PONENCIA. Charla de Fernando Domecq Solís. / J. C. C.
Toros

Inaugurada la XIV Aula Taurina en la Facultad de Derecho de Jerez

Con la presencia del delegado del Gobierno de la Junta de Andalucía en Cádiz, José Antonio Gómez Periñán; la delegada municipal de Cultura y Fiestas de Jerez, Dolores Barroso; el vicedecano de Relaciones Institucionales de la Facultad de Derecho de la Universidad de Jerez, Miguel Checa; el vicepresidente de la Fundación Andaluza de Tauromaquia, Francisco Baena Bocanegra; y el presidente de la Asociación Andaluza de Escuelas Taurinas y director de la Escuela de Tauromaquia de Jerez, Eduardo Ordóñez, se inauguró ayer en el Salón de Actos de la Facultad de Derecho de Jerez la XIV edición del Aula Taurina.

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

En dicho acto, el delegado del Gobierno afirmó que este aula y la fiesta «va a seguir contando con el apoyo del Gobierno de Andalucía», mientras que la concejal de Cultura destacó «la labor formativa e informativa que se está llevando a cabo desde la Escuela de Tauromaquia de Jerez». Y añadió que es uno de los sectores «de los que la Corporación se siente más orgulloso».

Tras la inauguración tuvo lugar la primera de las conferencias programadas que durante la semana en curso se llevarán cabo. Fue presentada por el crítico taurino Francisco Orgambides y corrió a cargo del ganadero Fernando Domecq Solís, quien habló del toro bravo. Inició la conferencia recordando a su padre, Juan Pedro Domecq como un ganadero que trascendió a su época y del que aprendió lo que sabe y a pensar por sí mismo como aficionado.

Fernando Domecq es un ganadero comprometido con una idea, que desborda los planteamientos toristas o toreristas con el que el tópico encasilla a los ganaderos. Fiel a la bravura, los valores de hechuras, trapío y fuerza son para él virtudes complementarias al servicio de la esencia del toro de lidia, la bravura. Y al servicio de ésta, nada escatima, con nada y nadie pacta. Es un ganadero escrupuloso en el sentido más íntimo y noble de dicha acepción, y es un ganadero que en primer lugar, y por encima de todo, pone el toreo.

Entiende que un ganadero de bravo tiene como objetivo crear un comportamiento y buscar unas características morfológicas que definan el trapío de un toro bravo, siendo el objetivo que un torero «lo transforme en su obra de arte personal». Afirmó que las características que debe tener un toro de lidia son bravura, movilidad y prontitud. Pero si se busca el arte y no la lucha, «se tendrán que incorporar otras cualidades, como la fijeza, el temple, el ritmo, llevar la cara metida».

Finalizó la conferencia afirmando que el aficionado debe querer un toro que permita el riesgo, que tenga velocidad en la embestida, que quiera coger lo que se mueve, pero, sobre todo, que el torero lleve la embestida del toro por dentro, «creando una obra de arte».

El ciclo continuará hoy con la ponencia de Enrique Romero, director del programa taurino Toros para todos, que la pronunciará conjuntamente con el matador retirado Francisco Ruiz Miguel. Será esta tarde, a partir de las 19.00 horas, y llevará por título Influencia de la fiesta de los toros a través de la radio televisión andaluza.