Estudiantes de secundaria en clase
Estudiantes de secundaria en clase - FOTOLIA

Comienza el curso en el que la Lomce se juega las reválidas

La reforma de la ley educativa puesta por el PP en marcha hace tres años se hace inevitable para alcanzar cualquier acuerdo de Gobierno

Madrdi Actualizado: Guardar
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Dentro de los 150 puntos de acuerdo alcanzados por el PP y Ciudadanos para conseguir la investidura de Mariano Rajoy como presidente del Gobierno figura uno relativo a la Educación en el que se habla de «congelar el calendario de implementación de la Lomce en todos aquellos aspectos que no hubiesen entrado en vigor». Esta medida ha vuelto a generar cierta confusión entre las familias a pocos días de que comiencen las clases.

Sin embargo, por llamativo que resulte el punto 78 del acuerdo entre las dos formaciones políticas, el impacto va a ser mínimo en este curso -si es que finalmente hay alguno- porque la realidad es que después de tres años en vigor, queda ya muy poco por implantar de la Lomce.

Y lo que queda, itinerarios de cuarto de la ESO y evaluaciones externas de final de ESO y Bachillerato (reválidas), es difícil de congelar, cambiar o derogar si no es con una mayoría absoluta en el Congreso que nadie tiene a día de hoy.

En su literalidad, PP y Ciudadanos hablan de «Impulsar un Pacto Nacional por la Educación que cuente con el consenso de las fuerzas políticas, de la comunidad educativa y de los colectivos sociales», y fija un plazo de seis meses para alcanzarlo. Durante ese tiempo, es cuando se congelaría la implantación de la Lomce. En ese «consenso» y en el plazo de seis meses, estaría la clave de la lectura de ese punto.

«No ha sido una sorpresa, ya se venía hablando desde hace tiempo. Si se hace paso a paso y con consenso, no hay problema. Si se hace de golpe, puede crear un gran desconcierto», asegura a ABC José María Alvira, secretario general de Escuelas Católicas. Fuentes consultadas por ABC aseguran que al ofrecer la congelación de la Lomce se está tendiendo una mano al resto de grupos políticos para alcanzar un pacto por la Educación, por desgracia inédito hasta la fecha en nuestro país.

«No se puede estar más tiempo sin el liderazgo del Ministerio porque las divergencias en la aplicación de la Lomce por parte de las comunidades pueden plantear muchos problemas con las titulaciones de los alumnos», afirma Mario Gutiérrez, presidente nacional de Educación del sindicato CSI-F.

Y ahí está el requerimiento enviado por el Ministerio a Cataluña, Andalucía, Aragón, Cantabria, Comunidad Valenciana, Extremadura y Baleares por no ajustarse a la normativa estatal en la evaluación externa de sexto de Primaria. «Hablar de paralizar la Lomce es más un eufemismo que una realidad», comenta a este diario Nicolás Fernández Guisado, presidente nacional del sindicato independiente de profesores ANPE. «Cualquier cambio debería ir precedido de un pacto educativo pero la Educación siempre ha sido un bloque de confrontación política en este país, y no parece que vaya a cambiar», lamenta Fernandez Guisado.

Las reválidas

Uno de los puntos pendientes de aplicación de la Lomce este curso 2016-2017 es el de las evaluaciones externas de final de Etapa de ESO y Bachillerato. Las conocidas como «reválidas», indispensables para obtener los títulos de graduado en ESO y Bachiller, han supuesto un fuerte enfrentamiento del PP con el PSOE y las formaciones nacionalistas. La esencia de estas evaluaciones es la homologación de todos los estudios a nivel nacional.

Al ser el Ministerio de Educación el único con capacidad para otorgar títulos de estudios, las comunidades quedan obligadas, si no quieren perjudicar a sus alumnos, a cumplir con los contenidos troncales marcados por Educación.

Ante la posibilidad de que hubiese cambios con las reválidas, el sindicato FSIE, mayoritario en la Educación concertada, ya ha pedido que se les aclare qué es lo que se va a paralizar y cuándo. «Todo el currículo de cuarto de ESO y de segundo de Bachillerato está enfocado a superar esas pruebas, por lo que cualquier cambio afectaría mucho al desarrollo del curso», avisa Jesús Pueyo, secretario general de FSIE.

Pero incluso en el caso de que hubiese consenso a la hora de que las reválidas no fuesen obligatorias para titular, no bastaría con modificar el Real Decreto que las regulaba y que aprobó el Gobierno a finales de julio. «Si quieres que las reválidas no sean necesarias para la titulación, tienes que hacerlo a través de una Ley Orgánica porque esa condición figura en la propia Lomce, al igual que ocurre con el calendario de aplicación», advierte Mario Gutiérrez. Y para eso se necesita de una mayoría absoluta en el Congreso y de unos plazos legislativos que no llegarían antes de mayo, que es cuando deben realizarse las reválidas...

En cualquier caso, en este curso 2016-2017, tanto la prueba final de ESO como la de Bachillerato serán de carácter experimental. No serán necesarias para obtener el título. En el curso 2017-2018, si siguen vigentes, será cuando los alumnos se jueguen realmente el título en ese examen.

El limbo de los suspensos

Sin dejar el duro debate de las reválidas, uno de los puntos sobre el que más han insistido los sindicatos es en el de lo que le ocurriría a los alumnos que habiendo aprobado el curso, suspendiesen esas pruebas. «Las consecuencias son terrribles», subraya Pueyo. Según prevé la Lomce, los alumnos que suspendan la reválida de ESO solo podrían cursar FP Básica, ni siquiera podrían pasar a la FP de Grado Medio. Y en el caso de los que suspendan el Bachillerato, no podrían acceder ni a la Universidad ni a la FP Superior. La solución sería volver a presentarse de nuevo a los exámenes (no hay límite), pero deberían esperar un año sin poder matricularse en ningún centro porque el curso como tal ya lo tienen aprobado.

«En las enseñanzas obligatorias, el título no debería quedar al albur de un examen externo, debe ser una evaluación de diágnostico, para reforzar los conocimientos y detectar problemas», defiende Fernández Guisado y con él coinciden FSIE y CSI-F. Los itinerarios de ESOOtra de las novedades de este curso serán los itinerarios de cuarto de la ESO. Este año los alumnos se desdoblarán en dos modalidades: Enseñanzas Académicas, orientadas hacia los alumnos que irán después a Bachillerato, y Enseñanzas Aplicadas, diseñadas para aquellos dirigidos hacia la Formación Profesional de Grado Medio.

La elección de los itinerarios, que nunca gustaron al PSOE, ya la hicieron los alumnos en tercero de ESO, por lo que los currículos ya están aprobados, los horarios cerrados y los profesores contratados. Cualquier cambio en este punto sería ya complicado.

Sindicatos como ANPE creen que los itinerarios llevan aparejada una orientación casi «irreversible». En este sentido, Fernández Guisado recuerda que «si te examinas por Enseñanzas Aplicadas, obligatoriamente tienes que ir a FP de Grado Medio. Nos gustaría que los títulos fuesen más flexibles para que todo el mundo pudiese reengancharse al Bachillerato», reclama, abriendo puertas a futuros cambios.

En política, cualquier cosa es posible. Pero todo necesita su tiempo, y las clases comienzan en algunas comunidades este 5 de septiembre. Sin mayorías absolutas para aprobar leyes orgánicas, es imposible modificar la Lomce. Con consensos, la cosa cambiaría, pero hablamos ya del curso 2017-2018.

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