Dos detenidas en Getxo, acusadas de ayudar a esconderse a Artetxe

Efectivos de los servicios de Información de la Guardia Civil detuvieron ayer en la localidad vizcaína de Getxo a dos presuntas colaboradoras de ETA, acusadas de ayudar a esconderse durante meses al 'liberado' Aitor Artetxe antes de su cita en Francia con la cúpula de la banda armada. Fuentes de la lucha antiterrorista identificaron a las arrestadas como María Isabel Prieto y María Mercedes Alcocer. Sus nombres habían aparecido en las declaraciones de los tres detenidos en Irún, Javier Gutiérrez Jiménez, Ibai Egurrola San Andrés y Amets Ladislao González, que llevaron a territorio galo a Artetxe el pasado lunes.

Los tres supuestos colaboradores de ETA no constituían con toda probabilidad un comando operativo de la banda. Ayer regresaron a dependencias de la Guardia Civil en Madrid tras presenciar los registros de sus viviendas en Vizcaya durante la noche del martes. Según fuentes de la lucha antiterrorista, de los primeros interrogatorios se infiere que no componían un 'talde', si bien han reconocido saber que Artetxe era un miembro de ETA y que, con su traslado a Francia, le llevaban a una cita de seguridad con destacados miembros de la banda. No obstante, los tres coinciden en que hicieron el viaje por amistad.

Pese a su insistencia en negar su encuadramiento en un comando, utilizaron tácticas propias de la banda en el viaje a Francia. Gutiérrez y Egurola condujeron un primer coche que hizo de lanzadera para anticiparse a posibles controles. Ambos eran 'legales' y no hubieran tenido ningún problema en caso de ser interceptados. En un segundo vehículo viajaron Artetxe y Amets, en la creencia que una pareja en un día de fiesta en Francia no levantaría sospechas.

Mientras, el presunto jefe militar de ETA Aitzol Iriondo, 'Gurbitz', su lugarteniente Eneko Zarrabeitia y el huido del 'comando Vizcaya' Aitor Artetxe, detenidos el lunes en el Pirineo francés, fueron trasladados ayer desde Bayona a París para ser puestos a disposición judicial. El viaje indica que los investigadores albergan escasas esperanzas de localizar pronto su escondite en el sur del país ya que la presencia de los arrestados es preceptiva en los registros, según estipula la legislación gala.