La Universidad de Baleares se personará finalmente en el caso Minerval

El rector de la Universidad de las Islas Baleares (UIB), Llorenç Huguet, ha anunciado este miércoles que la UIB se personará finalmente en el denominado caso Minerval. En dicha causa se investiga la presunta comercialización de un supuesto fármaco contra el cáncer, denominado Minerval, por parte de dos catedráticos de Biología Celular de la UIB, Pablo Escribá y Xavier Busquets, y de tres colaboradores de ambos.

El anuncio de Huguet se produce en el contexto de la precampaña para las elecciones al cargo de rector de la UIB, que se celebrarán el próximo 24 de mayo. En estos últimos días, Huguet —que opta a la reelección— había sido acusado de una cierta pasividad en el caso Minerval por parte del otro candidato que se presenta a dichos comicios, Rafael Crespí.

Por su parte, el actual rector siempre ha defendido que la UIB habría actuado con celeridad cuando le fue presentada una primera denuncia por parte de un afectado.

En declaraciones a los medios efectuadas este miércoles, Huguet ha señalado que «después de escuchar las diferentes intervenciones que haya, se podrá tomar la decisión de si la UIB se presenta como perjudicada o no». El rector ha añadido que, en cualquier caso, «ya hay un perjuicio inicial, que es el que se ha podido provocar a nivel de alarma social».

Fue en abril de 2016 cuando el Consejo Social de la UIB hizo llegar a la Fiscalía la primera denuncia concreta de una persona que había adquirido el Minerval y que consideraba que había sido estafada. A partir de entonces se pusieron en marcha las investigaciones que hace tres semanas concluyeron con el arresto de cinco personas, entre ellas los profesores Escribá y Busquets.

La Policía estima que, globalmente, se habrían estafado más de 611.000 euros a través de la supuesta comercialización del Minerval. Hasta el momento, hay una quincena de denuncias de personas que adquirieron dicho producto con la esperanza de que pudiera ser un remedio efectivo contra el cáncer. El citado compuesto se encuentra aún en fase de ensayos clínicos, lo que significa que por ahora no tiene aún la calificación de medicamento ni cuenta con la preceptiva autorización para poder ser vendido al público.

Las personas que adquirían el Minerval abonaban el dinero que se les solicitaba a través de una entidad sin ánimo de lucro, denominada Fundación Marathon Glioma. Dicha fundación, según la Policía, «enmascaraba la venta del producto como una donación voluntaria de los familiares para la investigación».

Según los investigadores, los citados dos catedráticos de la UIB habrían mostrado a los familiares de los enfermos imágenes presuntamente manipuladas para hacer creer que los tumores de los pacientes disminuían de tamaño.

Por su parte, tanto Escribá como Busquets han defendido que nunca cometieron ninguna irregularidad. Ambos declararon ayer martes en calidad de investigados —equivalente a imputados— ante el titular del Juzgado de Instrucción número 9 de Palma, Enrique Morell, y ante la fiscal Concha Ariño. Los dos profesores de la UIB se declararon inocentes del presunto delito de estafa agravado que les imputaba la Policía.

Busquets y Escribá le dijeron al juez que el Minerval contaba con la patente de nutracéutico —complemento alimentario— desde 2003. Asimismo, indicaron que se habría comercializado a precio de coste y que nunca lo habrían vendido como fármaco. Tras prestar ambos declaración, el magistrado no les impuso ninguna medida cautelar.

En la actualidad, ninguno de los dos puede dar clases en la UIB, después de que el Rectorado hubiera decidido el pasado 12 de abril, como medida cautelar inicial, suspender la «actividad docente» de Escribá y de Busquets. Ambos profesores colaboraban con la empresa biofarmacéutica denominada Lipopharma, que desde el primer momento se desvinculó por completo de cualquier posible irregularidad que pudieran haber cometido dichos docentes.

Lipopharma emitió ya en su momento un comunicado oficial en el que señaló que no ha comercializado jamás «ningún producto» de los que tiene en investigación, «entre ellos el Minerval». Asimismo, indicó que nunca ha administrado el Minerval a «ningún paciente fuera de los estudios clínicos realizados en hospitales de reconocido prestigio, con protocolos diseñados de acuerdo a las normativas vigentes».

En esa misma línea, Lipopharma emitió ayer un nuevo comunicado, en el que señaló que es ajena «a cualquier presunta actividad ilegal de venta prematura del Minerval» o de cualquiera de los productos que tiene en investigación. La nota también indicaba que dicha empresa «está colaborando activamente con la justicia con el fin de aclarar los supuestos acontecimientos relacionados con este producto en investigación».

Las declaraciones ante el juez que investiga el caso Minerval han continuado este miércoles, con la comparecencia, en calidad de investigados, del contable y del secretario de la Fundación Marathon Glioma. Ambos han indicado que desconocían que se pudiera haber llevado a cabo una venta del producto. En cuanto a los ingresos que recibía la citada fundación, habrían sido siempre a través de donativos y nunca mediante contraprestaciones económicas por la distribución del Minerval.

El abogado de Escribá, Santiago Fiol, ha reiterado este miércoles ante los medios congregados en los Juzgados centrales de Palma que «el Minerval no lo ha consumido nadie que no esté en un ensayo clínico que se está llevando a cabo actualmente».