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The Walking Dead cumple cuatro años en antena: 5 Aciertos y 5 errores del show de AMC

Con un reparto en el que se mantienen solo cinco personajes de los que conocimos al inicio de la serie, el show es amado y criticado a partes iguales

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El pasado 31 de octubre se cumplieron cuatro años desde que se emitiera el primer episodio de la serie de televisión que adapta la obra homónima en formato cómic de Robert Kirkman, ese show sobre zombis y supervivientes que conocemos como ' The Walking Dead'. Dirigida inicialmente por Frank Darabont, realizador de exitosas adaptaciones novelísticas como son 'La Milla verde' o 'La Niebla' (ambas obras escritas por Stephen King), el show arranco en 2010 con una audiencia de 5,3 millones de televidentes, y hoy en día, con el estreno de la quinta temporada bastante fresco, rebasa ya la cifra de 17 millones de espectadores, una cifra que sigue aumentando a pesar de los altibajos del show.

Con un reparto en el que se mantienen solo cinco personajes de los que conocimos al inicio de la serie, el show es amado y criticado a partes iguales, y aunque todo depende del tipo de espectador que seas (si la ves semana a semana o del tirón, si no admites licencias en las adaptaciones, etc.) lo cierto es que The Walking Dead es un producto, como la mayoría, plagado de aciertos y errores.

Hoy, y con la perspectiva que nos ofrecen los cuatro años de emisión, repasaremos diez aspectos negativos y positivos de la serie que podemos considerar errores y aciertos, y que, como siempre decimos, están abiertos a debate en nuestra sección de comentarios.

Acierto no 1: El Casting

Pese a provenir de un medio tan complejo como es el comic, AMC ha intentado que los actores involucrados en The Walking Dead se parezcan a sus homólogos originales, y aunque encontramos diferencias importantes en personajes como Carol (que ha pasado de ser una carga como el personaje del comic a ser una heroína que adopta la identidad de otro personaje del producto primigenio) o el Gobernador (sin ningún parentesco con el personaje original, pero enormemente interpretado por David Morrisey), nadie podrá levantar la mano para esbozar quejas a este respecto.

Error no 1: Fallos de racor y coherencia a punta pala

Aunque los fallos de racor son más o menos habituales en todos los shows, la lentitud de muchos de los episodios de la serie de zombis de la AMC ha facilitado que el espectador más despistado se centre en este tipo de errores, los cuales, lejos de centrarse en parches que cambian de ojo van más allá, provocando la risa al ver como el día y la noche se intercambian, las distancias desaparecen (memorable el primer capítulo de la segunda temporada cuando usan prismáticos para ver zombis que están a 6 metros de distancia) y las armas cuentan con cargadores infinitos.

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Acierto no 2: Hacer llegar los zombis al público mayoritario

Teniendo en cuenta que los zombis pertenecen a un subgénero del terror en el que la mayoría de cintas se engloban dentro de la categoría de 'Cine B' (cine cutre y barato), la AMC y Robert Kirkman (el creador del cómic y productor/supervisor del show) consiguieron quitar a 'sus monstruos' la etiqueta de hermanos cutres y pobres de los vampiros, algo que se consiguió utilizándolos como lo que son, un recurso para narrar un drama y no los únicos protagonistas de la serie.

Error no 2: Mal uso de personajes en la trama

Actualmente vemos series como Juego de Tronos en los que se manejan a un número altísimo de personajes, y aunque en The Walking Dead no llegan ni a la mitad de intérpretes que en el show de la HBO, los guionistas han forzado capítulos y capítulos intentando meter con calzador a todos los personajes, algo que ha hecho que muchos episodios carezcan de sentido al no dejar desarrollar las tramas. Paradójicamente, cuando han optado por utilizar solo a dos o tres personajes por capitulo también han metido la pata (muchísimo), aunque al poner en la balanza los capítulos grupales y los más individuales, ganan los primeros.

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Acierto no 3: Alejarse de la trama del cómic

Series de televisión y comics son dos medios diferentes, y como tales, sus lenguajes y recursos también difieren entre si teniéndose que utilizarse tiempos y personajes a un ritmo diferente, algo en lo que alejarse de la historia del cómic puede afectar positivamente.

