'Ubi Sunt?', reivindicó ayer en el Congreso el peso de la figura del político en el Carnaval gaditano

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Entre todos los hombres que han batallado por una idea/ lleva la palma el nombre de Salvochea./ Paz y respeto al mártir/ que con tesón y con noble audacia/ defendió en todas partes/ la democracia... / Cuanto tuvo, con los desvalidos/ lo compartió:/ por dar su pobre lecho/ no tenía cama cuando murió». Rondaba los catorce o quince años y vivía en el barrio de San José. A tan temprana edad escribió Juan Sevillano Soria estos versos para un tango del coro Los Molineros (1908), un año después de la muerte del político (septiembre de 1907), que ya era una leyenda indómita en vida. Igual ocurrió con la comparsa Los Derrotaos, de Pedro Romero Varo.

En 1922 ya se pedía levantar una escultura del insigne anarquista en respuesta a la erigida al Marqués de Comillas. «No nos sorprenden estas palabras salidas de Soria, de los más comprometidos social y políticamente hasta la llegada de la Guerra; alguno de los miembros de su chirigota incluso fueron fusilados por el bando franquista», explica Santiago Moreno, que ayer expuso en el Congreso Salvochea en la Historia, una comunicación titulada En boca del pueblo: la reivindicación perdida sobre Salvochea en el Carnaval. Su intervención, contó com la actuación de la Antología Carnavalesca La Flor y Nata, dirigida por un «histórico del la Gran Fiesta», Manuel Moreno Pavón.

A través de un completo recorrido por la censura (apoyado con textos de Eugenio Mariscal y reflexiones propias), que afectó a la más autóctona manifestación cultural de la ciudad, -desde la II República (etapa en la que se le dedican más coplas teniendo en cuenta el sistema burgués: Los iris carnavalescos, Los obreros del paro forzoso o Las criadas revoltosas), hasta la Transición, pasando por el Franquismo (el único que se tiró a la piscina fue Paco Alba con Los hombres del mar, 1965), y la Democracia (además de coplas se le han dedicado temas y tipos: El cantón de Cádiz, El batallón de Salvochea, 2004 o La Gloriosa, 2005-, el ponente concluyó que «después un siglo de producción de copla y 40 años de prohibición franquista, hubo gente que se arriesgó cuando no se podía hablar de él». Según Moreno Tello, lo único que se demanda es que los huesos de Salvochea descansen en Cádiz y que se le haga un monumento. «Salvando alguna hermosa excepción, las letras han estado y están vacías de contenido socio-político». El argumento para dar fuerza a este análisis se encuentra en que aún en la actualidad, sólo se dice lo «bueno» que era, «pero no la razón de su lucha». Las razones de este tratamiento superficial de su figura, -continúa Santiago-, podrían situarse en el «desinterés» o el «desconocimiento». Sin embargo, el historiador está convencido que es fruto del desprestigio social: «Mientras para algunos es un mito, para otros es un demonio y esto tiene relación con la dudosa idea de que el Carnaval debe ir ligado a la Semana Santa». «El Carnaval no puede perder su función de ser el canal de la crítica social», recalca Moreno Tello. Y esta carencia, a su modo de ver, la alimenta «el afán por la búsqueda de premios y el aplauso fácil».

'Estado del bienestar'

Por ello, el conferenciante cree que la Gran Fiesta mantiene el humor, pero ha perdido el sentido reivindicativo a causa del «supuesto estado del bienestar; hubo valientes en la dictadura que se atrevieron a romper barreras y hoy, en pleno siglo XXI, no se aprovecha lo suficiente la libertad», añade. «En 2007 no ha habido ninguna letra a Salvochea; este año, seguro que sí».

La Flor y Nata interpretó cuatro coplas, entre ellas, un pasodoble inédito de Los derrotaos.