La Sanidad queda bajo un mando único en España por el coronavirus

Se decreta un 144 sanitario por encima de autonomías, ejército y empresas privadas

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Nunca un Ministerio de Sanidad ha tenido tanto poder en España. Una situación excepcional como es la declaración de una pandemia y una alarma nacional ha logrado que la Sanidad española quede bajo un mando único . El ministro de Sanidad, Salvador Illa, se convierte en la máxima autoridad sanitaria por encima de comunidades autónomas, hospitales privados, farmacias y empresas farmacéuticas. En su mano queda la posibilidad de movilizar al personal sanitario civil y militar, requisar bienes públicos o privados, asegurar el abastecimiento de productos sanitarios e intevenir a las compañías farmacéuticas.

Por primera vez en la historia de la democraci a España dejará de tener 18 sanidades diferentes, la militar más las de las 17 comunidades autónomas, Un 155 sanitario, como han dicho algunos presidentes autonómicos. No se nacionaliza la Sanidad como explicó ayer el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, pero se pone «al servicio del Ministerio de Sanidad todas las instituciones civiles, militares, públicas y privadas».

El ministerio hasta ahora más débil, una suerte de «maría» por tener la gran mayoría de las competencias transferidas a las comunidades, se convierte así en uno de los cuatro pilares ejecutivos en tiempos de crisis, junto al de Defensa, Transportes e Interior. Incluso en las áreas de responsabilidad que no recaigan en la competencia de alguno de los titulares anteriores, «será autoridad competente delegada el titular del Ministerio de Sanidad», indica el real decreto. Es decir, en caso de duda, será el ministro de Sanidad, Salvador Illa, quien decida por encima del resto.

El Gobierno refuerza al máximo el sistema nacional de salud. Todo el personal sanitario, ya sea autonómico, público o privado, queda bajo las órdenes directas del Ministerio de Sanidad. A todos se les podrán imponer desde el Gobierno servicios extraordinarios. Ya sean horarios, vacaciones, sistemas de libranzas o destinarlos a otra actividad diferente a la que ya estén desempeñando si fuera necesario.

Corredores sanitarios

En esta situación excepcional también se les podrá movilizar y trasladarse a otros hospitales, bien dentro de su comunidad u otra. Estos «corredores sanitarios» permitirán reforzar el personal sanitario allí donde lo requiera la epidemia. Ahora los focos están en Madrid, Cataluña y el País Vasco, pero la situación podría cambiar conforme avance la epidemia.

El Ministerio tiene con este decreto la capacidad para movilizar al personal necesario ya sea militar, civil, público o privado . A los militares el decreto no les coge por sorpresa porque lleva semanas preparándose para liberar a su personal sanitario para atender a enfermos civiles.

Los corredores sanitarios también permitirán una mejor distribución en el territorio de todos los medios técnicos y personales de acuerdo con las necesidades en la gestión de esta crisis sanitaria.

Pese a la toma de mando del Ministerio de Sanidad, las comunidades autónomas y locales no pierden su capacidad de gestión. Dentro de sus competencias deben asegurar el funcionamiento de todos sus servicios sanitarios. Eso, sí, el Gobierno se reserva la facultad para tomar cualquier medida para garantizar la cohesión y la equidad en la prestación sanitaria.

La labor del ministro Illa se refuerza. En su mano estará la capacidad de impartir «las órdenes necesarias necesarias para asegurar el abastecimiento del mercado y el funcionamiento de los servicios de los centros de producción afectados por el desabastecimiento de productos necesarios para la protección de la salud pública». Intervenir y ocupar transitoriamente industrias, fábricas, talleres, explotaciones o locales de cualquier naturaleza, incluidos los centros, servicios y establecimientos sanitarios de titularidad privada, así como a la industria farmacéutica.

Asimismo, el ministerio podrá realizar «requisas temporales de todo tipo de bienes e imponer prestaciones personales obligatorias, en aquellos casos en que resulte necesario para la adecuada protección de la salud pública mientras se prolongue esta crisis sanitaria.

A falta de la letra pequeña, la Organización Médica Colegial (OMC) que agrupa a todo el colectivo médico, manifestó su apoyo a las medidas extraordinarias dictadas por el Gobierno. Su presidente, Serafín Romero, recordó que los médicos estaban pidiendo «a voces» desde hace días «medidas contundentes . «Se necesitaba una dirección única del Gobierno, resolver la compra del material médico y poner todas las fuerzas al servicio de la lucha contra la epidemia», explicó a ABC. Pero, sobre todo, la OMC llevaba reclamando fórmulas para lograr el aislamiento social . «No basta con recomendaciones y consejos tibios. Con una curva disparada de contagios y sin una vacuna disponible, la única medida para parar la epidemia es evitar el contacto. Solo así se puede frenar la propagación de este virus», recordó.

Mientras el Gobierno ha ido dilatando la toma de medidas, los colegios profesionales de médicos han ido organizándose para «reclutar» a sanitarios que no están en activo, desde jubilados a especialistas que ahora están trabajando en actividades no asistenciales. Una medida similar ya ha tomado el Reino Unido y Alemania, donde ya han empezado a movilizar a una reserva de médicos retirados.

Aunque se disponga de todo el personal sanitario, público, privado y militar, los médicos que ahora trabajan corren el riesgo de contagiarse y necesitan también relevo y descanso . Alemania ya cree que su cifra de médicos se quedará corta en las próximas semanas, por lo que su ministro de Sanidad alemán, Jens Spahn, remitió una circular a todos los responsables administrativos de clínicas y hospitales con una «apelación urgente» a contactar con el personal jubilado en los últimos años y que consideren esté en condiciones de reincorporarse al trabajo. Así como su personal en prácticas.

Médicos en la reserva

Esta medida, no fue anunciada ayer por Sánchex. Pero sería bienvenida por los médicos. «En España calculamos que podríamos contar con una reserva de 20.000 médicos jubilados que en los últimos cinco años se han retirado. Tendrían entre 65 y 70 años. « No todos servimos para todo . Quizá no estaríamos en primera línea, aunque podríamos hacer labores menos asistenciales», apunta Romero. Entre ellas, el triaje de pacientes (seleccionar por gravedad la atención de los enfermos que llegan a los hospitales), facilitar información fiable, atender procesos menos graves».

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