Funcionarios de la Municipalidad de Concepción reparten casa por casa los primeros víveres tras el terremoto. / Efe
la tierra tiembla en chile

Bachelet se defiende de las críticas a su gestión mientras varias réplicas del seísmo generan el pánico

Los bomberos rescatan con vida a 79 personas que estaban atrapadas bajo los escombros de un edificio en Concepción

SANTIAGO DE CHILE / CONCEPCIÓN Actualizado: Guardar
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La presidenta de Chile, Michelle Bachelet, se ha defendido de las críticas a la gestión de su gobierno ante la emergencia originada por el terremoto del pasado sábado que se ha cobrado ya 802 vidas, mientras que nuevas réplicas del seísmo han provocado el pánico en Concepción ante la posibilidad de un tsunami.

"Somos todos generales después de la guerra", ha dicho la mandataria en una entrevista con radio Cooperativa, al ser preguntada sobre la supuesta ineptitud con la que su gobierno ha actuado ante la catástrofe, que ha ocasionado unos 800 muertos y dos millones de afectados. Bachelet ha aconsejado "huir a los cerros" ante las réplicas fuertes del terremoto a los habitantes de localidades costeras que fueron arrasadas por un tsunami que siguió al terremoto del sábado.

Su consejo calaba en la población poco después cuando numerosos habitantes de Concepción y el vecino puerto de Talcahuano comenzaron a correr hacia sectores altos, alertados por los bomberos sobre un eventual maremoto tras registrarse un seísmo de 5,9 grados en la escala de Richter en la zona. El epicentro, según el Servicio Geológico de EEUU, se ha localizado bajo el mar a 53 kilómetros al noroeste de Concepción, una de las ciudades más afectadas por el seísmo del sábado. Según ha podido constatar Efe, algunos encargados de entregar de ayuda y del orden también huyeron, aunque media hora después la situación se calmó cuando oficialmente se descartó la posibilidad de un tsunami.

La descoordinación agravó el desastre

En Santiago, la Oficina Nacional de Emergencia (Onemi) informó de que el Servicio Hidrográfico y Oceanográfico de la Armada (Shoa) había descartado un maremoto. La descoordinación entre ambos organismos impidieron el sábado pasado que la población de varias localidades costeras y del archipiélago Juan Fernández, a 600 kilómetros de la costa, se enteraran del peligro hasta que fue demasiado tarde. Numerosos muertos y desaparecidos y una gran destrucción material fue el resultado de una descoordinación que ha derivado en polémica entre ambos entes, que Bachelet ha atribuido a los problemas de comunicación propios de una tragedia tan grande.

Ella misma, ha reconocido que tuvo problemas, pues al pedir un helicóptero para viajar a las zonas más afectadas el aparato tardó cuatro horas en estar a su disposición. "La verdad es que yo, menos de un hora después del terremoto, estuve en la Onemi y estuve ahí porque intenté comunicarme (telefónicamente) y no obtuve comunicación. Logré comunicarme con La Moneda y luego me fui de inmediato a la Onemi", ha agregado la mandataria que ha dicho que en vez de buscar culpables el problema es sacar lecciones para que en el futuro Chile cuente con un sistema de comunicaciones mucho más avanzado tecnológicamente y con una conexión más expedita a través de su compleja geografía.

Chile no rechazó la ayuda internacional

Bachelet ha agregado que el terremoto abarcó una gran extensión del territorio, en la que se concentra el 80% de la población chilena, lo que ha hecho muy difícil recuperar las comunicaciones y la conexión con las áreas más afectadas. "Aquí no corresponde sacar cuentas pequeñas, pasar cuentas políticas. Aquí lo que corresponde es ponernos a pensar primero en la emergencia y luego, a la hora de la reconstrucción del país, en qué medidas tenemos que tomar para que obviamente nunca vuelva a suceder algo así", ha insistido Bachelet, quien también ha negado haber rechazado las ofertas de ayuda exterior, al afirmar que leyó "con sorpresa que había rechazado la ayuda internacional".

La presidenta chilena ha explicado que, ante las numerosas ofertas de ayuda que comenzaron a llegar desde el instante mismo del seísmo, dijo que primero había que hacer un diagnóstico de la situación para determinar qué es lo que se necesitaba y después confeccionar una lista. "Es lo que hemos hecho y ya tenemos hospitales de campaña, equipos electrógenos, teléfonos satelitales", ha añadido, al tiempo que ha agradecido la respuesta de la comunidad internacional.

Sobre los saqueos en algunas ciudades del sur tras el terremoto, la presidenta chilena ha explicado que "no lo hubiera esperado nunca", y que sintió "que se perdieron valores esenciales". Bachelet afirma que la cifra de muertos probablemente aumentará a medida que se remuevan los escombros o el mar devuelva los cuerpos de quienes fueron arrastrados por el tsunami y se ha confesado "muy consternada y muy dolida", pero ha pedido a los chilenos que tengan "confianza en Chile, Chile se va a poner de pie".