Memoria de una deriva antidemocrática

El golpe creó una sensación de acoso a la democracia de la que se benefició el socialismo

Pedro Sánchez ABC
Ramón Pérez-Maura

Esta funcionalidad es sólo para registrados

DISCUTE estos días un grupo de personas reunido en Londres y provenientes de una treintena de países sobre la marcha del mundo. Son muchos los que preguntan por el cambio habido en España este mes, lo que obliga a dar una explicación sobre las circunstancias inmediatas que provocaron el cambio, pero también un contexto histórico. Y al reflexionar sobre éste, se llega a conclusiones preocupantes que se explican a europeos, americanos y asiáticos con un cierto temblor en la palabra.

El PSOE ha conquistado tres veces el poder en España desde 1977. Las tres han estado marcadas por los actos profundamente antidemocráticos que han caracterizado su llegada al poder. En primer lugar está el golpe de Estado del 23-F , que fue el acto de acoso al sistema más relevante del reinado de Juan Carlos I. Por supuesto que el PSOE no tuvo responsabilidad en la ejecución de esa insurrección, pero se quedó esperando la caída de la fruta madura, que llegaría el 28 de octubre de 1982, veinte meses después de la asonada. Hubo otros factores elementales en su primera victoria electoral, sin duda. Y el deseo de un cambio fue primordial. Pero lo cierto es que el golpe creó una sensación de acoso a la democracia de la que se benefició el socialismo español.

El segundo aprovechamiento de un golpe a la democracia que llevó al PSOE a La Moncloa fueron los atentados terroristas del 11 de marzo de 2004. Las encuestas anticipaban una cómoda victoria del PP de Mariano Rajoy (nominalmente) pero todavía comandado por José María Aznar. Todos recordamos dónde estábamos en el minuto en que escuchamos en la radio la primera información sobre Atocha. A partir de ahí, el PSOE actuó con la mayor insolidaridad durante 72 horas, llegando a promover el acoso callejero contra la sede del partido del Gobierno. Todos recordamos aquellas horas con Pérez Rubalcaba y su lema «merecemos un Gobierno que no nos mienta» (quién te ha visto y quién te ve, Miquelarena). El PSOE llegó a La Moncloa con la ayuda de un atentado terrorista que sirvió para descarrilar la victoria del partido al que todas las encuestas daban ganador. Podrán acusar a Aznar de haber hecho las cosas mal, pero sin el atentado del que se benefició el PSOE, tampoco Aznar hubiera tenido la ocasión de, supuestamente, errar en la gestión de la crisis.

Y ahora tenemos el tercer capítulo de esta cosecha antidemocrática del PSOE. Pero esta vez no se trata de que Ferraz se haya beneficiado de hechos que le eran ajenos, como los acontecidos el 23-F y el 11-M. Esta vez la agresión antidemocrática ha sido gestada, directamente, por el PSOE, llamando a terceros en su ayuda. Y defino esta llegada del PSOE como antidemocrática porque la democracia española descansa sobre una Constitución y, en esta hora, los socialistas se han aliado con todos los enemigos de la Carta Magna que hay en las Cortes -sin una sola excepción- para derrocar al partido que tiene una corta mayoría en el Congreso de los Diputados y crear un Gobierno que no puede legislar en nada relevante, pero sí puede unirse cada día a los enemigos de nuestra democracia para hacer gestos que a nadie le mejoran la vida. Gestos que sirven para que todos nos pasemos horas hablando de ellos, mientras el Gobierno sigue viendo cómo desmonta la tarea realizada por sus predecesores sin aportar nada propio, más allá de la destrucción de lo logrado. Y como en 1996 y 2011, tendrá que llegar el día en que España haya quedado reducida a un mustio collado machadiano para que la derecha sea llamada de nuevo a reparar el destrozo habido y llenar los cofres antes de que otro golpe devuelva al PSOE las llaves de la caja.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación