Playas

Conil también tuvo que cerrar una playa el fin de semana

Los municipios encuentran dificultades para controlar el aforo en las pequeñas calas; los accesos a la del Aceite fueron blindados

El Ayuntamiento estudia medidas como poner calles peatonales en un solo sentido para evitar los contactos en una población que multiplica por cuatro su población en verano

La cala del Aceite (Conil) alcanzó el aforo permitido. Ayuntamiento de Conil

Fran M. Galbarro

La playa de Santa María no fue la única en la provincia que tuvo que cerrarse el pasado fin de semana. Miembros de Protección Civil y Policía Local de Conil tuvieron que blindar el acceso a la cala del Aceite en la tarde del domingo, cuando, como ocurrió en Cádiz capital, la marea alta dificultó que se respetase la distancia de seguridad.

Un dispositivo de la Policía municipal se desplegó en la zona y advirtió por megafonía de esta situación. Durante unas horas se impidió el acceso de más personas a esta cala , conocida sobre todo en la provincia de Cádiz y frecuentada por los conileños.

El Ayuntamiento de Conil afronta el reto de asegurar el cumplimiento de las medidas de seguridad en una población que multiplica hasta por cinco sus habitantes con la llegada del verano. De momento no ha fijado un aforo máximo para estos espacios, según ha asegurado el concejal de Medio Ambiente, Manuel Vicente. «¿Cómo vamos a aforar las playas y no las calles?», ha planteado.

Las playas urbanas de Conil como La Fontanilla o Los Bateles son amplias, recuerda el edil, y hasta ahora no han dado ningún problema. La dificultad, asegura, estará en el control de las calas más alejadas en momentos de pleamar. Estos espacios son más limitados, cuentan con campings y otros establecimientos alrededor y, según la normativa, siguen siendo de competencia municipal.

Los conileños aprovechan estas calas resguardadas en días de viento. En jornadas de poniente, por ejemplo, hay una gran concentración de personas en la cala del Aceite; en las de levante, en Roche. Estas playas se encuentran a varios kilómetros de la localidad , por lo que, en casos de cierre, se advertirá ya en la carretera de acceso a los turistas que se dirijan hacia este lugar de que su destino final está cerrado. Además, ya trabajan en un plan para informar de la saturación de cada cala en redes sociales y la emisora municipal. «El que es de aquí sabe cómo funcionan las mareas, pero el que viene de Madrid no», recuerda Manuel Vicente.

Conil afronta el reto de desplegar una oferta de turismo seguro en una ciudad que alcanza sus picos de población en verano. En algunas semanas del periodo estival, la localidad pasa de albergar 20.000 personas a 100.000.

Estas cifras disminuirán este verano por la crisis del coronavirus. Conil, cuya actividad depende en gran medida del turismo, espera que la cifra de visitantes se mantenga en un nivel alto. El Ayuntamiento ya trabaja en varias medidas para evitar aglomeraciones. Una de ellas, al igual que se hizo en Madrid durante las primeras semanas de desescalada, es convertir varias calles peatonales del casco histórico en unidireccionales .

De momento, salvo la excepción de la cala del Aceite, no se han vivido grandes aglomeraciones en playas. Este fin de semana se prevé un incremento de los visitantes por la llegada de turistas procedentes de Sevilla y Málaga en el primer fin de semana en el que estarán permitidos los desplazamientos por toda Andalucía, coincidiendo con el puente por el Corpus.

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