El Papa fustiga la «corrupción endémica» y la «pobreza inhumana» en Madagascar

Advierte que la deforestación salvaje amenaza el futuro del país

AFP
Juan Vicente Boo

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El verdadero cariño supone a veces decir palabras fuertes, y el Papa Francisco ha denunciado el sábado ante las autoridades y los líderes sociales de Madagascar «las formas endémicas de corrupción y especulación que aumentan la desigualdad social y producen condiciones de pobreza inhumana », manteniendo a la gran mayoría de los malgaches en situación desesperada.

El simple trayecto del aeropuerto a la capital de la cuarta isla mayor del mundo -que fue un paraíso natural- permite ver miseria inaudita en las chabolas dispersas entre pequeños campos de arroz. Pero también se ve en las calles de una capital populosa, con mas de tres millones de personas del total de 26 millones de un país en que los menores de 20 años suponen la mitad de la población.

Francisco ha comenzado agradeciendo el caluroso discurso de bienvenida del presidente Andry Rajoelina , quien le acababa de decir en español « mi casa es tu casa » y de asegurar que, treinta años después de la visita de Juan Pablo II , «la alegría de los malgaches por vuestra llegada es inmensa» como, efectivamente, se notaba por las calles.

Con el mismo afecto del elogio a su patriotismo, Francisco planteó al presidente y todas las autoridades la urgencia de luchar contra la corrupción -el cáncer de este país, uno de los diez más pobres del mundo- y de «tomar todas las medidas estructurales que garanticen una mejor distribución de los ingresos y una promoción integral de todos los habitantes, incluidos los mas pobres».

Era una referencia velada al desmedido enriquecimiento de empresas chinas y de países del Golfo, nuevos colonizadores económicos de hecho, después del paso de los franceses hasta 1960.

En Madagascar, el 42 por ciento de población sufre hambre, y es, junto con Uganda y la República Centroafricana , uno de los tres países en los que más ha aumentado la desnutrición en la ultima década. Tan solo la desnutrición cuesta al país un 15 por ciento del PIB potencial si la gente estuviese en condiciones de trabajar bien. La renta per cápita media no llega a cinco dólares al día.

La lepra continúa causando estragos, mientras que la malaria y otras enfermedades parasitarias son endémicas. El analfabetismo es muy alto, como también el trabajo esclavo de niños, incluso al servicio del turismo sexual .

Quizá para no mencionar demasiados desastres, el Papa se ha referido a la urgencia de atajar «la deforestación excesiva en beneficio de unos pocos, pues su deterioro compromete el futuro del país y de nuestra casa común».

Francisco se refería sobre todo a los pequeños agricultores yn ganaderos que incendian bosques para cultivar vegetales o criar ganado durante pocas cosechas, pues las lluvias torrenciales se llevan muy pronto la tierra y dejan a la luz piedra inútil.

El Papa ha reconocido que para los campesinos pobres , «estas actividades que dañan el medioambiente aseguran provisionalmente su supervivencia», por eso es tan importante «crear empleos y actividades generadoras de ingresos» que no contribuyan al desastre.

En Madagascar se queman cada año unas doscientas mil hectáreas de bosque , que a este ritmo terminará por desaparecen en 2010 sin que sea posible reforestar sobre la roca. Es una catástrofe ambiental similar a la desaparición de numerosas especies autóctonas, exclusivas de esta gran isla como sucede en Australia.

Como mensaje visual a los malgaches, al término del encuentro, el Papa y el presidente Rajoelina plantaron juntos un baobab, uno de los árboles más típicos de la isla.

Francisco se ha dirigido a continuación al convento de las carmelitas descalzas -llegadas desde Bélgica hace casi un siglo-, para reunirse con las dieciocho que forman la comunidad, un total de un centenar de religiosas de clausura de todo el país, y setenta novicias.

Después de saludar a una multitud alegre reunida en torno al convento, el Papa ha recibido el saludo de la priora, María Magdalena , italiana, quien le ha dado las gracias por los documentos «Vultum Dei Querere» y «Cor Orans» sobre la vida contemplativa y le ha asegurado que «usted tiene un lugar especial en nuestra vida de oración y de amor en el corazón de la Iglesia».

Francisco, a su vez, les ha contado con sencillez varias anécdotas de servicio heroico a sus hermanas carmelitas protagonizadas por Teresa de Lisieux.

«Hoy nos acompañan dos madres que han perdido a sus hijos y representan todos los dolores de vuestros hermanos isleños»

En lugar de leerlo, les ha entregado un discurso en el que agradece a las otras familias religiosas «haber dejado por un momento la clausura para venir a manifestar vuestra comunión conmigo y con la misión de toda la Iglesia», y ha dicho a todas que «vosotras, hermanas, participáis en la belleza natural, humana y espiritual de Madagascar».

El Santo Padre les pide «que vuestros monasterios, respetando las constituciones, sean lugares de acogida y escucha , especialmente de las personas más infelices. Hoy nos acompañan dos madres que han perdido a sus hijos y representan todos los dolores de vuestros hermanos isleños».

Además de la escucha, les pide que recen por sus compatriotas necesitados pues «la oración será mas agradable a Dios y mas santificadora cuando en ella somos capaces de incorporar la vida de los demás, sus angustias mas perturbadoras y sus mejores sueños».

El programa del Papa para la tarde del sábado incluye un encuentro con los obispos y, sobre todo, una vigila nocturna con millares de jóvenes en la gran explanada donde celebrará misa el domingo para mas de medio millón de personas.

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