Jeannot Mersch, en el momento en que recibe el premio de la Fundación Mapfre a la mejor iniciativa de Seguridad Vial en Europa
Jeannot Mersch, en el momento en que recibe el premio de la Fundación Mapfre a la mejor iniciativa de Seguridad Vial en Europa - FOTOS CEDIDAS A ABC
Presidente de la Federación Europea de Víctimas de Accidentes de Tráfico

Jeannot Mersch: «Cada semana mueren en la carretera 500 personas, como si se estrellase un Jumbo entero»

Perdió a su hija de 13 años, atropellada de camino a la escuela, y desde hace más de dos décadas abandera una lucha por los derechos del colectivo de víctimas de accidentes de tráfico, premiada por la Fundación Mapfre en España

Madrid Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Jeannot Mersch perdió a su hija Sandy, de 13 años, en un accidente de tráfico. Han pasado más de dos décadas pero reproduce los instantes posteriores, perpetuos en su memoria, con una nitidez infinita. La llamada telefónica en la que se le comunicó que la Federación que encabeza, la Europea de Víctimas de la Carretera, había sido premiada en España por su gran labor en defensa de los derechos del colectivo de víctimas de la carretera fue un hálito más para seguir respirando, luchando y contándolo.

No ve casual que llegase el mismo día en que su hija cumpliría años, de estar viva, un 6 de mayo. Dos meses después, el 6 de junio, ha recibido de manos de la Reina Doña Sofía

el galardón de la Fundación Mapfre que reconoce a la mejor iniciativa en prevención y seguridad vial. Este luxemburgués atiende las preguntas formuladas por ABC.

¿Por qué las víctimas de accidentes de tráfico y sus familiares se sienten olvidadas normalmente por las autoridades?

Si hay un accidente de avión o de tren con muchas personas que mueren vemos de inmediato a los líderes políticos corriendo al lugar para dar sus condolencias y ofrecer su ayuda a las víctimas de la tragedia. Cada semana en Europa hay 500 personas que mueren en accidentes de tráfico, esto es equivalente a un avión Jumbo entero que se estrella semana tras semana. Pero como las víctimas de tráfico por carretera son tragedias individuales separadas en el espacio y el tiempo nunca concitan la misma atención, tampoco en los medios de comunicación. Por supuesto, aunque no nos gusta comparar entre diferentes catástrofes de transporte y también tenemos nuestra mente puesta en las víctimas del avión o de tren, es un hecho que los accidentes de tráfico constituyen más del 95% de las víctimas en el sector del transporte.

¿Cuál es, a su entender, el país que está haciéndolo mejor, que lleva la bandera, en este sentido en Europa?

No es fácil comparar la asistencia que se da a las víctimas entre los diferentes países. En mi país, Luxemburgo, tenemos la suerte de que a través de un convenio con el Ministerio de la Familia, hay un apoyo estable para los sueldos del personal profesional, una psicóloga y una trabajadora social, así como los gastos de funcionamiento y el mantenimiento de las oficinas. Transpuesta a España, en relación con la población que tiene uno y otro país, supondría una ayuda española de unos 220 psicólogos y trabajadores sociales para apoyar a las víctimas de tráfico. Pero yo creo que nuestro miembro español, «Pat-Apat», está haciendo un trabajo muy bueno y duro para ayudar a las víctimas de tráfico y en materia de prevención de accidentes.

¿Cómo han recibido esta semana el premio de la Fundación Mapfre «a la mejor iniciativa en prevención y seguridad vial», del que les hizo entrega Su Majestad la Reina Doña Sofía?

En primer lugar me sentí muy orgulloso y honrado por recibir este premio. Me dará aún más energía y motivación para continuar con nuestra tarea noble de ayudar a destacar los problemas que existen en el camino desde la perspectiva de las víctimas.

Significa también que a través de esta publicidad nuestras voces y nuestras necesidades se escucharán mejor en nuestros países, en Europa y más allá.

Señor Mersch, ¿qué se está haciendo concretamente desde su Federación para apoyar a las víctimas de accidentes de carretera? Concrete algunas medidas y proyectos, por favor.

Nosotros intercambiamos buenas prácticas entre nuestros miembros y estamos haciendo presión a nivel nacional, europeo e internacional para que las víctimas de tráfico y sus necesidades estén mejor consideradas, tanto desde el punto de vista jurídico como sanitario. Por ejemplo, llevamos a cabo numerosas acciones con otras ONG para alcanzar la meta establecida que no es otra que la de reducir las muertes a la mitad hasta el año 2020 y conseguir también que la cifra de víctimas graves por accidentes de tráfico se reduzca en un 35% en el mismo horizonte. También ofrecemos apoyo y ayuda a las víctimas de accidentes de tránsito, proporcionando asistencia emocional, práctica y jurídica gratuita a través de alguna de nuestras asociaciones y organizamos asambleas anuales FEVR para compartir, a su vez ideas y planes, combinado con conferencias interprofesionales.

