Coronavirus

«La vacuna controlará el estado físico, pero no las secuelas mentales»

La doctora Dévora Kestel, directora del departamento de salud mental de la OMS, comentó las consecuencias del confinamiento que, si ha sido mal soportado, podría llegar a provocar patologías graves

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Devra Kestel OMS

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Crisis de angustia, palpitaciones, tensión nerviosa, adicciones, manías o estrés postraumático, son algunos de los síntomas que el confinamiento por el coronavirus dejará en la salud mental. En esta nueva fase de desescalada, aún quedan muchas cuestiones por resolver sobre las consecuencias psquiátricas de esta emergencia sanitaria.

La doctora Dévora Kestel , directora del departamento de salud mental de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y autora de una guía ilustrada, titulada «Las acciones más importantes en tiempos de estrés» comentó las consecuencias del confinamiento que, si ha sido mal soportado, podría llegar a provocar patologías graves como la depresión o generar pensamientos suicidas.

¿La salud mental de la población ha resultado alterada por el confinamiento prolongado?

La situación que estamos viviendo genera mucho estrés. En particular, esta situación de aislamiento, que tiene diferentes características en los países, está teniendo un impacto en la salud mental. Principalmente porque el aislamiento ha sido impuesto por un virus que causa una enfermedad que nos genera miedo, preocupación, ansiedad y estrés. No sabemos que va a pasar, si nos vamos a enfermar nosotros o un ser querido. Además, de forma más concreta, tememos a la muerte.

La incertidumbre por lo que va a venir va aumentando esta situación de estrés porque el no saber si podremos seguir llevando nuestra vida como la habíamos llevado hasta ahora ni lo que va a cambiar evidentemente produce mucho estrés. Este estrés se manifiesta de forma diferente, siendo la población anciana o los grupos de población más vulnerables los más sensibles frente a situaciones de este tipo.

¿Cuáles son las consecuencias indirectas del confinamiento?

El impacto de este aislamiento va a ser distinto para cada uno de nosotros pero las consecuencias de nuestros hábitos de rutina cotidianos, la falta de contacto social y la incertidumbre sobre cual será nuestra normalidad en el futuro tendrán consecuencias en la salud mental de las personas.

Esta incertidumbre causada por una situación de encierro ha ocasionado ya un aumento en el consumo de alcohol y de drogas. También ha aumentado la violencia dentro de las familias, a veces, contra mujeres y niños. Un nivel de ansiedad o de estrés que termina en rabia y en descontento. Actualmente están emergiendo datos y, por ejemplo, sobre el consumo de alcohol, Canadá ha aumentado el consumo en un 20% e Irlanda la venta en un 40%.

¿Se ha degradado la salud mental en el transcurso de este confinamiento?

La salud mental ha sido y será impactada por el confinamiento porque, si cuando se encuentre una vacuna o tratamiento, la cuestión física quedará controlada los problemas mentales continuarán ya que el impacto sufrido por de haber perdido a un ser querido, no haber podido celebrar un funeral, asistir a un entierro o haber perdido la oportunidad de un viaje van a dejar en muchos casos secuelas.

¿Cuáles son las patologías que pueden surgir?

Hablamos de depresión, de estrés postraumático o un posible aumento de la tasa de suicidios. Como durante la crisis del 2008 el problema más importante será la crisis económica que vendrá después y que esta vez será incluso más global y mayor que en la crisis anterior. En condiciones normales el desempleo tiene un impacto en la salud mental de la gente y puede provocar depresión e incluso suicidio.

¿Va a aumentar la demanda de cuidados en los servicios psiquiátricos tras esta crisis?

Ya estamos recibiendo datos que confirman un aumento de demandas en los servicios de salud mental. Las líneas de asistencia telefónicas están recibiendo numerosas llamadas. Por motivo del Covid-19 muchos servicios de salud mental han tenido que reducir sus personal, cerrar servicios o enviar a sus sanitarios a cuidar a pacientes de coronavirus. Esta situación ha tenido un impacto en las personas con problemas mentales que han tenido que ser evacuadas o ser enviadas a estructuras alternativas porque los locales se necesitaban para el coronavirus. En ciudades como Madrid, el 60% de las camas destinadas a salud mental se convirtieron en camas para gente con Covid-19 y el número de personas atendidas en servicios psiquiátricos de emergencia se redujo en un 75%. Las personas con enfermedades mentales no fueron atendidas en los servicios públicos y tuvieron que ser atendidas en los servicios privados donde, en algunos casos, fueron aceptadas por solidaridad.

Teniendo en cuenta los problemas de salud que va a ocasionar, ¿ha sido útil el confinamiento?

Se han salvado vidas a corto plazo y, en concreto, hemos evitado que se muera más gente. Luego habrá que estudiar las medidas que se puedan poner en práctica para mitigar la situación que se generará, para que se sufra menos por el desempleo y se reinstauren los cuidados de salud en los hospitales y sobre todo que se aumente la respuesta destinada a la salud mental. Sólo el 2% del presupuesto de salud de los estados va a la salud mental y habrá que esperar que la situación cambie en el futuro tras el Covid-19 . Esta podría ser la consecuencia positiva de esta situación tan dramática, el incremento del presupuesto destinado a la salud y de forma más precisa a la salud mental.

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