poster Vídeo
El Papa, saludando al presidente de Estados Unidos Barack Obama - afp

El Papa no pedirá el levantamiento del embargo a Cuba

Antes de la llegada a Estados Unidos, Francisco comentó en el avión que no fue informado del arresto de los disidentes

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

En su encuentro con los periodistas durante el vuelo de Santiago de Cuba a Washington, el Papa Francisco manifestó que no había tenido «ninguna noticia» del arresto de disidentes que intentaban reunirse con él en la nunciatura de La Habana.

El Papa añadió que «la nunciatura había dejado bien claro que yo no iba a conceder ninguna audiencia, no sólo a los disidentes sino tampoco a otros sectores que la habían pedido, incluido un jefe de Estado». El Santo Padre se refería implícitamente a la audiencia solicitada por las FARC para hablar del proceso de paz en Colombia. En cuanto al «jefe de Estado», las dos únicas posibilidades eran las presidentas de Argentina y de Panamá.

Francisco manifestó también que «la nunciatura hizo llamadas telefónicas a los disidentes para decirles que en la catedral yo saludaría a los que estaban allí.

Ninguno se identificó como tal (como disidente) en los saludos. Yo no sé si estaba o no estaban».

Ante la insistencia de una periodista en saber qué les hubiese dicho si hubiesen podido reunirse, el Papa respondió con buen humor: «Ay, hija, no sé lo que les diría. Les diría cosas buenas, como a todo el mundo».

El Papa dejo claro que la Iglesia de Cuba hace todo lo posible por ayudarles y, concretamente, «hizo listas de personas para incluir en la ultima amnistía», que ha beneficiado a mas de 3.500 presos por delitos comunes. Sin entrar a dar explicaciones sobre los motivos por los que la Iglesia cubana considera mas eficaz el evitar las criticas al gobierno en publico, el Papa aseguró que «la Iglesia esta trabajando y continuara trabajando» para lograr mayor libertad en Cuba.

A la pregunta sobre si Fidel Castro le había manifestado algún arrepentimiento por el modo despótico en que ha gobernado Cuba, el Santo Padre respondió que «el arrepentimiento es una cosa muy íntima, de conciencia».

Añadió que en la conversación con Fidel «no fue un encuentro formal, sino espontáneo, en presencia de miembros de su familia. Hemos hablado mucho de la encíclica «Laudato Si» (Alabado seas) porque él tiene mucho interés en la ecología. No hemos hablado del pasado (político), sólo de su época en el colegio de los jesuitas, que le hacían trabajar mucho…».

La misma línea que en Cuba

En la practica, el Papa mantuvo en el avión la misma línea que en Cuba: evitar criticas al gobierno, convencido de que ese modo de proeceder obtenga resultados mejores que la denuncia.

Comento que no habia entrado en temas politicos porque «era una visita muy pastoral, dirigida a la comunidad católica».

Al comentario de que quizá haya estado mas «blando» con el comunismo que con el capitalismo, el Papa respondio con una sonrisa y recordando que «yo presento la doctrina social de la Iglesia».

Francisco adelanto que en su discurso al Congreso norteamericano no pedirá el levantamiento del embargo sino algo de nivel superior, que los dos países continúen avanzando en la mejora de las relaciones mutuas: «hablaré de los acuerdos binacionales como signo de progreso en la convencia. Estoy intentando recordar lo que escribí, no quiero decir "macanás". El tema del embargo en concreto no esta mencionado en mi discurso».

Alarmismo en los medios americanos

Como algunos medios norteamericanos se han hecho eco del alarmismo de personas desconcertadas por comentarios del Papa hasta el punto de preguntarse si es verdaderamente católico, Francisco quitó hierro a la pregunta contando la anécdota de un cardenal a quien una señora «muy católica pero un poco rígida» le preguntó si es verdad que la Biblia alertaba de un anticristo y un antipapa.

El cardenal preguntó a la señora por qué tenía dudas sobre Francisco, y la respuesta fue: «porque no usa los zapatos rojos». No hacían falta comentarios.

Para tranquilizar a algunas personas preocupadas sin motivo real, el Santo Padre aseguro que se limita a presentar la doctrina social de la Iglesia, sin añadir nada, «y si es necesario que recite el Credo, estoy dispuesto a hacerlo».

Ver los comentarios