El logo de WhatsApp. / Archivo
APLICACIONES

Whatsapp termina con los privilegios en Android

La aplicación de mensajeria cambia de estrategia y cobra ahora 78 céntimos por renovar la licencia en la plataforma, algo inédito hasta ahora

MADRID Actualizado: Guardar
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Con el difunto 'Messenger' de Microsoft -jubilado ahora por 'Skype'- también pasaba. La idea vertebraba cientos de cadenas de mensajes que volaban de un lado a otro prometiendo que si se 'rebotaba' a un cierto número de contactos, el muñeco que ponía cara a la plataforma se pondría azul como señal de que uno se libraba de apoquinar religiosamente una cuota que nunca terminaba de llegar. En apenas tres años de vida, 'Whatsapp' también ha sido objeto de la rumorología con varios supuestos avisos de que en cualquier momento usarlo ya no sería gratuito. Sin embargo, en esta ocasión ha resultado verdad. El popular servicio de mensajería móvil ha empezado a cobrar por la renovación de las licencias a los usuarios de Android, que hasta ahora no tenían que abonar absolutamente nada.

Supuestamente, 'Whatsapp' siempre ha sido de pago. Cuando uno accedía a Google Play recibía un aviso de que, tras un primer año sin coste alguno, el precio anual por seguir usándolo sería de 0,99 dólares (0,78 euros al cambio). Sin embargo, los millones de usuarios de teléfonos con este sistema operativo instalado seguían renovando su licencia y disfrutando sin que ese momento, el de pagar, llegase. Sin embargo, la compañía creada por Jam Koum y Brian Acton ha puesto punto y final a estos 'beneficios' frente a otras plataformas como iOS de Apple, en la que un pago de 0,89 euros da derechos vitalicios; o Blackberry y Windows Phone, que cada 365 días han tenido que cumplir religiosamente con la cuota.

Muchos usuarios han empezado a recibir un aviso de que su versión está apunto de caducar, invitándoles a renovarla. Si no lo hacen, uno deja de poder enviar mensajes, que tampoco recibe. Con tan solo tres simples pasos, los mismos que se hacen con cualquier otra compra en una tienda de aplicaciones, está solucionado.

'Whatsapp' maneja cada 24 horas más de mil millones de envíos en todo el mundo, incluyendo fotos, vídeos y grabaciones de audio. En España hace tiempo que superaron los diez millones de descargas. La decisión de la empresa, fundada por dos exempleados de Yahoo!, obedece a la necesidad de rentabilizar la ingente parroquía que tiene en Android, posiblemente empujados por fondos de capital riesgo y otros socios que quieren ver los frutos de sus inversiones a lo largo de estos años. Más aún cuando Koum y Acton esquivaron el pasado año las ofertas que Mark Zuckerberg les hizo para adquirir la empresa y sumarla al catálogo de Facebook, al igual que hiciese meses antes con Instagram.

El momento, para muchos, no parece el idóneo. La competencia en el mundo de la mensajería instantánea es mayor que nunca pero lo simbólico del pago puede evitar una fuga masiva. Entre los que más terreno le están comiendo, destaca 'Line', lanzada en Japón en 2011 tras el terremoto y el posterior 'tsunami' que golpeó el país nipón. Entre los españoles ya cuenta con una penetración superior al 30% y su éxito viene marcado por la posibilidad de hacer llamadas y por los populares 'stickers', elaborados guiños que dejan a los emoticonos en la prehistoria gráfica. Otras alternativas gratuitas son Spotbross, creada por un grupo de españoles y que recientemente rebasó el millón de usuarios; Viber, Pinger o Chad2win, que paga pequeñas cantidades al usuario por visualizar la publicidad.