La hormona FGF21 se produce en el hígado en respuesta a altos niveles de hidratos de carbono
La hormona FGF21 se produce en el hígado en respuesta a altos niveles de hidratos de carbono - Ignacio Gil

¿Se puede controlar el deseo por los dulces?

Descubren que una hormona producida por el hígado suprime el consumo de azúcares simples

Madrid Actualizado: Guardar
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¿Por qué algunas personas tienen tanta predisposición a comer dulces? Es una pregunta que muchos se hacen, sobre todo, en estos días en los que resulta complicado resistir a la infinidad de tentaciones de dulces navideños que inundan los escaparates de las pastelerías. La respuesta podría venir de la mano de un estudio que ha sido realizado con ratones en la Universidad de Iowa, Estados Unidos, y que muestra que una hormona producida por el hígado, el factor de crecimiento de fibroblastos 21 (FGF21), suprime el consumo de azúcares simples.

Los investigadores han descubierto que FGF21 se produce en el hígado en respuesta a altos niveles de hidratos de carbono y que, a continuación, entra en el torrente sanguíneo, donde envía una señal al cerebro para suprimir la preferencia por los dulces. «Ésta es la primera hormona derivada del hígado que conocemos que regula el consumo de azúcar en concreto», dice Matthew Potthoff, profesor asistente de Farmacología en el Colegio de Medicina Carver de la IU y co-autor principal con Matthew Gillum, profesor de la Universidad de Copenhague (Dinamarca).

Obesidad y diabetes

Algunos trabajos que se han realizado con anterioridad han explicado cómo ciertas hormonas afectan al apetito, pero estas hormonas no regulan cualquier macronutriente específico ( hidratos de carbono, proteínas, grasas) y son producidas por órganos distintos del hígado. Este nuevo trabajo, cuyos resultados se revelan en un artículo publicado en la edición digital de «Cell Metabolism», podría mejorar la dieta y ayudar a los pacientes que son diabéticos u obesos.

La hormona FGF21 puede mejorar la sensibilidad a la insulina

«Hemos sabido durante algún tiempo que FGF21 puede mejorar la sensibilidad a la insulina«, dice Lucas Bondurant, estudiante de doctorado en el Programa de postgrado Interdisciplinario en Biología Molecular y Celular y co-primer autor del estudio. «Ahora, se abre una puerta ya que FGF21 puede ayudar a las personas que no son capaces de detectar cuándo han consumido suficiente azúcar, lo que puede contribuir a la diabetes», añade.

Esta investigación se basa en estudios de todo el genoma humano donde los científicos encontraron asociaciones entre ciertas mutaciones en el ADN y la ingesta de macronutrientes específicos por parte de las personas. Dos de estas mutaciones se localizaron cerca del gen FGF21, que llevó al equipo de IU a identificar el papel de esta hormona en la regulación de la preferencia de macronutrientes.

Bondurant y sus colegas utilizaron modelos de ratones genéticamente modificados y enfoques farmacológicos para examinar el papel del FGF21 en la regulación de los antojos de azúcar. En los ratones normales, inyectaron FGF21 y dieron a los ratones a elegir entre una dieta normal y una dieta enriquecida con azúcar. Los investigadores vieron que los ratones no dejaban de comer azúcar por completo, pero comían siete veces menos de lo normal.

El equipo también estudió ratones genéticamente modificados que o bien no producían FGF21 o generaban una gran cantidad de FGF21 (más de 500 veces más que los ratones normales) y se dio a los ratones genéticamente modificados a elegir entre las dos mismas dietas que los roedores normales. Los investigadores observaron que los ratones que no fabricaron FGF21 comieron más azúcar, mientras que los que produjeron una gran cantidad de FGF21 tomaron menos azúcar.

Basándose en estos resultados, el equipo concluyó que FGF21 disminuye el apetito y la ingesta de azúcar, pero que no reduce la ingesta de todos los azúcares (sacarosa, fructosa, y glucosa) por igual. FGF21 tampoco afecta a la ingesta de hidratos de carbono complejos.

Aunque estos expertos hallaron que FGF21 envía señales al cerebro, es necesario continuar trabajando para identificar las vías neuronales precisas que regulan la capacidad del FGF21 para gestionar las preferencias de macronutrientes. Estos investigadores se centraron en el hipotálamo, una sección del cerebro responsable de regular el comportamiento de alimentación y la homeostasis energética.

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