disturbios en egipto

El Consejo de Defensa Nacional advierte de un posible toque de queda

La oposición egipcia pide dialogar con las autoridades para el cese de violencia | Más de 50 personas han muerto en cinco días de violencia dentro de la grave

EL CAIRO Actualizado: Guardar
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El Consejo de Defensa Nacional, máximo órgano de decisión en asuntos de seguridad de Egipto, ha asegurado que tomará "todas las medidas necesarias" para preservar los edificios vitales del Estado, como un toque de queda o el estado de emergencia. El ministro egipcio de Información, Salah Abdel Maqsud, leyó un comunicado al término de la reunión del consejo -que engloba al presidente del país, la cúpula militar y los principales ministros- en el que anunció que podría decretarse "el toque de queda o el estado de emergencia en los sitios que detecten perturbaciones".

Por su parte, uno de los líderes de la oposición egipcia, el premio nobel de la Paz Mohamed el Baradei, ha solicitado a través de Twitter una reunión urgente con las autoridades del país para acabar con la violencia. "Necesitamos urgentemente una reunión entre el presidente, los ministros de Defensa y del Interior, el partido gobernante, la corriente salafista y el Frente de Salvación Nacional (FSN) para dar pasos urgentes a fin de detener la violencia y comenzar un diálogo serio", ha dicho El Baradei, dirigente del FSN, en su cuenta en la red social.

Pese a su llamamiento, ha matizado que "el comienzo de un diálogo serio exige respetar las condiciones del FSN, con un Gobierno de salvación nacional y un comité para reformar la Constitución a la cabeza", en referencia al diálogo nacional propuesto por el presidente, Mohamed Mursi, y que hasta ahora es rechazado por el FSN.

Un portavoz del opositor Partido de la Conferencia, Ahmad Salah, ha explicado que lo que El Baradei ha propuesto es una iniciativa para acabar con los disturbios, pero que "en esa reunión no se va a hablar ni de la Constitución ni del diálogo nacional", que solo aceptarán si se cumplen sus demandas. "Con Mursi siempre hay democracia en el diálogo y dictadura en las decisiones. Este es el problema principal, porque cuando nos sentamos a hablar con el presidente siempre se discute una cosa y luego hace la contraria, por eso hemos pedido garantías", dijo Salah.

Mursi, en Alemania

Mientras tanto, Mursi ha viajado hoy a Alemania para convencer a Europa de las credenciales democráticas del país africano, a pesar de los recientes disturbios en los que han fallecido más de 50 personas. El jefe del Ejército egipcio, Abdel Fatá al Sisi, advirtió ayer de que el Estado se encuentra al borde del colapso si las facciones políticas no terminan con los enfrentamientos callejeros que se han reanudado dos años después de la revuelta que acabó con el régimen de Hosni Mubarak. Debido a los recientes disturbios en el país, Mursi ha limitado su agenda de visitas a Europa, por lo que no viajará a París tras su visita a Berlín como en un principio estaba previsto, y regresará a El Cairo este mismo día.

Esta mañana, decenas de personas se han concentrado cerca de la Plaza Tahrir y han lanzado piedras a la Policía que ha respondido lanzando gases lacrimógenos. "Queremos simplemente que Mursi se vaya y deje al país en paz. Es igual que Mubarak y su gente que ahora están en prisión", ha declarado uno de los manifestantes que llevaba gafas de bucear para protegerse los ojos de los gases lacrimógenos, Ahmed Mustafá. Los críticos de Mursi le acusan de traicionar el espíritu de la revolución ya que está acumulando demasiado poder en su manos y en la de los Hermanos Musulmanes. Por contra, sus defensores señalan que los manifestantes quieren derribar al primer líder de Egipto elegido democráticamente.

La inestabilidad reinante en el país del norte de Africa ha hecho que los países occidentales se inquieten por la dirección que está tomando. Mursi tiene previsto disipar los temores occidentales cuando se reúna con la canciller alemana, Angela Merkel, y con importantes grupos industriales en Berlín. "Hemos visto imágenes preocupantes en los últimos días, imágenes de violencia y destrucción. Insto a ambas partes a que entablen un diálogo", ha expresado el ministro de Asuntos Exteriores alemán, Guido Westerwelle, en una entrevista cuando le han preguntado por la visita de Mursi al país, que ha añadido que la oferta alemana de "contribuir a la transformación de Egipto depende claramente de que continúe con las reformas democráticas".

Los líderes de las industrias alemanas ven potencial de inversión en Egipto pero están preocupados por la inestabilidad política que reina en el país. "Por el momento, muchas empresas están esperando que se produzca una evolución política y se muestran precavidas a la hora de efectuar grandes inversiones", ha explicado el presidente de la Cámara de Industria y Comercio alemana (DIHK), Hans Heinrich Driftmann. Por su parte, el experto para Africa del DIHK, Steffen Behn, ha asegurado que ninguna compañía alemana ha abandonado Egipto, pero que tampoco ninguna nueva empresa tiene previsto instalarse allí.