Coronavirus
Portugal prohíbe las rebajas para evitar aglomeraciones
Hasta el 10 de enero no podrán celebrarse periodos de de descuentos, pues la variante Ómicron avanza de forma vertiginosa
Portugal ha tomado una decisión drástica que ha pillado a los ciudadanos por sorpresa: prohibir las rebajas entre el 26 de diciembre y el 9 de enero. El objetivo es evitar las aglomeraciones, de acuerdo con el dictamen del grupo de epidemiólogos que asesora al Gobierno socialista de Antonio Costa.
El periodo de saldos podría comenzar, por tanto, el 10 de enero y se extendería, como mínimo, hasta el 31… siempre que las medidas de contención del coronavirus den sus frutos, como esperan las autoridades. Se amplía hasta el final de ese mes el ejercicio de los derechos
El país vecino revisa su estrategia sanitaria cada 15 días, lo cual quiere decir que el Consejo de Ministros previsto para el 5 de enero tendrá la última palabra sobre la celebración (o no) de los esperados descuentos.
Y es que hay determinadas zonas de las ciudades que suelen concentrar una alta densidad de comercios y, en consecuencia, se dispara la presencia de potenciales compradores en su perímetro. Así sucede en la Avenida da Liberdade o en el Chiado lisboeta y en la calle Santa Catarina de Oporto, por citar solo dos ejemplos, extensibles al centro de Aveiro, Funchal o Braga.
En este sentido, Portugal continúa mostrando actuaciones a la desesperada y esta de las rebajas es quizá la que más afecta a la gente por estas fechas. Un arranque de la cuesta de enero sin rebajas representará una situación inédita entre los lusitanos.
Además, se establece hasta el mismo día 31 el plazo para terminar todo el proceso de cambios y devoluciones, con el fin de preservar los derechos de los consumidores.
Estamos ante una forma de reaccionar en la patria del fado debido al fuerte avance de la variante Ómicron. Una cepa que se propaga vertiginosamente; de hecho, los expertos lanzan una seria advertencia sobre el incremento de la incidencia hasta alcanzar el 90% de aquí a Nochevieja.
Así, la inicialmente prevista semana de ‘cerrojazo’ , la primera de enero, se convierte en 15 días de teletrabajo obligatorio y con los niños en casa, sin colegio. Unas normas que rozan los entresijos del confinamiento y que coinciden con otras opciones, como limitar la entrada de clientes en un establecimiento comercial a una persona cada cinco metros cuadrados y, desde ese mismo día 26, los bares y discotecas permanecerán cerrados , así como las guarderías. Al mismo tiempo, se aconseja no pasar mucho tiempo sin mascarilla tanto al aire libre como en espacios cerrados.
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