Presentan trece cargos contra un sargento por la matanza de Hadiza

Las Fuerzas Armadas de EEUU han presentado hoy trece cargos de asesinato contra el sargento de los Marines Frank Wuterich por su participación en la muerte de 24 civiles desarmados en la localidad iraquí de Hadiza.

Se trata de la primera acusación formal contra uno de los soldados que participaron en la acción el 19 de noviembre de 2005. Según testigos iraquíes, los marines abrieron fuego de manera indiscriminada contra los civiles, tras un ataque con bomba contra su patrulla, en el que murió el soldado Miguel Terrazas, de 20 años.

Un coronel de los marines ha programado una rueda de prensa para las 21.00 GMT en Camp Pendelton, California, donde se encuentran los miembros de esa patrulla, en la que se prevé que anuncie los cargos contra los soldados. Sin embargo, Mark Zaid, abogado de Wuterich, ya ha adelantado que su cliente, que comandaba el escuadrón, será acusado de asesinato, lo que conlleva una pena máxima de cadena perpetua.

Una vez que se presenten cargos contra los soldados, tendrán derecho a una audiencia ante un juez militar que determinará si existen suficientes pruebas para llevarlos ante una corte marcial. Las muertes en Hadiza, una localidad de mayoría suní localizada a unos 200 kilómetros al noroeste de Bagdad, pasaron desapercibidas cuando se produjeron.

Los soldados dijeron a sus superiores que los civiles perecieron en el ataque con bomba contra su patrulla y en un tiroteo posterior con insurgentes. Esa es la versión que el Pentágono hizo pública en noviembre de 2005.

Las acusaciones de que algo muy diferente pasó salieron a la luz en marzo, cuando la revista estadounidense Time y algunas emisoras de televisión en Oriente Medio divulgaron un vídeo grabado por un estudiante de periodismo iraquí que muestra que algunas de las víctimas murieron por tiros a quemarropa, según los expertos.

El Pentágono abrió dos investigaciones, una centrada en los ataques y las muertes, y otra en los procedimientos seguidos por los marines posteriormente, para averiguar si hubo algún encubrimiento.