Charles Schulz dibuja a su querido Carlitos. :: LA VOZ
Sociedad

El papá de Snoopy

Una biografía de Charles Schulz desmenuza al autor y los personajes del cómic más influyente de la historia

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Snoopy es uno de los símbolos del pijerío más consumista, pero la criatura de papel nacida del lápiz de Charles M. Schulz es mucho más. No es sólo un icono del merchandising feroz, un estandarte pop de la cultura de masas convertido en insignia publicitaria. Además de ser la tira cómica diaria con mayor proyección en la historia de la prensa, y uno de los personajes dibujados más populares. El perrito filósofo y sus compañeros de fatigas marcaron una nueva manera de entender la historieta y reflejaron el pensamiento existencialista de su autor, un hombre que no dejó de darles vida sobre la hoja en blanco durante 50 años, hasta su fallecimiento hace una década.

El pasado 12 de febrero se cumplía el décimo aniversario de la muerte de un creador genial incapaz de separar su obra de su vivir cada día. El recordatorio de la señalada fecha ha servido como plataforma de lanzamiento a un libro esencial. 'Schulz, Carlitos y Snoopy', de David Michaelis, editado por EsPop, es una biografía detallada, plagada de datos y anécdotas, dedicada a uno de los artistas más admirados e importantes de la segunda mitad del siglo XX, sobre todo si hablamos de cultura popular. 'Peanuts', título original de la serie de Schulz, donde se describen las tribulaciones de Carlitos y su pandilla, incluyendo al archifamoso Snoopy, nacida en 1950, se ha traducido a cerca de 25 idiomas y son muchos los lectores que alaban sus aventuras, incluyendo intelectuales como Umberto Eco y reconocidos dibujantes como Quino, Bill Watterson o Matt Groening, autores que no ocultan su inspiración en las viñetas de una de las figuras más incomprendidas y a la vez más influyentes de la cultura norteamericana.

El hijo del barbero

Schulz, el hijo de un barbero de St. Paul, Minnesota, es el símbolo perfecto del sueño americano. Fue el primer autor capaz de manejar temas inusuales en los tebeos, raramente tratados en la cultura de masas, entre ellos la soledad, la depresión, la melancolía o el amor irracional. Con su inconfundible trazo retrataba los mayores dilemas del ser humano, utilizando el humor como escape en los momentos más oscuros. «Creo que gran parte del éxito de su tira y su tirón popular durante las décadas de los cincuenta y los sesenta se debió precisamente a lo difícil que resultaba definirla», explica Oscar Palmer, traductor y editor del libro. Palmer, teórico e impulsor de EsPop, destaca sobre Schulz «su absoluto e inquebrantable compromiso con el medio. A finales de los cuarenta rechazó una oferta para trabajar en Disney como animador».

A lo largo de cincuenta años dibujó 17.897 tiras, sin contar nunca con ayudantes, un caso prácticamente inaudito en el medio. En 1962 fue el primer historietista que logró situar una de sus obras entre los cinco libros más vendidos del año. Durante esa década alcanzó los 36 millones de ejemplares en circulación, siendo el cuarto autor más vendido de todo el siglo XX en EE UU. Ya en los 80, Schulz era uno de los hombres más ricos del mundo de la cultura, el tercero por detrás de Michael Jackson y Spielberg. Estamos hablando de los Beatles del cómic. «Peanuts es la tira cómica que sentó el nuevo paradigma para las demás tiras», recalca Albert Monteys, director de la revista 'El Jueves' . «Es una de esas obras que marcan un antes y un después».