SUBIDA. Mosquera, Contador y Leipheimer. / EFE
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Contador no perdona a Ezequiel Mosquera y se anota otra victoria

El corredor gallego rompió la carrera en los kilómetros finales buscando un lugar en el podio y el triunfo de etapa

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Aíto García Reneses, toda una vida de éxitos en el mundo del baloncesto, uno de esos técnicos que se codea sistemáticamente con el triunfo, ha dejado frases para la posteridad. Hace años, ante la pregunta de un periodista que cuestionaba la táctica que había empleado en un partido, le contestó: «Usted sabrá mucho de escribir, pero de tácticas de baloncesto no tiene ni idea».

Viene esto a cuento, después de presenciar una nueva exhibición de Alberto Contador en la estación de esquí de Fuentes de Invierno. Deben de ser los aires de la montaña, demasiado puros, que no nos dejan pensar en condiciones, pero la verdad es que uno no entiende la táctica del equipo Astana en esa parte final de la subida.

Y cuando digo táctica, o estrategia, no me refiero a ganar la etapa, que eso no se regala, aunque sí se puede comprar y vender, que no es el caso, sino a las razones por las que Levi Leipheimer no dio relevos Ezequiel Mosquera, uno de esos ciclistas que saben lo que es sufrir para llegar adonde ha llegado. Decía Alberto Contador que ya tenían suficiente tiempo sobre sus rivales para trabajar. También decía que hizo lo que le mandaron desde el coche, se entiende que su director, Johan Bruyneel.

Hacer lo que manda un director entra dentro de las obligaciones de un ciclista, aunque se llame Contador. Lo del tiempo ya es más discutible puesto que cuando más segundos se ganen, mejor, y a Levi Leipheimer, el segundo puesto de la general no se lo va a quitar nadie. Ganó Alberto Contador, pero el protagonista fue Ezequiel Mosquera, un gallego de 32 años que dejó rotos a Carlos Sastre y Alejandro Valverde en los cinco últimos kilómetros de la subida.

El gallego quería sacar tiempo. Albergaba alguna ilusión de poder ganar la etapa. No tenían, ni Contador, ni Leipheimer, ninguna obligación de dejarle ganar. Esto es un deporte profesional. Lo que no se comprende es que no le diesen un triste relevo en toda la subida, que no aprovechasen para meterles más tiempo a Valverde y Sastre. Alberto Contador, el amigo Levi nos importa mucho menos, puede dar los relevos que quiera, y ganar como lo hizo. Tiene clase para eso y para mucho más.