Playas de Cádiz
La cala del Aceite de Conil vuelve a cerrarse este domingo tras completarse su aforo
Las playas con arenales más grandes no presentan, de momento, problemas pero no ocurre lo mismo en las calas más pequeñas
Llenazo en Conil. Antes de la pandemia del coronavirus nada inusual ni demasiado problemático pero en estos tiempo de «nueva normalidad» es diferente. El buen tiempo y la llegada de visitantes vuelve a cerrar la cala del Aceite en Conil . La estampa se repite por segunda vez en menos de una semana ya que el pasado domingo esta playa gaditana tuvo que cerrarse con la intervención de miembros de Protección Civil y Policía Local de Conil que blindaron el acceso a la cala. La marea alta dificultó que se respetase la distancia de seguridad pero esta situación parece que va a ser habitual en los arenales más pequeños y va a suponer todo un reto para los Ayuntamientos.
En esta ocasión, a la pleamar de las 11.32 horas se sumó la llegada de turistas procedentes de Sevilla y Málaga que aprovecharon la coincidencia del primer fin de semana con los desplazamientos permitidos entre provincias andaluzas con varios días libres por el puente del Corpus, festivo en Sevilla y Granada. A estas circunstancias se le sumó que, los días que en Cádiz sopla viento de poniente, estas calas son muy codiciadas porque por su localización están más resguardadas y protegidas de los latigazos de la arena.
Para controlar la situación y cumplir con la normativa de distanciamiento social el Ayuntamiento desplegó en la zona a la Policía municipal y advirtió por megafonía a los bañistas de que no estaba permitido el acceso. El mensaje de «aforo completo» también se difundió por redes sociales para llegar al máximo de personas con el fin de evitar aglomeraciones.
Población que se multiplica en verano
Las playas urbanas de Conil como La Fontanilla o Los Bateles son amplias y hasta ahora no han dado ningún problema. La dificultad reside en el control de las calas con arenales más reducidos en pleamar. El Ayuntamiento de Conil afronta el reto de asegurar el cumplimiento de las medidas de seguridad en una población que multiplica hasta por cinco sus habitantes con la llegada del verano.
De momento, salvo la excepción de la cala del Aceite en Conil y la playa de Santa María del Mar en Cádiz capital no se han vivido grandes aglomeraciones en playas.
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