Un ejemplo de esto es lo visto con Shane, personaje que muere en el primer tomo del comic y que para la serie, y debido a su importancia, se optó por mantenerlo con vida hasta el final de la segunda temporada, permitiendo que el conflicto entre él y Rick creciera lo suficiente para justificar su fallecimiento.

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Error no 3: Filtraciones sospechosas

Los spoilers, por mucho que molesten a ciertas personas, son también un método de atracción del público y debido a que en ciertos momentos The Walking Dead ha notado bajones de audiencia más que considerables (sobre todo en la segunda temporada) se filtraron de forma intencionada (si no fue así, que venga la AMC a decírmelo a la cara) los aspectos de ciertos personajes que iban a fallecer, siendo sin lugar a dudas el más lamentable de dichas filtraciones el de la pequeña Sophia, cuya muerte (orquestada de forma que no encajaba en ninguna parte del guion) fue utilizada para atraer al público a golpe de impacto tras una media temporada de vergüenza.

Acierto no 4: Apegarse al cómic y a las novelas

Sí, antes he marcado como acierto el alejarse de la trama del cómic, pero la verdad sea dicha, cuando The Walking Dead usa como base el material del que bebe, la calidad de la trama se multiplica de forma exponencial.

Ejemplos de ello son la reciente 'saga de los cazadores', los capítulos en solitario del Gobernador que se basan en la novela que narra su origen o los primeros pasos de Rick y los suyos en la cárcel junto a los presos que había allí o el inicio de la serie. Momentos que, claro está, sufrieron cambios pero que cualquier seguidor del cómic reconoce fácilmente.

Error no 4: El exceso de conversaciones y la introspección de los personajes

La serie, para alargar temporadas, ha abusado en innumerables ocasiones de las charlas entre unos u otros personajes, y aunque a veces esto ha hecho que comprendamos mejor al grupo, también ha provocado sonoros bostezos entre los espectadores que esperaban más acción y terror en una serie a la que en ocasiones le cuesta trasmitir el peligro al que se enfrentan los protagonistas

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Acierto no 5: Los webisodes

Aunque este año no hemos podido disfrutar todavía (esperamos que lleguen en el parón vacacional del show) de las pequeñas historias independientes que la serie nos ha ofrecido en los últimos tres años, este tipo de productos aportan valor añadido a un show, llegando a oírse en ocasiones (y me identifico como culpable) que estos 'cortos episódicos' gozaban de mayor calidad que la serie general.

Pese a que otras series como Dexter o Arrow han intentado aportar algo similar (podéis encontrar dichos mini-episodios en las webs de cada cadena/serie), el trabajo del especialista en efectos especiales Greg Nicotero dejo huella entre los fans y esperamos que el espíritu de estos 'webisodes' (capítulos pensados para la web) se mantengan en el esperado spin-off de The Walking Dead.

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Error no 5: El abuso de los cliffhanger

A estas alturas del artículo, os habréis dado cuenta que soy de la vertiente crítica que aguanta la serie en pos de una mejoría, y la verdad, si hay algo que por encima de todo creo que es un error, es el uso y abuso de los cliffhanger para mantener en vela al espectador y convertir la serie en una verdadera montaña rusa de aburrimiento y tensión a parte desiguales (si... a partes desiguales, porque hay más sopor que acción y terror).

Este recurso que se explotó hasta la saciedad en series como Batman (la de los 60) o similares resulta interesante cuando estamos ante un producto en el que el nivel de emoción se mantiene, pero el uso de estas «sorpresas finales» por parte de los guionistas y directores de The Walking Dead me parece uno de los síntomas más evidentes de que AMC pretende alargar el show (al igual que Kirkman) hasta que la gente meta fuego al canal, algo que, pese a haber expuesto razones a favor y en contra del show de forma equilibrada (con todo el dolor de mi alma), creo que no está demasiado lejos... aunque claro está, solo el tiempo lo dirá.

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