La Reina Doña Sofía hizo entrega del premio a Mersch, en presencia del ministro Íñigo Méndez de Vigo, el pasado 6 de junio
La Reina Doña Sofía hizo entrega del premio a Mersch, en presencia del ministro Íñigo Méndez de Vigo, el pasado 6 de junio

¿Cuál es una medida que usted considera que se debería implantar por ley, obligatoriamente, en todos los países?

No debe haber estándares mínimos relativos en el Derecho Civil y Penal, como por ejemplo, que un delito de atropello y fuga se debe considerar siempre como un acto criminal. En Grecia, por ejemplo, a menudo no hay castigo si se golpea a un peatón con un coche y se huye.

La mitad de los países miembros de la UE también tienen lo que se llama la ley de «responsabilidad objetiva» donde los usuarios no motorizados, como peatones o ciclistas no son responsables bajo la ley civil, cuando son golpeados por un vehículo motorizado. Pero aún así, también en este asunto estamos lejos de que haya una armonía legislativa. Yo creo que Bélgica tiene la mejor ley para estos «usuarios vulnerables» de la vía, si bien todavía estamos muy lejos de tener tales leyes establecidas en todo el mundo.

En este sentido, ¿qué cree que se está haciendo bien y no tan bien en mi país, en España?

Creo que en España las leyes aprobadas durante la última década y esto podría ser una de las razones de la mejora en las estadísticas, con menos víctimas mortales en los accidentes, aunque debería haber más datos procedentes de los lesionados en los hospitales. Pero todavía se necesita tener una respuesta legal mucho más seria a la violencia en la carretera. Esto es crucial, y sería al mismo tiempo, no solo justo para las víctimas, sino un elemento disuasorio para los infractores de tráfico y por lo tanto contribuiría a la reducción de las muertes y lesiones en accidentes de tráfico.

Tal vez las autoridades nacionales tendrían que dar por ley una bonificación o indemnización a las víctimas en cada Estado, como si fuesen víctimas del terrorismo. ¿Cambiaría usted la categoría legal de las víctimas de tráfico para que tuvieran mayor reconocimiento?

A veces, cuando a las víctimas de accidentes de tráfico se las considera como víctimas de un «crimen» no se sienten incluidas. Es por ello que nosotros también gestionamos que los derechos de las víctimas de tráfico fuesen incluidos en la directiva de la Unión Europea (UE), que recibiesen el apoyo y la protección de las víctimas de un crimen, junto a otras víctimas de la delincuencia como por ejemplo, las víctimas de abuso sexual, los niños y personas que sufren violencia doméstica y terrorismo.

El año pasado hicimos una encuesta sobre este tema entre nuestros miembros y lo transmitieron a los responsables de la Comisión de la Justicia Europea. Para los interesados pueden encontrar en nuestra página web el informe final.

Pero todavía necesitamos sensibilizar y evaluar la situación en diferentes países.

1,24 millones de personas al año pierden la vida en las carreteras europeas, y entre 20 y 50 millones de personas sufren lesiones graves tras un accidente. Y aún así, hay Estados que miran hacia otro lado. ¿Por qué? ¿Son más incómodos estos datos para las autoridades que otros, como las víctimas de contaminación o de enfermedades?

Tal vez muchos políticos responsables no son realmente conscientes del enorme coste económico y social -que se encuentra entre el 2-3% del PIB- de un país que acarrean los accidentes de tráfico. Y tampoco se considera a menudo el hecho de que los accidentes de tránsito son un problema enorme de salud pública. Afortunadamente, la Organización Mundial de la Salud (OMS) instauró desde 2004 el día Internacional de la Salud bajo el tema de la circulación por carretera y en su informe global ya muestra el enorme impacto que tienen los accidentes de tráfico en la salud de los diferentes países. Ésa es también la razón por la que cada año, el tercer domingo de noviembre, celebramos «nuestro» Día mundial en Recuerdo de las víctimas de accidente de tráfico, algo sumamente importante para llegar a los políticos y al público en general.

Se deberían impulsar más unidades de rehabilitación en los hospitales y de otro tipo para atender específicamente las necesidades de esta gran cantidad de gente, ¿están las sanidades preparadas en los países para atender a las víctimas y sus lesiones?

En Europa, se ha progresado mucho en el sector de la salud y la rehabilitación si se compara con años anteriores, pero todavía hay margen para la mejora para atender la respuesta posterior a un siniestro, tal y como lo llamamos «el escenario después del accidente». En los países en desarrollo, la situación es menos buena y esto es por lo que nuestra federación también es miembro del Grupo de Trabajo de las Naciones Unidas de Seguridad Vial, que trabaja en el quinto pilar del programa de acción de la ONU que es el de atender a las personas tras un accidente, que es para nosotros y las víctimas el más importante.

Entiendo que esta cuestión es políticamente incorrecta, pero... ¿qué parte de responsabilidad tienen las víctimas en los accidentes?

A alguien que es considerado responsable de la muerte de alguien en un accidente por carretera se le presentan graves problemas por el sentimiento de culpabilidad y por tener que vivir después con esta situación. En Luxemburgo, por ejemplo, en la asociación de víctimas del tráfico vial nacional (AVR Asociación nationale des victimes de la route), de la que fui también presidente hasta el año 2015, firmamos un convenio con el Ministerio para no hacer ninguna distinción entre «víctimas» culpables o inocentes.

Autoridades como la DGT en España, por ejemplo, las televisiones, organizaciones sociales e instituciones de diversa índole han puesto en marcha numerosas campañas para luchar contra los accidentes de tráfico. Y, sin embargo, parece que no dan más resultado. ¿Por qué?

Sí hay un buen resultado. Cuando nos fijamos en el CTCE (Consejo Europeo de Seguridad en el Transporte), donde FEVR también es miembro del consejo principal, el informe PIN 2015 (Índice de Rendimiento) se puede ver que España es el campeón teniendo en cuenta la reducción de las muertes en el periodo 2001-2014. Es el número uno en reducción de las muertes en un 70% durante este periodo.

Pero también hay que tener en cuenta que salía de un muy mal registro. Recuerdo cuando empecé que a principios de los 90 España estaba situada, junto a Portugal, Grecia y Luxemburgo, al final de la estadística, en la parte baja de los 15 países miembros de la Unión Europea (UE). Creo que el punto básico era colocar la seguridad vial como prioridad en la agenda política, tal y como hizo Francia en 2002 con el presidente Jacques Chirac.

Las campañas son buenas para ayudar a elevar la concienciación, si bien tienen que combinarse con la información y el esfuerzo necesarios para ser eficientes.

¿Cuál sería su objetivo de reducción de los accidentes de tráfico?

La meta debe ser el objetivo «cero», que deviene en acercarse a cero muertes y lesiones graves durante un día. Muchas medidas son eficaces para reducir el número de víctimas a diario en nuestras carreteras y calles, ya se sabe, sólo tenemos que aplicarlas.

También ocurre que el número de heridos de gravedad y sus consecuencias no están bien investigadas, por lo que desde FEVR acabamos de lanzar una encuesta junto al Instituto de Seguridad Vial de Bélgica que se llama MyLAC («Mi vida después del accidente») para indagar acerca de las dificultades de las víctimas lesionadas y hacer recomendaciones a la hora de abordar todos sus problemas.

Entiendo que contar su experiencia difícil, pero se lo agradecería en la medida de lo posible, ¿qué siente hacia el conductor de la furgoneta que mató a su hija? ¿Le perdona? ¿Cree en este sentido que se apoya suficiente a las familias tras un golpe como ése?

No tengo problema en contestar a su pregunta. Siento que tengo que hacer este trabajo para ayudar a mejorar la situación, es como una llamada virtual de nuestra hija, un motivo que se intensificó al recibir la llamada telefónica de que me habían otorgado el premio de la Fundación Mapfre exactamente el día de su cumpleaños, el pasado 6 de mayo.

Siempre recordaré el día, hace 23 años, cuando Sandy fue atropellada por un coche en el paso de peatones de camino a la escuela, quedó seriamente dañada, sufrió una lesión cerebral y después de dos horas, mi esposa me llamó desde el hospital y me dijo: «Por favor tráeme ropa, tengo miedo de que Sandy vaya a morir» y yo ya entonces sentí que ella se había ido. Pero nunca más he tenido la sensación de que se haya ido, siempre está conmigo y me da fuerza, energía y motivación para seguir adelante.

En los primeros años yo estaba muy enojado con el conductor culpable, un hombre croata joven que había llegado a Luxemburgo para encontrar un trabajo, y tenía prisa por entregar el reparto un supermercado cercano. Yo sentía rabia porque él se había llevado a nuestra niña por conducir sin tener cuidado e incluso se fue sin dejar una nota de lo que había hecho. Cuando en el tribunal vino, se acercó porque quería darme la mano para que yo le perdonase, me di la vuelta. Hoy en día creo que la situación sería algo diferente, tal vez él también es padre y se enfrenta al hecho de recordar muchas veces la situación y el dolor que causó.

Si las víctimas sienten que reciben apoyo de otras víctimas que vivieron momentos trágicos accidentes similares a ellos, pueden ayudar mucho más que un encuentro profesional con un psicólogo.

Es común entre los miembros a los que acoge el paraguas de FEVR que se dé el deseo ferviente de que quienes han ocasionado una aflicción o lesión aprendan de sus tragedias, de modo que no se repitan. Y este trabajo para ayudar a reducir los peligros en las carreteras en mi país y ahora también en Europa nos parece a mí y a mis compañeros de la Federación Europea un deber que hemos contraído con nuestros seres queridos.

Ver los comentarios